La marca de chocolates cumple 30 años en el mercado
El esfuerzo, la ética y responsabilidad son los ingredientes secretos de sus recetas, elaboradas con cacao 100% venezolano.
Chocolates St. Moritz® es una empresa 100% venezolana con 30 años en el mercado. Una organización que, sin duda, ha crecido ante las dificultades, asumiendo los desafíos como retos a superar; no en vano, nació el 27 de febrero de 1989, cuando se desarrollaba en Caracas una oleada de protestas por medidas económicas anunciadas, hecho que no mermó su espíritu emprendedor e innovador.
El esfuerzo, la ética y la responsabilidad han sido desde sus inicios los ingredientes secretos de sus recetas. A eso se suma la calidad, como garantía de sus productos; el compromiso con los consumidores y clientes, con la empresa y el país.
Gracias a ello, y a la inversión constante en nuevos desarrollos de productos y líneas innovadoras, hoy en día es la tercera marca líder en el mercado total de chocolate venezolano, y la segunda en el segmento de tabletas, que es el más grande (aproximadamente el 40%).
De acuerdo con el Estudio Mercado Chocolate realizado por The Nielsen Company en 2018, la empresa tiene un share o participación de 7% en el mercado masivo de chocolates, donde se ha propuesto como meta llegar al 15% del segmento total, sin contar el industrial, informó el presidente de la compañía, Howard Epelbaum.
A juicio de Epelbaum, el éxito obtenido se debe, en gran medida, a la amplia gama de productos de innegable calidad y sabor que ofrece, los cuales son elaborados con materia prima venezolana, básicamente cacao de Barlovento, que adquiere a procesadores de distintas partes del país.
“Compramos el cacao ya procesado, del cual se obtiene manteca, licor y polvo de cacao. Esos tres derivados son nuestros principales ingredientes para elaborar chocolate”, explicó.
Chocolate para todos
St. Moritz® fabrica chocolate blanco (compuesto por manteca de cacao, leche y azúcar); de leche (con sólido de cacao, manteca, azúcar y leche); amargo o bitter (sin leche) con composiciones diferentes de cacao (56 y 70%) y sin azúcar, elaborado con sucralosa de la marca Splenda® como valor añadido.
El más emblemático es Flaquito, una deliciosa barquilla rellena de crema de avellana y cubierta con una capa de chocolate, que se puede disfrutar en dos presentaciones: nevado (con chocolate blanco) y de leche. “Es el producto que estamos exportando y como línea la que más nos representa”, señaló Epelbaum.
Como parte de su portafolio, la marca ofrece una amplia gama de productos para el deleite de todas las edades, gustos y temporadas; así como una línea para repostería industrial – en presentaciones de 500g, 1 y 5 kilos, respectivamente-, ideal para la elaboración y decoración de postres y galletas.
La empresa funciona en Palo Verde, en un espacio de 6.000 metros cuadrados, donde opera tanto la fábrica como la sede administrativa, ocupada por 260 colaboradores que día a día se esfuerzan por elaborar y procesar productos de primera calidad, destinados a endulzan el paladar del consumidor.
Los chocolates ST Moritz llegan a todo el país gracias a dos centros de distribución, ubicados en Caracas y Barquisimeto, respectivamente,desde donde despacha a escala nacional a los más de 1500 clientes atendidos directamente por su fuerza de ventas, y otro tanto atendidos de forma indirecta, a través de distribuidores y mayoristas ubicados en todo el país.
El tercer lunes de enero es el día más triste del año. El Blue Monday, o Lunes Triste, es un fenómeno que ha capturado la atención de muchos, especialmente a nivel emocional y psicológico. Según el psicólogo Cliff Arnald, este día, que ocurre el tercer lunes de enero, es considerado el más triste del año. La combinación de factores emocionales y físicos que afectan a las personas durante este período contribuye a que muchos lo vivan con un sentimiento de depresión o desánimo. Tras las celebraciones navideñas, muchas familias aún no se han recuperado, tanto a nivel económico como emocional. Los excesos durante las fiestas, la falta de rutinas y el descontrol de la temporada festiva generan un desequilibrio en la vida diaria de las personas. A esto se suma la presión de los propósitos de Año Nuevo, que suelen parecer más difíciles de alcanzar conforme avanzan los días. Las metas, que en un inicio se veían como una motivación, se convierten en un recordatorio de las dificultades por superar, lo que provoca una profunda decepción. Este contexto emocional se ve reflejado en un alto índice de personas que sienten que sus expectativas para el inicio del año se desmoronan rápidamente. El Blue Monday se convierte así en un día emblemático para aquellos que se enfrentan a esta realidad emocional. Sin embargo, más allá del fenómeno en sí, es importante considerar que este sentimiento de tristeza puede ser superado si se cuentan con las herramientas adecuadas para enfrentar los desafíos personales, laborales y emocionales. Es fundamental reconocer este fenómeno como un proceso natural y tomar conciencia de la importancia de la salud mental para poder seguir adelante con una actitud positiva y resiliente. https://www.tiktok.com/@mscnoticias
La celebración del Espíritu de la Navidad es una tradición que combina elementos espirituales y culturales, especialmente popular en varios países de América Latina y algunas partes de Europa. Esta festividad ocurre el 21 de diciembre, coincidiendo con el solsticio de invierno en el hemisferio norte, marcando el día más corto y la noche más larga del año. Se considera un momento de reflexión, renovación y apertura para atraer energías positivas, armonía y prosperidad. Origen y significado Aunque no tiene un origen religioso específico, la celebración está vinculada al simbolismo de la luz que vence a la oscuridad, un concepto presente en muchas culturas. En esta fecha, se invita al Espíritu de la Navidad, una entidad simbólica asociada con la abundancia, el amor y la paz, a llenar los hogares con bendiciones. Rituales comunes Durante la noche del 21 de diciembre, las familias suelen reunirse para realizar rituales que promuevan la armonía y la prosperidad. Algunos de estos incluyen: Escribir deseos: Se escriben en papel los anhelos para el próximo año, tanto personales como colectivos. Limpiezas energéticas: Se realizan limpiezas en el hogar con incienso, velas aromáticas o aceites esenciales para atraer buenas energías. Cena especial: Se comparte una comida sencilla, generalmente vegetariana, en un ambiente de gratitud. Donaciones: Se fomenta el acto de dar, ya sea con regalos simbólicos o ayuda a quienes lo necesitan. Significado actual Hoy en día, el Espíritu de la Navidad es visto como una oportunidad para conectarse con lo esencial, reflexionar sobre el año que termina y proyectar intenciones positivas para el futuro. Más allá de las creencias personales, es una práctica que invita a valorar la gratitud, el amor y la generosidad como pilares para iniciar un nuevo ciclo. https://www.tiktok.com/@mscnoticias