El nombre de la revista literaria proviene de uno de sus fundadores, Manuel María Echezuria quien era cojo. Un hombre quien tomo su defecto físico para darle nombre a una gran obra literaria como lo fue “El Cojo Ilustrado”.
Algunos historiadores han dicho que la palabra “ilustrado” era debido a las magníficas y abundantes ilustraciones que adornaban las publicaciones. El Cojo Ilustrado fue uno de los primeros periódicos en Venezuela con un taller de fotograbado mecánico.
El primer número de esta revista data del 1 de enero de 1892 y el último tiene fecha de 1 de abril de 1915.
La revista tuvo una duración de 23 años en circulación desde el siglo XIX hasta principios del siglo XX.
Historiadores consideran que en Venezuela el modernismo giro entorno a esta revista de gran importancia literaria y según el escritor dominicano Max Henrique Ureña fue “Una de las mejores revistas de América” destacada entre los intelectuales y sociedades en toda América.
El Cojo Ilustrado fue el perfecto ejemplo de cómo en Venezuela alcanzó la crítica literaria. Esta revista mereció ser considerada como un órgano del modernismo pues en sus páginas y columnas no solo estaban los mejores poetas y escritores venezolanos, sino que también tenía cabida para artistas de todas partes del mundo.
El Cojo Ilustrado contaba con más de 3.000 suscriptores a nivel nacional e internacional. El abono mensual por dos revistas era de 4 bolívares y el número suelto valía 2 bolívares. El formato de la revista media 32 por 23 centímetros, con 16 páginas a 3 columnas. Jamás fue contraria a los gobiernos, mantenía una línea fundamentalmente cultural.
Esta revista literaria se caracteriza por su maravillosa publicación de distintas expresiones literarias tanto venezolanas como extranjeras. Permite el conocimiento de nuevas formas de expresión artística y dio a sus lectores el placer de enriquecerse a distintos niveles.
En los periódicos no sólo se registran los acontecimientos cotidianos, sino también se expresa la mentalidad de los grupos sociales, la opinión de la gente con respecto a los hechos, sus expectativas y juicios de valor. Este es un estudio cualitativo del discurso manifiesto en la revista “El Cojo Ilustrado” (Venezuela, 1892-1915).
Tiene dos fines fundamentales, determinar la función que esos textos cumplieron en el entorno en que se originaron y hacer un estudio de las mentalidades que muestre el sistema de valores que –con respecto a la mujer– tenía la sociedad venezolana de ese tiempo; esto por medio del análisis del discurso y desde la perspectiva de la interacción entre pensamiento y lector.
La Organización de las Naciones Unidas proclama el 18 de septiembre como Día Internacional de la Igualdad Salarial, con la finalidad de resaltar la importancia de equipar la igualdad salarial por un trabajo de igual valor. La igualdad salarial o igualdad de remuneración se refiere al derecho de hombres y mujeres a recibir una remuneración equitativa por trabajos de igual valor. Este concepto considera factores como competencias, condiciones laborales, calificaciones y niveles de responsabilidad en el desempeño del puesto. Además, la igualdad salarial refuerza los derechos humanos y la igualdad de género, y cuenta con el respaldo de actores clave como la comunidad internacional, la sociedad civil, agencias de ONU Mujeres, los Estados Miembros y la Organización Internacional del Trabajo (OIT). Como antecedente histórico, tras la Segunda Guerra Mundial, en 1951 se estableció el Convenio sobre Igualdad de Remuneración, reconocido como el primer instrumento internacional que impulsó la incorporación masiva de las mujeres al mundo laboral, ocupando posiciones en la primera línea de producción en varios países. La creación de este convenio surgió como respuesta a la desigualdad salarial, vista como una clara forma de discriminación laboral. Este hito marcó el comienzo de un avance significativo hacia una mayor igualdad de género en el mercado laboral, estableciendo las bases para eliminar brechas económicas y promover un entorno laboral más justo e inclusivo. https://www.tiktok.com/@mscnoticias
La leyenda de Rómulo y Remo narra la historia de los fundadores míticos de Roma. Según el relato, Ascanio, hijo del héroe troyano Eneas, estableció la ciudad de Alba Longa a orillas del río Tíber. A lo largo de los años, sus descendientes reinaron sobre esta ciudad, hasta llegar a Numitor y su hermano Amulio. Amulio destronó a Numitor y, para evitar que tuviera descendencia que reclamara el trono, obligó a su hija, Rea Silvia, a convertirse en sacerdotisa de la diosa Vesta, asegurando así su virginidad. Sin embargo, Marte, el dios de la guerra, se unió a Rea Silvia, quien dio a luz a los gemelos Rómulo y Remo. Temiendo por su vida, Amulio ordenó que los recién nacidos fueran arrojados al Tíber en una canasta. La corriente los llevó hasta la zona de las siete colinas, cerca de la desembocadura del Tíber. Allí, una loba llamada Luperca los descubrió mientras bebía agua. Ella los llevó a su guarida en el Monte Palatino y los amamantó hasta que un pastor los encontró. El pastor y su esposa criaron a los mellizos, quienes al llegar a la adultez restauraron a Numitor en el trono de Alba Longa. Rómulo y Remo decidieron fundar una nueva ciudad como colonia de Alba Longa en el lugar donde la loba los había protegido. Así nació Roma, con Rómulo y Remo como sus primeros reyes. El mito de la loba que amamantó a los gemelos ha sido objeto de diversas interpretaciones. Algunos creen que la loba fue en realidad una mujer que cuidó de ellos, ya que el término latino “lupa” también se usaba para referirse despectivamente a las prostitutas de la época. Este relato, cargado de simbolismo, es fundamental para entender el origen mítico de una de las civilizaciones más influyentes de la historia. https://www.tiktok.com/@mscnoticias