No solo por la situación actual
En el afán de buscar posicionarse en una sociedad donde aún existe la desigualdad de género y de derechos, en el que como mujeres debemos la mayoría de las veces ejercer varios roles a lo largo del día, es difícil encontrar el tiempo para tomar conciencia sobre quiénes somos y qué queremos.
Explica la Dra. Carmen Mantellini, Ginecobstetra“Cuando nos detenemos a pensar en qué queremos lograr a veces sin quererlo nos saboteamos con lugares comunes como por ejemplo: “la mujer es más compleja” “siempre nos pasa a nosotras” “si no eres madre no estarás completa”; “a veces quisiera ser hombre” y así tantas frases, preguntas, comentarios que no nos permite entender que simplemente somos diferentes y ese es el punto de partida”.
El estrés se refleja en la mayoría de los sistemas del cuerpo, y cuando se hace crónico no lo hace de manera positiva. Incide directamente en las hormonas y en las glándulas que las producen, generando en la mujer cambios como: aumento de peso, alteración en la presión arterial, trastornos menstruales, infertilidad, entre otros.
“El estrés ya sea de manera puntual o continuada, puede por ejemplo agravar los síntomas del síndrome premenstrual, entre los que se incluyen la retención de líquidos, irritabilidad, llanto fácil y dolores de cabeza que pueden afectar las actividades cotidianas de la mujer que lo padece. El estrés logra afectar al hipotálamo, un centro regulador de prácticamente todas nuestras funciones vitales, de ahí el impacto en nuestra calidad de vida” manifiesta la Dra. Mantellini.
Explica la Dra. Mantellini, “Sabiendo esto me he unido a una charla gratuita junto a otras especialistas en un equipo multidisciplinario para dar respuestas al por qué suelen suceder cambios no solo psicológicos sino físicos que acompañan el irse o el quedarse”.Parte del hecho, de que la falta de información sobre estos temas lleva a miedos o a acciones que pueden generar mayor estrés y empeorar los síntomas.
La charla “Irse o quedarse”, estará abierta de manera gratuita el viernes 8 de Noviembre desde las 8.30 am en el centro cultural de la UCAB en Caracas. Si deseas obtener más información pueden comunicarse a través de la Red Social: Instagram: @Dramantellini.
El tercer lunes de enero es el día más triste del año. El Blue Monday, o Lunes Triste, es un fenómeno que ha capturado la atención de muchos, especialmente a nivel emocional y psicológico. Según el psicólogo Cliff Arnald, este día, que ocurre el tercer lunes de enero, es considerado el más triste del año. La combinación de factores emocionales y físicos que afectan a las personas durante este período contribuye a que muchos lo vivan con un sentimiento de depresión o desánimo. Tras las celebraciones navideñas, muchas familias aún no se han recuperado, tanto a nivel económico como emocional. Los excesos durante las fiestas, la falta de rutinas y el descontrol de la temporada festiva generan un desequilibrio en la vida diaria de las personas. A esto se suma la presión de los propósitos de Año Nuevo, que suelen parecer más difíciles de alcanzar conforme avanzan los días. Las metas, que en un inicio se veían como una motivación, se convierten en un recordatorio de las dificultades por superar, lo que provoca una profunda decepción. Este contexto emocional se ve reflejado en un alto índice de personas que sienten que sus expectativas para el inicio del año se desmoronan rápidamente. El Blue Monday se convierte así en un día emblemático para aquellos que se enfrentan a esta realidad emocional. Sin embargo, más allá del fenómeno en sí, es importante considerar que este sentimiento de tristeza puede ser superado si se cuentan con las herramientas adecuadas para enfrentar los desafíos personales, laborales y emocionales. Es fundamental reconocer este fenómeno como un proceso natural y tomar conciencia de la importancia de la salud mental para poder seguir adelante con una actitud positiva y resiliente. https://www.tiktok.com/@mscnoticias
La celebración del Espíritu de la Navidad es una tradición que combina elementos espirituales y culturales, especialmente popular en varios países de América Latina y algunas partes de Europa. Esta festividad ocurre el 21 de diciembre, coincidiendo con el solsticio de invierno en el hemisferio norte, marcando el día más corto y la noche más larga del año. Se considera un momento de reflexión, renovación y apertura para atraer energías positivas, armonía y prosperidad. Origen y significado Aunque no tiene un origen religioso específico, la celebración está vinculada al simbolismo de la luz que vence a la oscuridad, un concepto presente en muchas culturas. En esta fecha, se invita al Espíritu de la Navidad, una entidad simbólica asociada con la abundancia, el amor y la paz, a llenar los hogares con bendiciones. Rituales comunes Durante la noche del 21 de diciembre, las familias suelen reunirse para realizar rituales que promuevan la armonía y la prosperidad. Algunos de estos incluyen: Escribir deseos: Se escriben en papel los anhelos para el próximo año, tanto personales como colectivos. Limpiezas energéticas: Se realizan limpiezas en el hogar con incienso, velas aromáticas o aceites esenciales para atraer buenas energías. Cena especial: Se comparte una comida sencilla, generalmente vegetariana, en un ambiente de gratitud. Donaciones: Se fomenta el acto de dar, ya sea con regalos simbólicos o ayuda a quienes lo necesitan. Significado actual Hoy en día, el Espíritu de la Navidad es visto como una oportunidad para conectarse con lo esencial, reflexionar sobre el año que termina y proyectar intenciones positivas para el futuro. Más allá de las creencias personales, es una práctica que invita a valorar la gratitud, el amor y la generosidad como pilares para iniciar un nuevo ciclo. https://www.tiktok.com/@mscnoticias