Recomiendan evitar la exposición prolongada a equipos tecnológicos
**60 millones de personas en el mundo padecen de esta enfermedad, la mitad de ellos sin una causa identificada, de acuerdo al doctor Oscar González, neuropediatra del GMSP.
Las estadísticas muestran que, 10 de cada 1000 personas puede sufrir de epilepsia, enfermedad más frecuente en niños, antes de los 2 años, y adultos mayores de 60 años. Estas cifras pueden aumentar en países en vías de desarrollo, según advierte el neuropediatra Oscar González, especialista del Grupo Médico Santa Paula (GMSP), ubicado en Caracas.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), se trata de una enfermedad cerebral crónica que afecta a personas de todas las edades, caracterizada por convulsiones recurrentes. Los niños ocupan entre 0.5 a 1%, reportándose la afectación de 60 millones de personas a nivel mundial.
Para el doctor González, en el caso de los niños, los padres son piezas fundamentales para impulsar la fortaleza y bienestar del paciente con epilepsia. “En muchas oportunidades vemos que la estigmatización inicia desde personas muy cercanas. Se requiere divulgar el conocimiento de la enfermedad, educar; incluso legislar al respecto y no desde un punto de vista excluyente, sino inclusivo.”
Advierte que la epilepsia puede acompañarse de otros tipos de trastornos como la ansiedad, depresión, autismo, trastornos del sueño, trastornos de déficit de atención e hiperactividad (TDAH), trastornos motores, retardo en el neurodesarrollo e incluso y discapacidad intelectual.
Lo que sucede durante la epilepsia
Explica el neuropediatra que, las crisis convulsivas “son episodios breves, de movimientos involuntarios, que pueden afectar a una parte del cuerpo (convulsiones focales), o a su totalidad (convulsiones generalizadas). A veces, se acompañan de pérdida de la consciencia y del control de los esfínteres; sin embargo, los signos y síntomas varían de acuerdo al área anatómica cerebral que esté comprometida, por lo que podemos tener por ejemplo, pacientes que cursan con vómitos cíclicos y su origen es una crisis epiléptica.”
El paciente suele ser evaluado en neurología, pues es necesario el análisis de la crisis convulsiva. “Se revisa desde el horario de inicio de la crisis, si se encontraba dormido o despierto, los posibles factores que desencadenaron la crisis, los signos y síntomas ordenados de acuerdo a su orden de aparición, duración, así como manifestaciones posterior a esa crisis”.
La tecnología al servicio del diagnóstico
Para los estudios que requiere el paciente epiléptico es de vital importancia contar con la tecnología digital de punta, como la disponible en la Unidad de Imagenología del GMSP, ubicada en la Urbanización Santa Paula, en Caracas. Allí, disponen de exámenes que van desde electroencefalogramas, tomografías computarizadas cerebrales, resonancias con contrastes, angiotomografía, entre otros; ya que cuentan con uno de los dos tomógrafos que existen en el país, de 128 cortes y también disponen de un resonador de 1,5 tesla de alta resolución, los cuales funcionan las 24 horas del día.
La atención involucra la disponibilidad de atención domiciliaria en estudios de laboratorios de bioquímica, hematología, coagulación e incluso pruebas especiales.
Causas de la epilepsia
La epilepsia no tiene una causa identificable en casi la mitad de las personas que padecen la enfermedad, según señala el doctor González, quien expone que en la otra mitad de los casos, la enfermedad puede producirse a causa de diversos factores, entre ellos, problemas estructurales producidos por traumatismos craneoencefálicos, infecciones, accidentes cerebrovasculares, tumores cerebrales, encefalopatías hipóxico isquémicas o genéticas que ocasionan malformaciones de la corteza cerebral durante su formación en el embarazo.
Existen además causas genéticas que no excluyen el factor medio ambiental y también razones infecciosas como neurocisticercosis, tuberculosis, VIH, malaria cerebral, panencefalitis esclerosante subaguda, toxoplasmosis cerebral e infecciones congénitas como el virus del Zika y el citomegalovirus. De igual forma el especialista señala posibles causas metabólicas por la elevación de la urea y por la deficiencia de la vitamina B6 así como por causas inmunitarias.
Recomendaciones ante la epilepsia
Siendo el factor ambiental un elemento probable que desencadena la epilepsia, el especialista sugiere a los pacientes evitar la exposición prolongada a equipos tecnológicos (celulares, tabletas, pc, Smart), debido a su contenido de luz azul; alternando su uso por períodos cortos, con espacios de descanso. Visualizarlos con la luz de la habitación encendida, no someterse a videojuegos que emitan altos niveles lumínicos; además de controlar los niveles de consumo de carbohidratos, trigo, así como evitar la realización de actividades deportivas como la natación por el peligro de inmersión.
“El 70 % de las crisis epilépticas son fármaco-sensibles o limitadas, acompañadas de cambios en el estilo de vida, así como de una alimentación sana. En oportunidades se plantea la sustitución de los carbohidratos por grasas sanas, que nos llevaría a cumplir una dieta cetogénica, donde se sustituye la energía proveniente de los azúcares por la de las grasas simulando a la de un ayuno”.
Advierte que la tarea de los neurólogos se inicia tratando de educar a los padres de los pacientes, con recomendaciones que eviten accidentes posteriores, como por ejemplo, la bronco aspiración – que no es más que parte del contenido gástrico pasa a las vías respiratoria-.
“Lo primero que se debe hacer es mantener la calma, colocar al paciente en una superficie firme confortable, extender un poco el cuello, colocar algo debajo de la cabeza, lateralizar al paciente del lado derecho de su cuerpo, esperar que ceda la crisis y luego trasladarlo a un centro más cercano una vez estabilizado. En su mayoría las crisis son autolimitadas, es decir no debería pasar objetivamente de más de 5 min. En otros países cuentan con medicación ya preparada para su administración por vías seguras”, concluyó.
El 24 de enero se conmemora el Día Mundial del Síndrome de Moebius, una fecha dedicada a crear conciencia sobre esta enfermedad rara descubierta en 1884 por el médico alemán Paul Julius Moebius. Este síndrome, que afecta los nervios craneales responsables del movimiento facial y la capacidad para mover los ojos de lado a lado, continúa siendo un desafío médico tanto para pacientes como para especialistas. El Síndrome de Moebius puede estar acompañado por otras condiciones congénitas, detectadas desde el nacimiento. Entre las más comunes destacan: Síndrome de Pierre Robin, caracterizado por una mandíbula más pequeña de lo normal, lo que puede provocar dificultades para respirar. Síndrome o Anomalía de Poland, una alteración congénita que implica la ausencia parcial o total del músculo pectoral mayor, lo que genera asimetría en el desarrollo muscular del tórax. Aunque el síndrome es poco frecuente, su impacto en la calidad de vida de quienes lo padecen es significativo. Por ello, esta fecha busca fomentar el conocimiento y la empatía hacia las personas afectadas, así como incentivar el avance en investigaciones médicas para su diagnóstico y tratamiento. El Día Mundial del Síndrome de Moebius es también una oportunidad para reflexionar sobre la importancia de apoyar a las familias y comunidades involucradas, promoviendo una sociedad más inclusiva y comprensiva ante las enfermedades raras. https://www.tiktok.com/@mscnoticias
La celebración del Espíritu de la Navidad es una tradición que combina elementos espirituales y culturales, especialmente popular en varios países de América Latina y algunas partes de Europa. Esta festividad ocurre el 21 de diciembre, coincidiendo con el solsticio de invierno en el hemisferio norte, marcando el día más corto y la noche más larga del año. Se considera un momento de reflexión, renovación y apertura para atraer energías positivas, armonía y prosperidad. Origen y significado Aunque no tiene un origen religioso específico, la celebración está vinculada al simbolismo de la luz que vence a la oscuridad, un concepto presente en muchas culturas. En esta fecha, se invita al Espíritu de la Navidad, una entidad simbólica asociada con la abundancia, el amor y la paz, a llenar los hogares con bendiciones. Rituales comunes Durante la noche del 21 de diciembre, las familias suelen reunirse para realizar rituales que promuevan la armonía y la prosperidad. Algunos de estos incluyen: Escribir deseos: Se escriben en papel los anhelos para el próximo año, tanto personales como colectivos. Limpiezas energéticas: Se realizan limpiezas en el hogar con incienso, velas aromáticas o aceites esenciales para atraer buenas energías. Cena especial: Se comparte una comida sencilla, generalmente vegetariana, en un ambiente de gratitud. Donaciones: Se fomenta el acto de dar, ya sea con regalos simbólicos o ayuda a quienes lo necesitan. Significado actual Hoy en día, el Espíritu de la Navidad es visto como una oportunidad para conectarse con lo esencial, reflexionar sobre el año que termina y proyectar intenciones positivas para el futuro. Más allá de las creencias personales, es una práctica que invita a valorar la gratitud, el amor y la generosidad como pilares para iniciar un nuevo ciclo. https://www.tiktok.com/@mscnoticias