Contiene 42 miligramos de hierro por cada 100 gramos
Sus elevadas propiedades nutricionales la convierten en una excelente opción alimenticia para la salud de los venezolanos.
La morcilla es una excelente opción alimenticia para incorporar proteína de alto valor en la dieta de los venezolanos. Este embutido, que suele acompañar a las parrillas, tiene un elevado contenido de hierro que ayuda a prevenir la anemia y otras afecciones.
Este sabroso alimento contiene otros nutrientes esenciales para el cuerpo humano como: calcio, magnesio, potasio y zinc, así como grasas indispensables para el desarrollo cerebral de los niños. También puede formar parte de la dieta de personas celíacas, debido a que no contiene gluten ni carbohidratos.
El hierro es un mineral muy necesario para el organismo, ya que ayuda a producir hemoglobina y mioglobina, proteínas que se encargan de transportar el oxígeno de los pulmones a otras células. Una alimentación pobre en él, hace que se produzca la anemia.
Por ello, es importante consumir alimentos que lo contengan como la morcilla, la cual tiene 42 miligramos por cada 100 gramos, y puede comerse no sólo junto a la carne asada sino también sola, con papas, arroz, en forma de tapas o como salsas de las pastas.
En 2016, la tienda británica especializada en comidas nutritivas Muscle Food, calificó a la morcilla como un “superalimento por ser una estupenda fuente de proteínas, bajo en carbohidratos y aportar dos importantes minerales deficitarios en la dieta moderna: hierro y zinc”.
Este “superalimento” forma parte del portafolio de productos de La Montserratina, empresa dedicada a la elaboración artesanal de embutidos de alta calidad en Venezuela, la cual lo elabora con cortes selectos de cerdo especias naturales y otros ingredientes que le dan un sello distintivo para los gustos más exigentes.
Hay cinco tipos diferentes: con cebolla, arroz y cebolla, picante, carupanera (con cebolla, ají picante, azúcar, especias y condimentos); y Asturiana (semi, -madurada).Cada una con un sabor y textura distintivo ideales no solo para parrilla sino para cualquier tipo de elaboración gastronómica.
Tradición culinaria
La morcilla es un símbolo de tradición culinaria para los venezolanos, quienes acostumbran comerla frita, asada a la parrilla o desmenuzada con aliños como relleno de arepas o empanadas. Las de La Montserratina son muy fáciles de preparar porque ya que vienen precocidas.
La cocción se puede hacer a la parrilla, a la plancha, sartén o microondas. Este embutido es fácil de combinar en recetas diversas, sabrosas y saludables para sorprender a los comensales con su rico sabor.
Risotto de Morcilla
2 Morcilla de cebolla La Montserratina
1 taza de arroz arboleo para risotto
½ taza de cebolla blanca picada en trozos pequeños
½ taza de vino blanco para cocinar
1 y ½ tazas de caldo de vegetales
100 gramos de queso parmesano o pecorino
¼ de taza de aceite vegetal
1 cucharada de mantequilla
Sal y pimienta al gusto.
Preparación:
Corte las morcillas en cubos de 1 cm x 1 cm y sofría en un sartén hasta dorar; reserve. En otro sartén profundo y amplio coloque el aceite a calentar a fuego medio, sofría la cebolla y cuando se cristalice incorpore el vino blanco. Permita que se reduzca a la mitad, y luego agregue el arroz y el caldo de vegetales. Cuando hierva, incorpore las morcillas y mezcle los ingredientes, removiendo cada dos minutos con una paleta de madera.
Verifique luego de 20 minutos aproximadamente, que el arroz esté “al dente” y agregue el queso y la mantequilla, revolviendo hasta unificar el sabor.
Sirva caliente y decore con una hoja de cilantro fresco.
Para mayor información sobre las forma de preparar este rico plato y otros embutidos, puede visitar la página web: www.montserratina.com o sus redes sociales Facebok https://www.facebook.com/LaMontserratina/, Twitter e Instagram @LaMontserratina.
El Día Internacional de las Personas con Discapacidad se celebra el 3 de diciembre de cada año. Esta fecha fue establecida por las Naciones Unidas con el objetivo de promover la inclusión y la igualdad de oportunidades para las personas con discapacidad en todos los aspectos de la sociedad. La celebración de este día busca concientizar a la población sobre los desafíos que enfrentan las personas con discapacidad, así como promover la comprensión de sus derechos y la necesidad de garantizar un acceso equitativo a la educación, el empleo, la atención médica y la participación plena en la vida social y cultural. La Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, adoptada por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 2006, también desempeña un papel importante en la promoción de los derechos y la inclusión de las personas con discapacidad a nivel internacional. Este tratado reconoce que las personas con discapacidad tienen los mismos derechos que cualquier otra persona y destaca la importancia de eliminar las barreras que limitan su participación plena en la sociedad.
El Día de los Muertos es una festividad tradicional mexicana que tiene raíces profundas en la cultura indígena precolombina de México, especialmente entre los pueblos aztecas, mayas, purepechas y totonacas. Esta celebración se lleva a cabo el 1 y 2 de noviembre, coincidiendo con el Día de Todos los Santos y el Día de los Muertos en el calendario católico, lo que es una muestra de la fusión de las tradiciones indígenas y europeas después de la conquista española en el siglo XVI. Las razones por las cuales se celebra el Día de los Muertos en México son variadas: Conexión con las creencias indígenas: Los pueblos indígenas de México tenían una profunda conexión con la muerte y creían que la vida después de la muerte era una parte natural del ciclo de la vida. Celebraban a sus muertos a través de rituales y ofrendas mucho antes de la llegada de los españoles. Sincretismo religioso: Después de la conquista española, la religión católica se combinó con las creencias indígenas para dar lugar a esta festividad. Los colonizadores españoles intentaron reemplazar las creencias indígenas con las suyas, pero en lugar de erradicar las tradiciones preexistentes, se incorporaron elementos católicos en la celebración de los muertos. Homenaje a los seres queridos fallecidos: El Día de los Muertos es una forma de honrar y recordar a los seres queridos que han fallecido. Las familias crean altares o ofrendas que incluyen fotos, velas, flores, alimentos y objetos personales de los difuntos para recibir sus espíritus y celebrar su memoria. Celebración de la vida: Aunque pueda parecer paradójico, el Día de los Muertos no es una festividad triste, sino más bien una celebración de la vida. Se cree que durante estos días, los difuntos regresan a visitar a sus seres queridos, y se les recibe con música, baile y comida. Conservación de la identidad cultural: El Día de los Muertos es una de las festividades más importantes en la cultura mexicana, y su celebración contribuye a la preservación de las tradiciones y la identidad cultural del país. En resumen, el Día de los Muertos en México es una festividad arraigada en las creencias indígenas, el sincretismo religioso y la conexión con los seres queridos fallecidos. Es una celebración única que combina elementos de alegría, respeto y espiritualidad, y juega un papel importante en la cultura mexicana.