“La beatificación del doctor Hernández
es una bendición especial de Dios para Venezuela”
Agregó el Sumo Pontífice en su mensaje audiovisual, que el nuevo beato “es un modelo de santidad comprometida con la defensa de la vida, con los desafíos de la historia y, particularmente, como paradigma de servicio al prójimo, como un buen samaritano, sin excluir a nadie” También dijo la unidad nacional en torno a la figura del médico del pueblo, supone una hora singular para Venezuela
Caracas, 29 de abril de 2021.- Desde la Santa Sede, el Papa Francisco emitió un mensaje a los venezolanos, uniéndose al júbilo que vive el país a un día de la beatificación del Venerable, Siervo de Dios, José Gregorio Hernández.
“Yo sé con cuánta ilusión esperaban, desde hace muchos años, el momento en que la Iglesia confirmase algo que ustedes creían firmemente: que el médico del pueblo está junto a Dios, y que junto a Nuestra Señora de Coromoto intercede por sus connacionales y por todos nosotros. Les confieso que no encontré un venezolano aquí en el Vaticano, sea en la plaza o en audiencia privada, que en la mitad de la conversación al fin, dijera: ¿y cuándo es la beatificación de Gregorio? Lo llevaban en el alma. Bueno, ahora se logra este deseo”.
El Santo Padre exaltó lo valores y virtudes del Dr. José Gregorio Hernández: “Es un modelo de santidad comprometida con la defensa de la vida, con los desafíos de la historia y, particularmente, como paradigma de servicio al prójimo, como un buen samaritano, sin excluir a nadie. Es un hombre de servicio universal…”.
Habló de la compleja situación derivada de la emergencia del Covid-19 e hizo un llamado a la unidad: “…En medio de todas las dificultades, les pido a todos ustedes que tanto aman al doctor José Gregorio, que sigan el admirable ejemplo de servicio desinteresado a los demás. Creo sinceramente que este momento de unidad nacional, en torno a la figura del médico del pueblo, supone una hora singular para Venezuela, y exige que ustedes vayan más allá, que den pasos concretos en favor de la unidad, sin dejarse vencer por el desaliento”.
Antes de concluir, pidió por la recuperación del país: “Pido que, entre todos, recuperemos esa Venezuela en la que todos sepan que caben, en la que todos pueden encontrar un futuro. Y pido al Señor que ninguna intervención de afuera les impida caminar este camino de unidad nacional. Cuánto desearía poder visitarlos, para al menos significar mi acompañamiento en este camino. Pido a la Virgen de Coromoto, Patrona de esa amada y hermosa nación, y le pido al beato José Gregorio Hernández por todos ustedes”.
El mensaje completo puede ser visto en el canal de Youtube de la Arquidiócesis de Caracas.
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La Organización de las Naciones Unidas proclama el 18 de septiembre como Día Internacional de la Igualdad Salarial, con la finalidad de resaltar la importancia de equipar la igualdad salarial por un trabajo de igual valor. La igualdad salarial o igualdad de remuneración se refiere al derecho de hombres y mujeres a recibir una remuneración equitativa por trabajos de igual valor. Este concepto considera factores como competencias, condiciones laborales, calificaciones y niveles de responsabilidad en el desempeño del puesto. Además, la igualdad salarial refuerza los derechos humanos y la igualdad de género, y cuenta con el respaldo de actores clave como la comunidad internacional, la sociedad civil, agencias de ONU Mujeres, los Estados Miembros y la Organización Internacional del Trabajo (OIT). Como antecedente histórico, tras la Segunda Guerra Mundial, en 1951 se estableció el Convenio sobre Igualdad de Remuneración, reconocido como el primer instrumento internacional que impulsó la incorporación masiva de las mujeres al mundo laboral, ocupando posiciones en la primera línea de producción en varios países. La creación de este convenio surgió como respuesta a la desigualdad salarial, vista como una clara forma de discriminación laboral. Este hito marcó el comienzo de un avance significativo hacia una mayor igualdad de género en el mercado laboral, estableciendo las bases para eliminar brechas económicas y promover un entorno laboral más justo e inclusivo. https://www.tiktok.com/@mscnoticias
La leyenda de Rómulo y Remo narra la historia de los fundadores míticos de Roma. Según el relato, Ascanio, hijo del héroe troyano Eneas, estableció la ciudad de Alba Longa a orillas del río Tíber. A lo largo de los años, sus descendientes reinaron sobre esta ciudad, hasta llegar a Numitor y su hermano Amulio. Amulio destronó a Numitor y, para evitar que tuviera descendencia que reclamara el trono, obligó a su hija, Rea Silvia, a convertirse en sacerdotisa de la diosa Vesta, asegurando así su virginidad. Sin embargo, Marte, el dios de la guerra, se unió a Rea Silvia, quien dio a luz a los gemelos Rómulo y Remo. Temiendo por su vida, Amulio ordenó que los recién nacidos fueran arrojados al Tíber en una canasta. La corriente los llevó hasta la zona de las siete colinas, cerca de la desembocadura del Tíber. Allí, una loba llamada Luperca los descubrió mientras bebía agua. Ella los llevó a su guarida en el Monte Palatino y los amamantó hasta que un pastor los encontró. El pastor y su esposa criaron a los mellizos, quienes al llegar a la adultez restauraron a Numitor en el trono de Alba Longa. Rómulo y Remo decidieron fundar una nueva ciudad como colonia de Alba Longa en el lugar donde la loba los había protegido. Así nació Roma, con Rómulo y Remo como sus primeros reyes. El mito de la loba que amamantó a los gemelos ha sido objeto de diversas interpretaciones. Algunos creen que la loba fue en realidad una mujer que cuidó de ellos, ya que el término latino “lupa” también se usaba para referirse despectivamente a las prostitutas de la época. Este relato, cargado de simbolismo, es fundamental para entender el origen mítico de una de las civilizaciones más influyentes de la historia. https://www.tiktok.com/@mscnoticias