Inventado por el francés Nicolás Appert, en 1820, y patentado por primera vez por el norteamericano en 1852, este delicioso alimento brinda vitaminas y minerales que potencian la salud de quienes la consumen.
La unión familiar y el afán de compartir en familia o con amigos, forman parte intrínseca de la Navidad; así como la degustación de alimentos, bebidas y postres típicos de la temporada decembrina como el Ponche Crema, las galletas y las tortas. En todas estas preparaciones dulces, hay un ingrediente que nunca falta: la leche condensada.
Este delicioso alimento no sólo delita los paladares sino que tiene un alto valor nutricional, sobre todo para los niños, y ofrece además beneficios para la salud de quienes la consumen.
Su aporte de calcio ayuda en la salud de los huesos, sobre todo durante la infancia, el embarazo y la tercera edad. Asimismo, la presencia del fosforo favorece el funcionamiento del cerebro. También cuenta con vitaminas A y D que potencian la salud de la piel, así como la de vitamina C, que fortalece las defensas del cuerpo ante infecciones y enfermedades.
La leche condensada es usada como ingrediente en innumerables bebidas y platillos dulces. Quesillos, flanes, biscochos, gelatinas, dulces de leche, chicha, arequipe, alfajores y helados, son unos de los más comunes. Otra opción muy común es untarla al pan, acompañar el café colocando un poquito en el fondo de la taza, combinarla con frutas y cereales, derramar sobre el raspado (hielo granizado) y hacer yogures.
En estas fechas, definitivamente se convierte en la estrella de la temporada , por lo que forma parte indiscutible de la gastronomía navideña venezolana.
Por estos motivos, Industrias Maros, C.A a través de su marca Natulac®, elabora y comercializa leche condensada desde hace varios años, y se asegura de que no falte en los hogares venezolanos, sobre todo en Navidad.
La marca cuenta con varias presentaciones: la de hojalata de 397 gramos, que es la preferida para la elaboración de postres; la de 340g Tetra Pak, para el desarrollo de aquellos de tamaños reducidos, por la versatilidad del envase que permite almacenarla una vez abierta. También el tubito de 50 g, ideal para la lonchera de los niños; y Tetra Pak® (larga duración) de 100 gramos, que suele usarse como complemento de algún plato.
Receta Buñuelos Navideños
Ingredientes
• 175 g de Leche Condensada Natulac
• 125 ml de agua
• 1 huevo
• 1 cucharada de vainilla líquida
• 1 ½ cucharada de anís en grano
• 25 ml de ron
• 250 g de harina tamizada
• 16 g de levadura
• Azúcar para rebozar
• Aceite para freír
Preparación
Mezcla la levadura, el anís en grano, la harina y la vainilla en un bol.
Aparte, bate la leche condensada con el agua, el huevo, el ron. Luego incorpora al bol, y sigue batiendo hasta obtener una masa fina.
Reserva tapando con un pañuelo de cocina durante una hora.
Pasado el tiempo, elabora bolitas con la masa. Fríelas en abundante aceite caliente hasta que doren por completo.
Después de freír, déjalas escurriendo en papel absorbente. Antes de que enfríen por completo, báñalas con azúcar.
¡Y estarán listos tus buñuelos navideños para toda la familia!
Para conocer más recetas e información de la marca, puedes seguir su cuenta de Instagram @natulacoficial
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El Día Mundial de la Leche se celebra para destacar la importancia de la leche y los productos lácteos en la alimentación humana, así como para crear conciencia sobre los beneficios nutricionales y económicos que aportan a las personas y a las comunidades. La fecha exacta del Día Mundial de la Leche puede variar en diferentes países, pero generalmente se celebra el 1 de junio. Fue establecido por la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) con el objetivo de promover la importancia de los productos lácteos en la alimentación y resaltar el papel fundamental de los productores de leche. El Día Mundial de la Leche busca resaltar los siguientes aspectos: Nutrición: La leche es una fuente importante de nutrientes esenciales, como proteínas, vitaminas (especialmente vitamina D y calcio) y minerales. Contribuye al desarrollo y crecimiento adecuado, especialmente en los niños. Seguridad alimentaria: La producción de leche y productos lácteos es una parte vital de la cadena alimentaria global. Destacar su importancia ayuda a garantizar la seguridad y la calidad de los productos lácteos para los consumidores. Sostenibilidad: La producción de leche puede desempeñar un papel significativo en la economía rural y en la sostenibilidad ambiental. Promover la conciencia sobre estos aspectos puede ayudar a mejorar las prácticas agrícolas y la gestión de los recursos naturales. En resumen, el Día Mundial de la Leche se celebra para promover el consumo de leche y productos lácteos, resaltar su valor nutricional y económico, y reconocer la labor de los productores lácteos en todo el mundo.
La Vía Láctea recibe su nombre debido a su apariencia en el cielo nocturno. “Vía Láctea” proviene del latín y significa “camino lácteo” o “sendero de leche”. La denominación se debe a la apariencia de una banda de luz blanquecina que atraviesa el cielo y que se asemeja a un río de leche derramado. Esta banda de luz es la acumulación de innumerables estrellas y otros objetos celestes que forman parte de nuestra galaxia, la cual es conocida como la Vía Láctea. La Vía Láctea es una galaxia espiral en la que se encuentra nuestro sistema solar. Es una de las muchas galaxias que existen en el universo y se estima que contiene entre 200 mil millones y 400 mil millones de estrellas. Además de las estrellas, la Vía Láctea también alberga una gran cantidad de planetas, nebulosas, cúmulos estelares y otros objetos celestes. La apariencia característica de la Vía Láctea en el cielo nocturno se debe a la acumulación de estrellas y otros cuerpos celestes a lo largo del plano galáctico. Esta acumulación forma una banda de luz blanquecina que se extiende por todo el cielo y que ha sido observada por la humanidad durante miles de años. Desde la antigüedad, diferentes culturas han intentado interpretar esta banda de luz. Los antiguos griegos la consideraban como la leche derramada por la diosa Hera, mientras que en la mitología nórdica se creía que era el camino que llevaba al Valhalla. La denominación “Vía Láctea” se originó en la antigua Roma, donde se creía que era un sendero celestial creado por los dioses. Con el desarrollo de la astronomía moderna, se ha descubierto que la Vía Láctea es una galaxia en forma de disco, con un bulbo central y brazos espirales que se extienden desde el centro. Nuestro sistema solar se encuentra en uno de los brazos espirales, aproximadamente a unos 27,000 años luz del centro galáctico. Además de las estrellas visibles a simple vista, la Vía Láctea contiene una gran cantidad de materia oscura, que es una forma de materia invisible que solo se detecta a través de sus efectos gravitacionales. Se cree que la materia oscura desempeña un papel crucial en la formación y evolución de las galaxias. La Vía Láctea también ha sido objeto de estudio por parte de los astrónomos modernos para comprender mejor su estructura y composición. Se han realizado observaciones en diferentes longitudes de onda, desde la luz visible hasta las ondas de radio, para investigar la distribución de las estrellas, el gas interestelar y los campos magnéticos en nuestra galaxia. Además, las observaciones han revelado que la Vía Láctea está en constante interacción con otras galaxias vecinas. En el futuro, se espera que colisione con la galaxia de Andrómeda, otra galaxia espiral cercana, lo que resultará en la formación de una nueva galaxia gigante. En resumen, la Vía Láctea es nuestra galaxia, una inmensa estructura en forma de disco que alberga una gran cantidad de estrellas y otros objetos celestes. Su nombre, “Vía Láctea”, proviene de la apariencia lechosa que tiene en el cielo nocturno y ha sido objeto de fascinación y estudio a lo largo de la historia humana.