El miedo escénico es un tipo de trastorno por ansiedad social (una especie de fobia social muy específica). En estos trastornos predomina el miedo a la evaluación por parte de los demás. Cuando la persona siente el miedo, este es incapacitante en la medida en que la persona evita las situaciones o que afecta a su rendimiento, reduce la efectividad de la comunicación y la persona acaba por expresarse peor.
El miedo escénico se compone de síntomas:
Para el profesor de oratoria y locutor Efraín Cruz “El factor de mantenimiento de este problema son las ideas preconcebidas, catastróficas y la evitación, es por ello que son tres de los principales puntos a los que se dedican los tratamientos”.
“Este problema puede afectar a cualquier persona y aparecer en cualquier momento de la vida de uno pero es más frecuente en personas cuya profesión les exige (una presión más) dar charlas en público, estar delante de una audiencia o ser evaluados por multitudes, por ejemplo: cantantes, músicos, actores (más frecuente en situaciones en directo, como el teatro), personas que deben dar discursos, etc… De hecho muchas de las personas más famosas han pasado por este calvario “explicó Cruz.
Cómo superarlo
El tratamiento más efectivo es el cognitivo-conductual, que puede incluir técnicas como las siguientes:
Otros tratamientos como la hipnosis o la medicación pueden utilizarse también, aunque son casos puntuales en los que la medicación es adecuada, sí sirve para ciertas personas. La medicación puede ayudar a disminuir el nivel de activación.
El mejor consejo: No evites los escenarios si puedes, aunque sea con mucha ansiedad, exponte a ello, seguramente a medida que avanzas en la actuación la ansiedad disminuye. Otro punto muy importante es ignorar tus pensamientos negativos, sustitúyelos por mensajes de valía, motivación y coraje. Practica de forma habitual los ejercicio de relajación.
El tercer lunes de enero es el día más triste del año. El Blue Monday, o Lunes Triste, es un fenómeno que ha capturado la atención de muchos, especialmente a nivel emocional y psicológico. Según el psicólogo Cliff Arnald, este día, que ocurre el tercer lunes de enero, es considerado el más triste del año. La combinación de factores emocionales y físicos que afectan a las personas durante este período contribuye a que muchos lo vivan con un sentimiento de depresión o desánimo. Tras las celebraciones navideñas, muchas familias aún no se han recuperado, tanto a nivel económico como emocional. Los excesos durante las fiestas, la falta de rutinas y el descontrol de la temporada festiva generan un desequilibrio en la vida diaria de las personas. A esto se suma la presión de los propósitos de Año Nuevo, que suelen parecer más difíciles de alcanzar conforme avanzan los días. Las metas, que en un inicio se veían como una motivación, se convierten en un recordatorio de las dificultades por superar, lo que provoca una profunda decepción. Este contexto emocional se ve reflejado en un alto índice de personas que sienten que sus expectativas para el inicio del año se desmoronan rápidamente. El Blue Monday se convierte así en un día emblemático para aquellos que se enfrentan a esta realidad emocional. Sin embargo, más allá del fenómeno en sí, es importante considerar que este sentimiento de tristeza puede ser superado si se cuentan con las herramientas adecuadas para enfrentar los desafíos personales, laborales y emocionales. Es fundamental reconocer este fenómeno como un proceso natural y tomar conciencia de la importancia de la salud mental para poder seguir adelante con una actitud positiva y resiliente. https://www.tiktok.com/@mscnoticias
La celebración del Espíritu de la Navidad es una tradición que combina elementos espirituales y culturales, especialmente popular en varios países de América Latina y algunas partes de Europa. Esta festividad ocurre el 21 de diciembre, coincidiendo con el solsticio de invierno en el hemisferio norte, marcando el día más corto y la noche más larga del año. Se considera un momento de reflexión, renovación y apertura para atraer energías positivas, armonía y prosperidad. Origen y significado Aunque no tiene un origen religioso específico, la celebración está vinculada al simbolismo de la luz que vence a la oscuridad, un concepto presente en muchas culturas. En esta fecha, se invita al Espíritu de la Navidad, una entidad simbólica asociada con la abundancia, el amor y la paz, a llenar los hogares con bendiciones. Rituales comunes Durante la noche del 21 de diciembre, las familias suelen reunirse para realizar rituales que promuevan la armonía y la prosperidad. Algunos de estos incluyen: Escribir deseos: Se escriben en papel los anhelos para el próximo año, tanto personales como colectivos. Limpiezas energéticas: Se realizan limpiezas en el hogar con incienso, velas aromáticas o aceites esenciales para atraer buenas energías. Cena especial: Se comparte una comida sencilla, generalmente vegetariana, en un ambiente de gratitud. Donaciones: Se fomenta el acto de dar, ya sea con regalos simbólicos o ayuda a quienes lo necesitan. Significado actual Hoy en día, el Espíritu de la Navidad es visto como una oportunidad para conectarse con lo esencial, reflexionar sobre el año que termina y proyectar intenciones positivas para el futuro. Más allá de las creencias personales, es una práctica que invita a valorar la gratitud, el amor y la generosidad como pilares para iniciar un nuevo ciclo. https://www.tiktok.com/@mscnoticias