Trujillo es uno de los veintitrés estados que, junto con el Distrito Capital y las Dependencias Federales, forman la República Bolivariana de Venezuela. Su capital es la homónima Trujillo y su ciudad más poblada, Valera. Está ubicado al oeste del país, en la región de los Andes. Limita al norte con Zulia y Lara, al este con Portuguesa, al sur con Barinas, al suroeste con Mérida y al oeste con el lago Maracaibo
La ciudad de Trujillo es fundada en 1557 por el conquistador y capitán Diego García de Paredes, en honor a su pueblo homónimo y natal localizado en Extremadura, España. La hostilidad de los indios kuikas y las calamidades naturales obligaron a cambios de asentamiento, pero el 27 de octubre de 1570 la villa sería ubicada finalmente con el nombre temporal de Trujillo de Nuestra Señora de la Paz. También se le conoce como Ciudad Portátil por sus múltiples fundaciones debido a la aguerrida resistencia de los indígenas que habitaban ese territorio al defender sus tierras. .
Su capital Trujillo, Valera, la ciudad más populosa del estado y principal centro comercial, Boconó, Escuque, Betijoque, Monay y Pampán.
El Turismo en la región es muy interesante, en la propia Capital del estado son dignos de mención el Monumento al Armisticio y el de la Virgen de la Paz, a éste que queda al sur de la ciudad hay que visitarlo para contemplar su altura y belleza y la Virgen, parece que estuviera bendiciendo a la ciudad.
El Monumento a la Virgen de la Paz: En el cerro llamado Peña de la Virgen, se encuentra uno de los atractivos turísticos religiosos más importante del estado Trujillo: el monumento a la Virgen de la Paz, la escultura más alta de América, obra del artista Manuel de la Fuente, inaugurado el 21 de diciembre de 1993, siendo el presidente de ese momento el Dr. Luis Herrera.
Tiene una altura de 46,72 metros y un peso de 1.200 toneladas. Consta de cinco miradores desde donde se puede divisar el lago de Maracaibo. Es el Monumento habitable más alto de América, superando a la Estatua de la Libertad en EE.UU y al Cristo Redentor en Brasil, también es la Escultura dedicada a la Virgen Maria más alta del Mundo
De allí y si se tiene vehículo con tracción a las cuatro ruedas se puede proseguir a uno de los pueblos más bello de los Andes, el de La Quebrada, con sus calles pintadas cada una con un color diferente. Otro pueblo espectacular, que bien merece una visita, es Jajó.
En Betijoque queda el Parque Esteban Valera y La Abejita, que tiene un hermoso mirador de donde se divisa el lago de Maracaibo. Boconó es la ciudad más hermosa del estado y posee el Mirador Natural de Las Lomas y allí cerca en la quebrada de Boconó se puede practicar la pesca de la trucha.
Otra visita obligada para los devotos del Santo Venezolano el Dr. José Gregorio Hernández “El Médico de los Pobres”.
El Monumento o capilla del Dr. José Gregorio Hernández: dedicada al santo Venezolano personaje nativo del estado, a quién el pueblo Venezolano le estima y venera por su abnegada caridad y don de servicio con sus pacientes. Esta capilla se encuentra en la población de Isnotú, la cual es visitada durante cualquier época del año por miles de feligreses, que se han visto favorecidos por sus gracias.
El 17 de noviembre conmemora el Día Internacional del Síndrome de Smith Magenis, un hito que destaca la relevancia de esta condición genética descubierta en los años 80 por Ana Smith y Ellen Magenis, una pionera en genética molecular. Este síndrome, vinculado a una deficiencia en el cromosoma 17, afecta aproximadamente a 1 persona de cada 15.000/25.000 nacimientos, manifestándose con una variedad de síntomas físicos y conductuales, acompañados de un retraso mental de gravedad variable y anomalías congénitas. Las asociaciones dedicadas al Síndrome de Smith Magenis organizan eventos con el objetivo claro de sensibilizar tanto a la población en general como a los profesionales de la salud. Entre las metas fundamentales de estas iniciativas se encuentran: Impulsar la Detección Precoz: Fomentar la identificación temprana de la enfermedad, garantizando un abordaje más efectivo desde sus primeras etapas. Atender las Necesidades de los Afectados: Buscar soluciones integrales que aborden las necesidades terapéuticas, educativas y asistenciales de quienes conviven con este síndrome, así como proporcionar un sólido apoyo a sus familias. Promover la Investigación: Lanzar un llamamiento apasionado a la investigación, destacando la importancia de explorar y comprender más a fondo esta patología para mejorar la calidad de vida de quienes la padecen. Generar Conciencia Pública: Ampliar el conocimiento general sobre el Síndrome de Smith Magenis es esencial. Con campañas educativas, se busca sensibilizar a la población acerca de la existencia de esta condición y fomentar la empatía y la comprensión.
El Día de los Muertos es una festividad tradicional mexicana que tiene raíces profundas en la cultura indígena precolombina de México, especialmente entre los pueblos aztecas, mayas, purepechas y totonacas. Esta celebración se lleva a cabo el 1 y 2 de noviembre, coincidiendo con el Día de Todos los Santos y el Día de los Muertos en el calendario católico, lo que es una muestra de la fusión de las tradiciones indígenas y europeas después de la conquista española en el siglo XVI. Las razones por las cuales se celebra el Día de los Muertos en México son variadas: Conexión con las creencias indígenas: Los pueblos indígenas de México tenían una profunda conexión con la muerte y creían que la vida después de la muerte era una parte natural del ciclo de la vida. Celebraban a sus muertos a través de rituales y ofrendas mucho antes de la llegada de los españoles. Sincretismo religioso: Después de la conquista española, la religión católica se combinó con las creencias indígenas para dar lugar a esta festividad. Los colonizadores españoles intentaron reemplazar las creencias indígenas con las suyas, pero en lugar de erradicar las tradiciones preexistentes, se incorporaron elementos católicos en la celebración de los muertos. Homenaje a los seres queridos fallecidos: El Día de los Muertos es una forma de honrar y recordar a los seres queridos que han fallecido. Las familias crean altares o ofrendas que incluyen fotos, velas, flores, alimentos y objetos personales de los difuntos para recibir sus espíritus y celebrar su memoria. Celebración de la vida: Aunque pueda parecer paradójico, el Día de los Muertos no es una festividad triste, sino más bien una celebración de la vida. Se cree que durante estos días, los difuntos regresan a visitar a sus seres queridos, y se les recibe con música, baile y comida. Conservación de la identidad cultural: El Día de los Muertos es una de las festividades más importantes en la cultura mexicana, y su celebración contribuye a la preservación de las tradiciones y la identidad cultural del país. En resumen, el Día de los Muertos en México es una festividad arraigada en las creencias indígenas, el sincretismo religioso y la conexión con los seres queridos fallecidos. Es una celebración única que combina elementos de alegría, respeto y espiritualidad, y juega un papel importante en la cultura mexicana.