La obra Concertino para piano y orquesta, del compositor Andrés Levell, obtuvo el Premio Schnoegass de Composición de la décima edición del Concurso Nacional “El Piano Venezolano” 2020, que organiza la Fundación Edmundo y Hilde Schnoegass, mientras que el 2do Premio de Composición de la competencia correspondió a la obra Relatos de identidad, Rapsodia para piano y orquesta del compositor Abraham Urdaneta Medina.
El Concurso Nacional de Composición de “El Piano Venezolano” para esta edición invitó a participar, por primera vez en su historia, a compositores entre 15 y 45 años de edad, recibiéndose obras provenientes de distintos puntos de la geografía nacional (Distrito Capital, Táchira, Trujillo, Carabobo, Miranda) e internacional (California, USA).
Este año el concurso contó con un total de 12 obras en competencia, ratificando el talento de jóvenes creadores con que cuenta nuestro país. A juicio de los organizadores de este evento, todas ellas de gran nivel compositivo, aun cuando se exigió un formato de gran envergadura y complejidad: una obra para piano solista y orquesta, y cuyo resultado enriquece de manera significativa el repertorio venezolano para piano y orquesta de nuestros días.
El jurado, integrado por especialistas de amplia experiencia en el área de la composición, interpretación y docencia, como son los maestros Diana Arismendi, Miguel Astor y Cesar Maldonado, otorgó el Premio Schnoegass de Composición 2020 a la obra Concertino para piano y orquesta de Andrés Levell, por considerar “su acertada utilización de la escritura musical en función de una metáfora y una idea estética y artística, aportando elementos melódicos y rítmicos de un carácter expresivo claramente latinoamericano, que lo hacen distintivo y original”. La pieza se estrenará el día 08 de noviembre de 2020 bajo la interpretación pianística del triunfador del Premio Schnoegass de Ejecución Pianística del Nivel III y la Orquesta Sinfónica Gran Mariscal de Ayacucho bajo la dirección de Elisa Vega.
El autor de la pieza ganadora, Andrés Levell (Caracas, 1983), es un compositor, pianista y escritor venezolano de reconocida trayectoria en el ámbito musical, que ha recibido diversos galardones, entre los que se incluyen el Premio Antonio Estévez de Composición Musical de la Orquesta Sinfónica de Venezuela 2012; Primer Premio del II Salón Nacional de Jóvenes Compositores 2005; Premio Especial del Jurado (2015) y Premio Especial del Público (2013) del I y II Concurso Nacional de Composición de la Orquesta Sinfónica Simón Bolívar. Igualmente ha recibido dos Menciones Honoríficas en el Premio Municipal de Música (2007 y 2008) y en el Concurso El Piano Venezolano mención Composición (2018). Recibió becas del convenio UNESCO-Aschberg (México, 2004) y de la Fundación Antonio Gala (España, 2005-2006).
Por su parte, la obra Relatos de identidad, Rapsodia para piano y orquesta del compositor Abraham Urdaneta Medina, se hizo acreedora del 2do Premio al destacarse “su estructura coherente e inteligentemente planteada, que permite momentos de protagonismo, tanto al piano como a la orquesta. Todo esto subrayado por una excelente orquestación, una propuesta métrica no regular y el uso de figurajes rítmicos no habituales, dando a la obra un carácter rapsódico de sutil belleza”.
Su autor, Abraham Urdaneta (Caracas, 1996), ha tenido la oportunidad de estrenar públicamente sus creaciones desde 2013, participando en varias ocasiones como intérprete de sus propias obras. En dos oportunidades (2016 y 2018) sus composiciones han sido seleccionadas por el Festival Latinoamericano de Música para ser llevadas a estreno. En 2019 estrenó el poema sinfónico “Lanzas Coloradas”, interpretado por la Orquesta Sinfónica Francisco de Miranda, dirigida por el maestro José Ricardo Pacheco, estreno que le valió elogios de la crítica y atención de la prensa. En el mismo año, la Orquesta Sinfónica Juan José Landaeta estrena, bajo la batuta del maestro Antonio Mayorca, su Toccata Concertante para orquesta de cuerda. Actualmente cursa estudios de Maestría en Composición en la Universidad Simón Bolívar, Caracas, Venezuela.
El Concurso Nacional “El Piano Venezolano” fue creado por iniciativa de la pianista y pedagoga Guiomar Narváez y la Fundación Edmundo y Hilde Schnoegass, teniendo como objetivo enaltecer el repertorio pianístico nacional y construir país a través del reforzamiento de valores excelencia, de meritocracia, educación y cultura musicales, fundamentados en el criterio “labor en Sí sostenido”.
Su décima edición cuenta con la dirección artística de Carlos Sala Ballester (Director orquestal, coral, pianista y docente universitario), y la coordinación artística de Carlos Rada Alayón (Doctor en Cultura y Arte para Latinoamérica y el Caribe), y culminará el 08 de noviembre de 2020 con la premiación del Concurso de Ejecución Pianística, cuya fecha límite de inscripción finaliza el próximo 15 de septiembre de este mismo año.
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Tōru Iwatani nació el 25 de enero de 1955 en Japón. Este dato lo posiciona como una figura clave en la historia de los videojuegos, ya que en su juventud creó uno de los títulos más emblemáticos de la industria. Tōru Iwatani desarrollador de videojuegos japonés, conocido principalmente por ser el creador del icónico videojuego Pac-Man, lanzado en 1980 por la compañía Namco (ahora Bandai Namco). Este juego se convirtió en un fenómeno global y es considerado uno de los títulos más influyentes en la historia de los videojuegos. Iwatani diseñó Pac-Man con la intención de crear un juego que atrajera a un público más amplio, especialmente a mujeres, quienes no estaban tan involucradas en el mercado de los videojuegos en aquel entonces. Inspirado en conceptos simples, como la comida y el acto de “comer”, Iwatani desarrolló al famoso personaje amarillo basado en una pizza con una porción faltante. El juego se centra en un diseño no violento y en un estilo visual amigable. Además de Pac-Man, Iwatani trabajó en otros proyectos para Namco, aunque ninguno alcanzó el nivel de popularidad de este clásico. Más adelante, se dedicó a la enseñanza de diseño y desarrollo de videojuegos en universidades japonesas, donde continúa inspirando a nuevas generaciones de creadores. https://www.tiktok.com/@mscnoticias
La celebración del Espíritu de la Navidad es una tradición que combina elementos espirituales y culturales, especialmente popular en varios países de América Latina y algunas partes de Europa. Esta festividad ocurre el 21 de diciembre, coincidiendo con el solsticio de invierno en el hemisferio norte, marcando el día más corto y la noche más larga del año. Se considera un momento de reflexión, renovación y apertura para atraer energías positivas, armonía y prosperidad. Origen y significado Aunque no tiene un origen religioso específico, la celebración está vinculada al simbolismo de la luz que vence a la oscuridad, un concepto presente en muchas culturas. En esta fecha, se invita al Espíritu de la Navidad, una entidad simbólica asociada con la abundancia, el amor y la paz, a llenar los hogares con bendiciones. Rituales comunes Durante la noche del 21 de diciembre, las familias suelen reunirse para realizar rituales que promuevan la armonía y la prosperidad. Algunos de estos incluyen: Escribir deseos: Se escriben en papel los anhelos para el próximo año, tanto personales como colectivos. Limpiezas energéticas: Se realizan limpiezas en el hogar con incienso, velas aromáticas o aceites esenciales para atraer buenas energías. Cena especial: Se comparte una comida sencilla, generalmente vegetariana, en un ambiente de gratitud. Donaciones: Se fomenta el acto de dar, ya sea con regalos simbólicos o ayuda a quienes lo necesitan. Significado actual Hoy en día, el Espíritu de la Navidad es visto como una oportunidad para conectarse con lo esencial, reflexionar sobre el año que termina y proyectar intenciones positivas para el futuro. Más allá de las creencias personales, es una práctica que invita a valorar la gratitud, el amor y la generosidad como pilares para iniciar un nuevo ciclo. https://www.tiktok.com/@mscnoticias