El Hotel Humboldt, ubicado en la cima del cerro El Ávila en Caracas, Venezuela es un icono en la arquitectura venezolana por su diseño de vanguardia. Su construcción se realizó en 199 días de 200 dispuestos por el gobierno de entonces, entre los meses de mayo y noviembre de 1956.
El hotel deriva su nombre al naturalista alemán Alejandro von Humboldt (1769-1859) quién además de las múltiples expediciones a la geografía nacional, recorrió las montañas y dejó por escrito sus observaciones
El complejo fue iniciado en el gobierno del General Marcos Pérez Jiménez y estuvo a cargo de los ingenieros Gustavo Larrazábal, Oscar Urreiztieta y la compañía venezolana ENECA. El diseño original del hotel y de la estación Ávila son del arquitecto Tomás José Sanabria, quien formó parte de la segunda generación de arquitectos venezolanos formados en el exterior e impulsores del estilo internacional. El paisajismo era responsabilidad de Roberto Burle Marx pero debido al corto tiempo nunca se llevó a cabo.
Fue estrenado por el Poder Ejecutivo el 11 de diciembre de 1956 e inaugurado el 29 de diciembre del mismo año. Marcos Pérez Jiménez lo calificó como hostería de la cota 2000.
Los teleféricos empezaron a funcionar al público en diciembre del mismo año y fue entregado a la Gobernación del antiguo Distrito Federal, ahora Distrito Capital, con la intención de incorporarlo al patrimonio turístico y de tenerlo en mantenimiento constante.
Según algunos historiadores y arquitectos, el edificio tenía como propósito principal servir como punto estratégico militar, dado el caso de que las vías de acceso de la ciudad llegaran a colapsar, les permitiría movilizar a más de 800 soldados por hora a través del teleférico. Aun así, el hotel no brindó servicios militares, más bien, se realizaron importantes eventos cívicos de entretenimiento. Tuvo un tiempo de operaciones muy corto, funcionó desde 1957 a 1961 donde tuvo que ser cerrado debido a la paralización del sistema teleférico del litoral, que duro hasta 1967. Fue entregado en concesión a la cadena hotelera Sheraton en 1965, pero debido a las continuas reformas en el diseño del mismo y a la perdida de dinero por parte de la administradora el servicio del hotel fracasó y tuvo que ser cerrado. En los años 70’s fue entregado al INCE para convertirlo en centro de estudios, y posteriormente se convirtió en Hotel Escuela. Finalmente un incidente en el sistema teleférico de Caracas provocaría el abandono del complejo en 1977.
El hotel fue rescatado a mediados de los años 80’s e inaugurado junto al sistema teleférico de Caracas el 6 de febrero de 1986. Se tiene por cierto que durante esta apertura, que duró hasta 1989, el hotel era usadas para fiestas privadas y reuniones del gobierno de turno.
El 23 de marzo de 1998 el Fondo de Inversiones de Venezuela, conjuntamente con Corpoturismo, privatizó el Hotel Humboldt y el Sistema Teleférico Caracas-Litoral. El Estado Venezolano traspasó al Consorcio Inversora Turística Caracas, ITC, la explotación del Sistema Teleférico y el Hotel Humboldt, a través de un contrato de concesión pública por treinta años (la cual fue revocada en el año 2007 por desacato e incumplimiento). El contrato transfería el derecho a explotar el Sistema Teleférico y el Hotel Humboldt, con todas las instalaciones conexas, incluyendo el desarrollo de servicios de turismo y esparcimiento relacionados con tal complejo. La empresa que resultó favorecida inició el proceso de reestructuración y rescate de las instalaciones, sin embargo, la empresa responsable causó daños al hotel y transformó los espacios internos del mismo, lo que provocó que se le fuese revocado la concesión a ITC.
A partir de agosto de 2007, después de haberse cambiado el sistema de cabinas (las antiguas cabinas eran de mayor tamaño, pero menos numerosas y se cambiaron por un nuevo sistema de cabinas más pequeñas pero de mayor capacidad de pasajeros por hora) el Teleférico y el Hotel Humboldt, junto con las instalaciones del complejo turístico, pasaron nuevamente a manos del gobierno venezolano.
Con el fin de restaurar el hotel y reactivar los servicios de hostelería y hospedaje, el Ministerio del Poder Popular para el Turismo y el Ministerio del Poder Popular para la Presidencia de la República iniciaron la restauración del Hotel Humboldt en 2012. Estas obras fueron dirigidas por el arquitecto venezolano Gregory Vertullo, especialista en restauración de monumentos arquitectónicos, además de profesionales venezolanos y extranjeros, que han expuesto su compromiso en el rescate de esta obra. La primera etapa consistió en el desmontaje de todos los agregados al conjunto que se produjeron durante las administraciones de la cadena Sheraton en 1965, el Inces y Corpoturismo, posteriormente se reforzó parte de la estructura así como las vigas y columnas con fibra de carbono, garantizando así la perdurabilidad del edificio en el tiempo. Todas las Suites fueron reacondicionadas y remodeladas manteniendo solamente una en el estado original de 1956, que funcionara como Habitación Museable para la activación de visitas guiadas. Cada habitación remodelada cuenta con baño y ducha con columna de hidromasaje y sanitarios marca TOTO, además de gabinetes y lavamanos para el uso de los huéspedes. Los baños han sido revestidos con mármol en todas sus áreas. Adyacente al baño se encuentra el dormitorio que se compone con un juego de cama queen, un tocador con espejo que se asemeja al utilizado en 1956 y un gavetero que sirve de base para un televisor de última tecnología. Las cortinas, marca Lutron, pueden ser accionadas por medio de dispositivos dentro del dormitorio o en la pequeña sala adyacente a este, que contiene un juego de muebles, mesa para computadores de los huéspedes y una lámpara colgante. De las áreas sociales del hotel en el cuerpo bajo del edificio encontramos el comedor principal, compuesto por un espacio de losas fraccionadas que contienen un gran número de mesas. Sobre estas cuelgan varios juegos de lámparas réplicas de las originales que tuvieron que ser diseñadas en 3D y posteriormente fabricadas en Caracas con un artesano local. Hacia el lado oeste, el Bar de la planta Baja cuenta nuevamente con una barra de servicios y un ventanal inclinado donde se halla la campana de cobre, aquí los visitantes podrán degustar de las mejores bebidas y pasapalos mientras disfrutan de los espectáculos o conferencias en el Salon Boite, que ha sido totalmente restaurado siguiendo los patrones originales en cuanto a revestimiento y color de las alfombras. Hacia el lado norte se encuentra la cocina secundaria y bajo esta, el área de acceso peatonal, que fue concebido por el Arq. Gregory Vertullo en la primera etapa de la obra.
Fuente: Wikipedia
La Organización de las Naciones Unidas proclama el 18 de septiembre como Día Internacional de la Igualdad Salarial, con la finalidad de resaltar la importancia de equipar la igualdad salarial por un trabajo de igual valor. La igualdad salarial o igualdad de remuneración se refiere al derecho de hombres y mujeres a recibir una remuneración equitativa por trabajos de igual valor. Este concepto considera factores como competencias, condiciones laborales, calificaciones y niveles de responsabilidad en el desempeño del puesto. Además, la igualdad salarial refuerza los derechos humanos y la igualdad de género, y cuenta con el respaldo de actores clave como la comunidad internacional, la sociedad civil, agencias de ONU Mujeres, los Estados Miembros y la Organización Internacional del Trabajo (OIT). Como antecedente histórico, tras la Segunda Guerra Mundial, en 1951 se estableció el Convenio sobre Igualdad de Remuneración, reconocido como el primer instrumento internacional que impulsó la incorporación masiva de las mujeres al mundo laboral, ocupando posiciones en la primera línea de producción en varios países. La creación de este convenio surgió como respuesta a la desigualdad salarial, vista como una clara forma de discriminación laboral. Este hito marcó el comienzo de un avance significativo hacia una mayor igualdad de género en el mercado laboral, estableciendo las bases para eliminar brechas económicas y promover un entorno laboral más justo e inclusivo. https://www.tiktok.com/@mscnoticias
La leyenda de Rómulo y Remo narra la historia de los fundadores míticos de Roma. Según el relato, Ascanio, hijo del héroe troyano Eneas, estableció la ciudad de Alba Longa a orillas del río Tíber. A lo largo de los años, sus descendientes reinaron sobre esta ciudad, hasta llegar a Numitor y su hermano Amulio. Amulio destronó a Numitor y, para evitar que tuviera descendencia que reclamara el trono, obligó a su hija, Rea Silvia, a convertirse en sacerdotisa de la diosa Vesta, asegurando así su virginidad. Sin embargo, Marte, el dios de la guerra, se unió a Rea Silvia, quien dio a luz a los gemelos Rómulo y Remo. Temiendo por su vida, Amulio ordenó que los recién nacidos fueran arrojados al Tíber en una canasta. La corriente los llevó hasta la zona de las siete colinas, cerca de la desembocadura del Tíber. Allí, una loba llamada Luperca los descubrió mientras bebía agua. Ella los llevó a su guarida en el Monte Palatino y los amamantó hasta que un pastor los encontró. El pastor y su esposa criaron a los mellizos, quienes al llegar a la adultez restauraron a Numitor en el trono de Alba Longa. Rómulo y Remo decidieron fundar una nueva ciudad como colonia de Alba Longa en el lugar donde la loba los había protegido. Así nació Roma, con Rómulo y Remo como sus primeros reyes. El mito de la loba que amamantó a los gemelos ha sido objeto de diversas interpretaciones. Algunos creen que la loba fue en realidad una mujer que cuidó de ellos, ya que el término latino “lupa” también se usaba para referirse despectivamente a las prostitutas de la época. Este relato, cargado de simbolismo, es fundamental para entender el origen mítico de una de las civilizaciones más influyentes de la historia. https://www.tiktok.com/@mscnoticias