25 de noviembre: Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer
Isabel Brilhante Pedrosa
Embajadora de la Unión Europea en Venezuela
@EmbajadoraUECCS
La violencia contra las niñas y mujeres es un flagelo que desafortunadamente continúa afectando al mundo entero y que se agravó de forma acentuada con la emergencia del COVID-19. “La pandemia silenciosa”, “La curva que no se aplana” o “Cuarentena, un sinónimo de violencia doméstica para muchas mujeres”, son algunos títulos de prensa recientes que reflejan esta realidad dramática.
La violencia de género ha aumentado durante los meses de confinamiento pues ha reforzado la situación de aislamiento en la que se encuentran miles de mujeres que conviven con su agresor y que además tienen más difícil el acceso a los recursos de protección y servicios de apoyo. Las consecuencias sanitarias y socioeconómicas de la crisis del COVID-19 son particularmente devastadoras para las niñas y mujeres, especialmente las más vulnerables, que en muchos casos dependen económicamente de sus parejas.
La violencia de género es un fenómeno amplio, y las mujeres y niñas son víctimas de violencia en sus hogares, pero también en el trabajo, en las escuelas y universidades, en la calle, y –cada vez más– en internet a través de la ciberviolencia y la incitación al odio. Asumiendo una dimensión mundial, con estadísticas escalofriantes, un tercio de las mujeres ha sufrido algún tipo de violencia física o sexual en algún momento de su vida. En Europa, a pesar del compromiso de la Unión Europea en erradicar todos los tipos de violencia, aún estamos lejos de ganar este desafío.
En paralelo, América Latina es, según Naciones Unidas, una de las regiones donde las cifras son más alarmantes. De acuerdo con la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), 3.800 mujeres murieron sólo por la condición de serlo hasta noviembre de 2019. Para el caso de Venezuela, el aumento de femicidios, el último eslabón en el ciclo de violencia contra la mujer, es una realidad dolorosa y una noticia demasiado frecuente en los medios. Sin que haya números oficiales recientes al respecto, la labor de las organizaciones y los medios de comunicación es muy importante como mecanismo de denuncia, y se estima que entre enero y septiembre de 2020, fueron asesinadas 195 mujeres en el país, una media de 5 cada semana. Una sola víctima ya es demasiado.
Las estadísticas transcienden fronteras, niveles educativos y socioeconómicos o límites de edad. Es imperativo construir entre todos una sociedad concienciada y sensibilizada hacia este problema, pues hay silencios que oprimen y matan, y que esté fuertemente empeñada en la promoción de la educación en igualdad como fundamento para eliminar la violencia de género.
Sin embargo, la igualdad de género para 2030, conforme a la agenda de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), está aún lejos de alcanzarse en muchos países. A pesar de la evolución normativa y esfuerzos de las políticas públicas, las niñas y los niños perciben todos los días la desigualdad de género en sus hogares, en sus comunidades y en las escuelas.
Las niñas reciben menos educación a distancia que los niños, porque a nivel mundial tienen un 17% menos de acceso a Internet y un 26% menos de acceso a tecnologías de telefonía móvil. Los trabajos de las mujeres son 1,8 veces más vulnerables a ser eliminados, y su tasa de pobreza podría aumentar en un 9,1%. El fenómeno de la “feminización de la pobreza” se va a intensificar, como manifestación de la violencia socioeconómica bajo los efectos de la pandemia.
Estrategia de la UE
Es compromiso de la Unión Europea, y de toda la comunidad internacional, el prevenir, rechazar y condenar todos los actos de violencia contra las mujeres. Por ello, es necesario apoyar y proteger a las víctimas con la creación de un entorno seguro en el que puedan denunciar a sus agresores.
La UE acaba de reiterar este compromiso con la adopción de la Estrategia para la Igualdad de Género 2020-2025 en marzo de este año, que presenta actuaciones y objetivos políticos para avanzar de forma sustancial hacia una Europa con mayor igualdad de género de aquí a 2025. También acabamos de renovar el Plan de Acción en materia de Igualdad de Género para el periodo 2021-2025, que reafirma la igualdad de género y los derechos de la mujer como línea clave de la política exterior de la UE. En este marco, la Unión Europea intensificará su acción en áreas estratégicas como combatir todas las formas de violencia de género; promover la salud sexual y reproductiva, los derechos socioeconómicos y el empoderamiento de las mujeres; apoyar la igual participación y liderazgo de las mujeres, su participación en la agenda de paz y seguridad, y la transformación verde y digital.
En Venezuela, la UE está comprometida en trabajar con nuestros socios para reforzar los servicios a las víctimas y sus familiares, el tratamiento de las causas profundas de la violencia y la promoción del empoderamiento femenino, el desarrollo y la educación. Para esto es fundamental el compromiso firme a nivel institucional, con implicación de organizaciones internacionales, de la sociedad civil y los ciudadanos en general.
Desde la Delegación de la UE en Venezuela, priorizamos proyectos de cooperación enfocados en el emprendimiento y el empoderamiento económico de las mujeres, para promover el derecho de niñas y mujeres a la salud sexual y reproductiva, atender la problemática del embarazo precoz y brindar asistencia legal y psicológica a mujeres y niñas víctimas de violencia. También estamos apoyando iniciativas para empoderar y dar una voz a mujeres defensoras de derechos humanos como líderes de sus comunidades, capacitando e informando a mujeres y adolescentes sobre sus derechos a una vida libre de violencia y discriminación.
Seguiremos firmes en afrontar este desafío de la mano de las mujeres y hombres de Venezuela, hasta lograr una sociedad donde toda niña y mujer no sea víctima de violencia por el hecho de ser mujer, y pueda lograr su potencial.
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Desde los cimientos del activismo ambiental hasta la urgente llamada a la acción de hoy, el Día de la Tierra ha evolucionado desde su modesto comienzo en 1968 hasta convertirse en un movimiento global que busca la preservación de nuestro planeta. En aquel entonces, el Servicio de Salud Pública de EE. UU. organizó el Simposio de Ecología Humana, un punto de partida crucial donde los estudiantes escucharon a científicos destacados hablar sobre los efectos del deterioro ambiental en la salud humana. Dos años más tarde, en 1970, el senador y activista ambiental Gaylord Nelson propuso la creación de una agencia ambiental, desencadenando una manifestación masiva que atrajo a miles de estudiantes y comunidades de todo Estados Unidos. Esta presión social culminó en la creación de la Agencia de Protección Ambiental y una serie de leyes destinadas a proteger nuestro medio ambiente, sentando así las bases para el movimiento ambiental moderno. En 1972, la primera Cumbre de la Tierra en Estocolmo reunió a líderes mundiales para abordar los problemas ambientales a escala global, marcando un hito en la conciencia ambiental mundial. El lema del Día Internacional de la Madre Tierra para el año 2024, “Planeta vs plásticos”, subraya la urgencia de abordar la crisis de los plásticos. La necesidad de reducir la producción de plásticos en un 60% para el año 2040 es imperativa, ya que estos contaminantes afectan directamente la salud humana y la salud del planeta. Es fundamental y urgente la necesidad de acabar con los plásticos por el bien de la salud humana y del planeta. Desde sus modestos inicios hasta su papel actual como plataforma para la conciencia ambiental global, el Día de la Tierra continúa inspirando a personas de todo el mundo a unirse en la lucha por un futuro sostenible. ¡Cada gesto cuenta en esta batalla por nuestro hogar compartido! https://www.tiktok.com/@mscnoticias
El Domingo de Ramos es el día que marca el inicio de la Semana Santa en la tradición cristiana, conmemorando la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén. Este día está lleno de simbolismo y significado religioso para los cristianos, pero en términos de “misterios”, podrían interpretarse algunos aspectos simbólicos o teológicos: La entrada triunfal de Jesús: Este evento, mencionado en los evangelios, es la base del Domingo de Ramos. Jesús entra en Jerusalén montado en un burro, mientras la multitud lo aclama y lo saluda con ramas de palma y ropas extendidas en su camino. El misterio aquí radica en la comprensión del significado de esta entrada en el contexto de la misión de Jesús y su relación con el reino de Dios. El cambio de actitud de la multitud: Es intrigante cómo la multitud que aclama a Jesús en su entrada triunfal el Domingo de Ramos luego se convierte en la misma multitud que lo rechaza y pide su crucifixión pocos días después. Este cambio repentino de actitud puede ser objeto de reflexión sobre la naturaleza humana y la fragilidad de las lealtades populares. El simbolismo de las palmas y las ramas: En muchas tradiciones cristianas, se llevan palmas y ramas durante las celebraciones del Domingo de Ramos como símbolo de victoria y triunfo. Estos elementos pueden representar la victoria espiritual sobre el pecado y la muerte que Jesús trae consigo, pero también pueden ser interpretados como un recordatorio de la naturaleza efímera de los triunfos terrenales. El comienzo de la Semana Santa: El Domingo de Ramos marca el inicio de la Semana Santa, un período de intensa reflexión y conmemoración para los cristianos. Este tiempo está lleno de rituales y tradiciones que recuerdan los eventos finales de la vida de Jesús, desde la Última Cena hasta su crucifixión y resurrección. Los misterios aquí son los propios misterios de la fe cristiana: la pasión, muerte y resurrección de Jesús, y su significado para la salvación de la humanidad. En resumen, el Domingo de Ramos está envuelto en una serie de misterios religiosos y simbolismos que invitan a la reflexión y la contemplación sobre la fe cristiana y el significado de la vida y la obra de Jesucristo. https://www.tiktok.com/@mscnoticias