La Selección Nacional de Levantamiento de Pesas completó su primer entrenamiento en la sede del torneo olímpico. El equipo asegura llegar en su mejor momento a Tokyo 2020.
(Prensa COV. Caracas, 21 de julio). Los cuatro venezolanos que disputarán la competencia olímpica de levantamiento de pesas, efectuaron su primer entrenamiento en el Forum Internacional de Tokio.
“Súper feliz, contenta, emocionada. Con todo a flor de piel. Es algo que esperaba bastante, una experiencia demasiada linda. Aquí seguimos ajustando los detalles para dar todo”, compartió Yusleidy Figueroa, en la recta final de su segunda presencia olímpica tras el noveno puesto en Rio 2016.
“Esta es una experiencia nueva. Siempre será diferente. Sabemos contra quiénes vamos a competir, pero no sabemos bien cómo están esas atletas. Las pesas son un juego de lotería. Estamos muchísimo mejor preparados que para los juegos anteriores y siento que si se hace el trabajo podemos quedar muy bien ubicados”, explicó Figueroa que convalece de molestias en su espalda tras la concentración del equipo en Rusia. El cuerpo técnico considera que solo hay que cuidar los esfuerzos de la caraqueña para llegar en condición a la prueba de los 59 kilogramos.
“Muy contenta y emocionada en mis segundos Juegos Olímpicos. una expectativa muy buena. Todo está muy bonito”, afirmó Naryuri Pérez, también en miras a su segunda participación olímpica: “Es una satisfacción. Es una competencia de alto nivel y gran compromiso. Ser completamente efectivos a la hora de la ejecución. Mientras más movimientos positivos tengamos va a ser excelente para manejar la estrategia para la competencia”, estima la yaracuyana que estará en la justa de los 87 kilogramos.
En la plataforma contínua a las criollas, Julio Mayora y Keydomar Vallenilla, medían fuerzas. Su accionar en el entreno era seguido de cerca por diversos competidores en las zonas aledañas. En particular el guaireño, atrajo mucha atención: “Me he esforzado muchísimo para llegar aquí. Veo las cosas duras en cuanto a las condiciones, pero así está bien, porque es el cuidado de todo atleta. Me he sentido bien, un poco nervioso en mis primeros Juegos Olímpicos”, confesó Mayora, quien acumula ciclo perfecto en los 69 kilogramos.
“He visto muchísimas personas que me apoyan, es una buena vibra, me motiva. Siempre voy a dar el todo por el todo. Confíen en mí”, expresó el pesista próximo a los 26 años.
Yusleidy Figueroa competirá el 27 de julio en el atractivo centro de exhibiciones de la capital tokiota. El 28 será el turno de Mayora. Vallenilla se subirá a la plataforma el 31 de julio y Naryuri Pérez completará la participación nacional el 2 de agosto.
Fuente: COV
La Organización de las Naciones Unidas proclama el 18 de septiembre como Día Internacional de la Igualdad Salarial, con la finalidad de resaltar la importancia de equipar la igualdad salarial por un trabajo de igual valor. La igualdad salarial o igualdad de remuneración se refiere al derecho de hombres y mujeres a recibir una remuneración equitativa por trabajos de igual valor. Este concepto considera factores como competencias, condiciones laborales, calificaciones y niveles de responsabilidad en el desempeño del puesto. Además, la igualdad salarial refuerza los derechos humanos y la igualdad de género, y cuenta con el respaldo de actores clave como la comunidad internacional, la sociedad civil, agencias de ONU Mujeres, los Estados Miembros y la Organización Internacional del Trabajo (OIT). Como antecedente histórico, tras la Segunda Guerra Mundial, en 1951 se estableció el Convenio sobre Igualdad de Remuneración, reconocido como el primer instrumento internacional que impulsó la incorporación masiva de las mujeres al mundo laboral, ocupando posiciones en la primera línea de producción en varios países. La creación de este convenio surgió como respuesta a la desigualdad salarial, vista como una clara forma de discriminación laboral. Este hito marcó el comienzo de un avance significativo hacia una mayor igualdad de género en el mercado laboral, estableciendo las bases para eliminar brechas económicas y promover un entorno laboral más justo e inclusivo. https://www.tiktok.com/@mscnoticias
La leyenda de Rómulo y Remo narra la historia de los fundadores míticos de Roma. Según el relato, Ascanio, hijo del héroe troyano Eneas, estableció la ciudad de Alba Longa a orillas del río Tíber. A lo largo de los años, sus descendientes reinaron sobre esta ciudad, hasta llegar a Numitor y su hermano Amulio. Amulio destronó a Numitor y, para evitar que tuviera descendencia que reclamara el trono, obligó a su hija, Rea Silvia, a convertirse en sacerdotisa de la diosa Vesta, asegurando así su virginidad. Sin embargo, Marte, el dios de la guerra, se unió a Rea Silvia, quien dio a luz a los gemelos Rómulo y Remo. Temiendo por su vida, Amulio ordenó que los recién nacidos fueran arrojados al Tíber en una canasta. La corriente los llevó hasta la zona de las siete colinas, cerca de la desembocadura del Tíber. Allí, una loba llamada Luperca los descubrió mientras bebía agua. Ella los llevó a su guarida en el Monte Palatino y los amamantó hasta que un pastor los encontró. El pastor y su esposa criaron a los mellizos, quienes al llegar a la adultez restauraron a Numitor en el trono de Alba Longa. Rómulo y Remo decidieron fundar una nueva ciudad como colonia de Alba Longa en el lugar donde la loba los había protegido. Así nació Roma, con Rómulo y Remo como sus primeros reyes. El mito de la loba que amamantó a los gemelos ha sido objeto de diversas interpretaciones. Algunos creen que la loba fue en realidad una mujer que cuidó de ellos, ya que el término latino “lupa” también se usaba para referirse despectivamente a las prostitutas de la época. Este relato, cargado de simbolismo, es fundamental para entender el origen mítico de una de las civilizaciones más influyentes de la historia. https://www.tiktok.com/@mscnoticias