Seguros Venezuela apuesta por buscar nuevos canales para pagos de pólizas
*** Rentabilizar espacios o inmuebles no ocupados para tener ingresos adicionales y tratar de reinvertir un porcentaje de la rentabilidad mensual son vías para lograrlo afirma Carlos Rodríguez, gerente de Administración y Finanzas de SV
Situaciones como el cierre de empresas, la diáspora venezolana y el alza del dólar ha motivado la reevaluación de los planes y metas de las aseguradoras en Venezuela para garantizar la rentabilidad de este modelo de negocio, mientras se mantiene el confinamiento obligatorio como consecuencia de la pandemia del COVID-19 que vive el mundo entero.
En este sentido Seguros Venezuela (SV) se ha ajustado a la nueva realidad, por una parte garantizando la atención al cliente y colaboradores mediante teletrabajo, y por otra detectando oportunidades a pesar del cierre de empresas cuyas pólizas hayan sido anuladas.
Carlos Rodríguez, gerente de Administración y Finanzasde Seguros Venezuela, con 23 años de servicios dentro de esta organización, explica que “la planificación es el punto más importante para garantizar una eficiente administración dentro de la aseguradora”.
Señala que el mayor reto en la actualidad es lograr mantener la eficiencia y hacer productiva a Seguros Venezuela para lo cual se enfocan en puntos claves, entre los que está lograr incrementar los canales de cobro a través de alianzas bancarias y tecnológicas para brindar comodidad a los clientes, garantizándoles múltiples formas de pago.
“Debemos además buscar la rentabilidad de la compañía y también supone como punto estratégico, rentabilizar nuestros espacios o inmuebles no ocupados para tener ingresos adicionales a nuestra actividad económica principal como lo es seguro y reaseguros, y tratar de reinvertir al menos un 25% de la rentabilidad mensual para la protección de los recursos en nuestro país,” concluyó el experto en aseguradoras.
Explica que la inflación ha motivado además la reconducción del presupuesto y por ello realizan un trabajo estratégico para maximizar el uso de los recursos disponibles.
“Lamentablemente no se cuenta con la cantidad de personal calificado en el mercado laboral venezolano para conformar los equipos de trabajo ideales, y hemos tenido que compensar ausencias. Hemos hecho rotaciones de personal, reestructuramos equipos mediante evaluaciones y seguimientos del trabajo continuo y el entrenamiento constante nos permite ayudarlos a que cada día sean mejores en lo que hacen”, puntualizó Rodríguez.
El tercer lunes de enero es el día más triste del año. El Blue Monday, o Lunes Triste, es un fenómeno que ha capturado la atención de muchos, especialmente a nivel emocional y psicológico. Según el psicólogo Cliff Arnald, este día, que ocurre el tercer lunes de enero, es considerado el más triste del año. La combinación de factores emocionales y físicos que afectan a las personas durante este período contribuye a que muchos lo vivan con un sentimiento de depresión o desánimo. Tras las celebraciones navideñas, muchas familias aún no se han recuperado, tanto a nivel económico como emocional. Los excesos durante las fiestas, la falta de rutinas y el descontrol de la temporada festiva generan un desequilibrio en la vida diaria de las personas. A esto se suma la presión de los propósitos de Año Nuevo, que suelen parecer más difíciles de alcanzar conforme avanzan los días. Las metas, que en un inicio se veían como una motivación, se convierten en un recordatorio de las dificultades por superar, lo que provoca una profunda decepción. Este contexto emocional se ve reflejado en un alto índice de personas que sienten que sus expectativas para el inicio del año se desmoronan rápidamente. El Blue Monday se convierte así en un día emblemático para aquellos que se enfrentan a esta realidad emocional. Sin embargo, más allá del fenómeno en sí, es importante considerar que este sentimiento de tristeza puede ser superado si se cuentan con las herramientas adecuadas para enfrentar los desafíos personales, laborales y emocionales. Es fundamental reconocer este fenómeno como un proceso natural y tomar conciencia de la importancia de la salud mental para poder seguir adelante con una actitud positiva y resiliente. https://www.tiktok.com/@mscnoticias
La celebración del Espíritu de la Navidad es una tradición que combina elementos espirituales y culturales, especialmente popular en varios países de América Latina y algunas partes de Europa. Esta festividad ocurre el 21 de diciembre, coincidiendo con el solsticio de invierno en el hemisferio norte, marcando el día más corto y la noche más larga del año. Se considera un momento de reflexión, renovación y apertura para atraer energías positivas, armonía y prosperidad. Origen y significado Aunque no tiene un origen religioso específico, la celebración está vinculada al simbolismo de la luz que vence a la oscuridad, un concepto presente en muchas culturas. En esta fecha, se invita al Espíritu de la Navidad, una entidad simbólica asociada con la abundancia, el amor y la paz, a llenar los hogares con bendiciones. Rituales comunes Durante la noche del 21 de diciembre, las familias suelen reunirse para realizar rituales que promuevan la armonía y la prosperidad. Algunos de estos incluyen: Escribir deseos: Se escriben en papel los anhelos para el próximo año, tanto personales como colectivos. Limpiezas energéticas: Se realizan limpiezas en el hogar con incienso, velas aromáticas o aceites esenciales para atraer buenas energías. Cena especial: Se comparte una comida sencilla, generalmente vegetariana, en un ambiente de gratitud. Donaciones: Se fomenta el acto de dar, ya sea con regalos simbólicos o ayuda a quienes lo necesitan. Significado actual Hoy en día, el Espíritu de la Navidad es visto como una oportunidad para conectarse con lo esencial, reflexionar sobre el año que termina y proyectar intenciones positivas para el futuro. Más allá de las creencias personales, es una práctica que invita a valorar la gratitud, el amor y la generosidad como pilares para iniciar un nuevo ciclo. https://www.tiktok.com/@mscnoticias