San Cristóbal, 10 de agosto de 2020 (Prensa Deportivo Táchira F.C.).- “¡Golazo del loco!”. Muchas veces se oyó decir con entusiasmo esta frase en el Templo del balompié venezolano, cada vez que Dioni Guerra marcaba con la camiseta Aurinegra.
Aunque su estadía en el club fue corta, apenas jugó el Apertura de 1998, Guerra se ganó el cariño de la afición, por el amor y el respeto que demostró en todo momento por la camiseta.
Su irreverencia, su rebeldía y sus particulares celebraciones de los goles, le hizo ganarse el apodo de “El Loco”, por parte de la afición que se reafirmaba en la cumbre con cada gol que Dioni le regalaba.
“Estuve poco tiempo pero la afición me agarró cariño porque sudé la camiseta; es lindo jugar con estos colores ante 30 mil personas, cada gol que hacía lo celebraba a mi manera y a la gente le gustaba”, expresó.
Guerra afirmó que su estadía en San Cristóbal es inolvidable, no solo por la empatía que hubo con la afición y con la ciudad, sino por hechos históricos que marcaron su paso por tierras cordiales.
“Me monté en el techo de un bus con la bandera del Táchira, entrando al estadio me vio el técnico Cavalieri y me regañó muy fuerte, pero valió la pena porque habíamos quedado campeones”, recordó.
Otra anécdota de su experiencia en el Aurinegro, guarda relación con una sorpresa que recibió dentro del terreno, luego de marcar un gol.
“Lo fui a celebrar, en ese momento se lanzó un hincha al terreno, la policía lo correteó y cuando lo vi, me di cuenta que era mi hermano Douglas. Lo acompañé a subir a la tribuna y a la gente le gustó la actitud que asumí en ese momento”, expresó.
Radicado en Chile, se encuentra momentáneamente sin ejercer funciones debido a la pandemia de la COVID-19 que azota al país austral, pero con la esperanza de volver a los terrenos de juego, a seguir creciendo bajo la figura de entrenador de categorías menores en la escuela “Dioni Guerra”.
Nacido en Puerto La Cruz, estado Anzoátegui el 27 de septiembre de 1971, Dioni José Guerra Ford está casado con Ximena Toledo de Guerra con quien tiene cuatro hijos; Rossmaury, Darío, Denisse y Danna. FIN/ Daniel Suárez. Fotos: Gennaro Pascale/ Archivo DTFC.
Tōru Iwatani nació el 25 de enero de 1955 en Japón. Este dato lo posiciona como una figura clave en la historia de los videojuegos, ya que en su juventud creó uno de los títulos más emblemáticos de la industria. Tōru Iwatani desarrollador de videojuegos japonés, conocido principalmente por ser el creador del icónico videojuego Pac-Man, lanzado en 1980 por la compañía Namco (ahora Bandai Namco). Este juego se convirtió en un fenómeno global y es considerado uno de los títulos más influyentes en la historia de los videojuegos. Iwatani diseñó Pac-Man con la intención de crear un juego que atrajera a un público más amplio, especialmente a mujeres, quienes no estaban tan involucradas en el mercado de los videojuegos en aquel entonces. Inspirado en conceptos simples, como la comida y el acto de “comer”, Iwatani desarrolló al famoso personaje amarillo basado en una pizza con una porción faltante. El juego se centra en un diseño no violento y en un estilo visual amigable. Además de Pac-Man, Iwatani trabajó en otros proyectos para Namco, aunque ninguno alcanzó el nivel de popularidad de este clásico. Más adelante, se dedicó a la enseñanza de diseño y desarrollo de videojuegos en universidades japonesas, donde continúa inspirando a nuevas generaciones de creadores. https://www.tiktok.com/@mscnoticias
La celebración del Espíritu de la Navidad es una tradición que combina elementos espirituales y culturales, especialmente popular en varios países de América Latina y algunas partes de Europa. Esta festividad ocurre el 21 de diciembre, coincidiendo con el solsticio de invierno en el hemisferio norte, marcando el día más corto y la noche más larga del año. Se considera un momento de reflexión, renovación y apertura para atraer energías positivas, armonía y prosperidad. Origen y significado Aunque no tiene un origen religioso específico, la celebración está vinculada al simbolismo de la luz que vence a la oscuridad, un concepto presente en muchas culturas. En esta fecha, se invita al Espíritu de la Navidad, una entidad simbólica asociada con la abundancia, el amor y la paz, a llenar los hogares con bendiciones. Rituales comunes Durante la noche del 21 de diciembre, las familias suelen reunirse para realizar rituales que promuevan la armonía y la prosperidad. Algunos de estos incluyen: Escribir deseos: Se escriben en papel los anhelos para el próximo año, tanto personales como colectivos. Limpiezas energéticas: Se realizan limpiezas en el hogar con incienso, velas aromáticas o aceites esenciales para atraer buenas energías. Cena especial: Se comparte una comida sencilla, generalmente vegetariana, en un ambiente de gratitud. Donaciones: Se fomenta el acto de dar, ya sea con regalos simbólicos o ayuda a quienes lo necesitan. Significado actual Hoy en día, el Espíritu de la Navidad es visto como una oportunidad para conectarse con lo esencial, reflexionar sobre el año que termina y proyectar intenciones positivas para el futuro. Más allá de las creencias personales, es una práctica que invita a valorar la gratitud, el amor y la generosidad como pilares para iniciar un nuevo ciclo. https://www.tiktok.com/@mscnoticias