El desempleo y el ocio juegan a favor de estos esquemas fraudulentos.
La única forma de ganar dinero con estos sistemas, es quitándole a otro.
Durante esta pandemia del coronavirus (COVID-19), donde el mundo está casi detenido y muchas actividades económicas paralizadas, he presenciado un resurgimiento de esquemas piramidales, sistemas Ponzi y demás organizaciones fraudulentas. Utilizan de excusa a bitcoin, otras criptomonedas, binarias, trading o cualquier nueva moda para reinventarse y aprovecharse de tantas personas ociosas y desesperadas que están encerradas en sus casas, sin producir, con gastos, algunas hasta desempleadas, por la cuarentena.
Debido al COVID-19 muchos sectores económicos fueron gravemente afectados: el turismo, el comercio al por menor no alimentario, el transporte, el textil, los bienes de consumo duradero y las actividades de ocio y culturales. En América latina, el 44% de los trabajadores participa en estos sectores de alto riesgo, por lo que la Organización Internacional del Trabajo (OIT) ha estimado que se pierdan 17 millones de empleos en toda la región.
Esto muestra indicios de la cantidad de personas que van a tener que sobrevivir de sus ahorros o reinventarse y buscar nuevas formas de ingresos para no morirse de hambre. Este grupo de personas, seguramente, en su desesperación son las víctimas perfectas para cualquier tipo de esquema piramidal, vendidos como negocios “seguros” y con condiciones opacas.
Con este ingrediente y el ocio de las personas, muchos inescrupulosos por redes sociales han salido a la búsqueda de nuevas víctimas para sus esquemas fraudulentos. Esto explicaría porque algunas personas que alguna vez fueron actores reconocidos, se han sumado a la promoción de estos esquemas fraudulentos.
Más que nunca, el volumen de mensajes publicitarios de estos esquemas se ha viralizado. Ofertas de “vuélvete tu propio jefe”, “hazte rico trabajando desde el celular” y otros cuentos, llegan a familiares y amigos residenciados en varios países de Latinoamérica. Incluso, se están agregando otros sistemas fraudulentos más sofisticados con contratos inteligentes de Ethereum; sus promotores probablemente piensan que les da más credibilidad. Anteriormente, eran vistos como unos experimentos para entendidos de Ethereum.
Produce risa que algunas personas que entienden algo de nuevas tecnologías, quieren utilizar lo poco que saben de estas para impresionar a incautos y mostrarse como el “nuevo negocio del siglo”, algo que ya hemos visto en el pasado. Por lo complicado de estas, crean múltiples formas de engaños: desde un claro esquema piramidal “que usa blockchain” hasta la fiebre ICO del 2017 (siglas en inglés para Oferta inicial de criptomonedas) donde robaron más de USD 100 millones.
Dicho todo esto, me gustaría recurrir a la consciencia de quienes piensen entrar a un esquema piramidal por desesperación o porque es “tremendo negocio”: la única forma de sacar beneficio de estos sistemas, es metiendo a otras personas; pueden terminar perdiendo su dinero si no meten más gente.
No es ético perjudicar a sus familiares o amigos promocionando estos “proyectos” por unos cuantos dólares al momento. Cuando les presentan estos negocios “demasiados buenos para ser verdad”, seguro su propio instinto les dice que hay algo raro, si le hacen caso pueden evitar ser como varias víctimas de AirBit Club en México, que llevan tiempo luchando por recuperar su dinero por caer en dicho esquema.
¿Vale la pena arruinar su reputación personal y arriesgar sus ahorros por este tipo de negocios fraudulentos? Eviten cumplir el dicho: Pan para hoy, hambre para mañana.
Fuente Aliada
Por José Rafael Peña
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El tercer lunes de enero es el día más triste del año. El Blue Monday, o Lunes Triste, es un fenómeno que ha capturado la atención de muchos, especialmente a nivel emocional y psicológico. Según el psicólogo Cliff Arnald, este día, que ocurre el tercer lunes de enero, es considerado el más triste del año. La combinación de factores emocionales y físicos que afectan a las personas durante este período contribuye a que muchos lo vivan con un sentimiento de depresión o desánimo. Tras las celebraciones navideñas, muchas familias aún no se han recuperado, tanto a nivel económico como emocional. Los excesos durante las fiestas, la falta de rutinas y el descontrol de la temporada festiva generan un desequilibrio en la vida diaria de las personas. A esto se suma la presión de los propósitos de Año Nuevo, que suelen parecer más difíciles de alcanzar conforme avanzan los días. Las metas, que en un inicio se veían como una motivación, se convierten en un recordatorio de las dificultades por superar, lo que provoca una profunda decepción. Este contexto emocional se ve reflejado en un alto índice de personas que sienten que sus expectativas para el inicio del año se desmoronan rápidamente. El Blue Monday se convierte así en un día emblemático para aquellos que se enfrentan a esta realidad emocional. Sin embargo, más allá del fenómeno en sí, es importante considerar que este sentimiento de tristeza puede ser superado si se cuentan con las herramientas adecuadas para enfrentar los desafíos personales, laborales y emocionales. Es fundamental reconocer este fenómeno como un proceso natural y tomar conciencia de la importancia de la salud mental para poder seguir adelante con una actitud positiva y resiliente. https://www.tiktok.com/@mscnoticias
La celebración del Espíritu de la Navidad es una tradición que combina elementos espirituales y culturales, especialmente popular en varios países de América Latina y algunas partes de Europa. Esta festividad ocurre el 21 de diciembre, coincidiendo con el solsticio de invierno en el hemisferio norte, marcando el día más corto y la noche más larga del año. Se considera un momento de reflexión, renovación y apertura para atraer energías positivas, armonía y prosperidad. Origen y significado Aunque no tiene un origen religioso específico, la celebración está vinculada al simbolismo de la luz que vence a la oscuridad, un concepto presente en muchas culturas. En esta fecha, se invita al Espíritu de la Navidad, una entidad simbólica asociada con la abundancia, el amor y la paz, a llenar los hogares con bendiciones. Rituales comunes Durante la noche del 21 de diciembre, las familias suelen reunirse para realizar rituales que promuevan la armonía y la prosperidad. Algunos de estos incluyen: Escribir deseos: Se escriben en papel los anhelos para el próximo año, tanto personales como colectivos. Limpiezas energéticas: Se realizan limpiezas en el hogar con incienso, velas aromáticas o aceites esenciales para atraer buenas energías. Cena especial: Se comparte una comida sencilla, generalmente vegetariana, en un ambiente de gratitud. Donaciones: Se fomenta el acto de dar, ya sea con regalos simbólicos o ayuda a quienes lo necesitan. Significado actual Hoy en día, el Espíritu de la Navidad es visto como una oportunidad para conectarse con lo esencial, reflexionar sobre el año que termina y proyectar intenciones positivas para el futuro. Más allá de las creencias personales, es una práctica que invita a valorar la gratitud, el amor y la generosidad como pilares para iniciar un nuevo ciclo. https://www.tiktok.com/@mscnoticias