Maickel Melamed emprenderá en el año 2020 la Edición XXX Paso a Nado de los ríos Orinoco y Caroní. “Esta decisión nos compromete a un año más de constancia, a un año más de transmitir nuestro mensaje y a un año más de estar aquí comprometidos con el presente y futuro de nuestra hermosa Venezuela”, aseveró el atleta venezolano.
Melamed asumiría el reto en el 2019, sin embargo, desea robustecer su preparación física, además de considerar que la situación actual que atraviesa el país no es el mejor contexto para el mensaje que quiere difundir con este proyecto. “Quiero convertir el paso a nado en un mensaje que le quede a nuestra gente maravillosa y que trascienda a sus hijos, que son los herederos de nuestras acciones u omisiones. Entendemos esto y nos damos cuenta de que estamos a muy poco tiempo para ejecutar con la excelencia que el río padre merece. Por otro lado, la difícil situación en nuestro país hace que los receptores del mensaje estén en este momento trágicamente dedicados a resolver los problemas más básicos de la vida cotidiana”, declaró Melamed.
El atleta continúa su preparación con rigurosos entrenamientos para emprender el reto que consistirá en tres kilómetros a nado, donde la mayor dificultad será la profunda corriente que se genera en la confluencia de ambos caudales. Melamed está siendo apoyado por su equipo de entrenadores y fisioterapeutas: Arturo Godoy, Darnubys Jardim y Lourdes Dos Ramos.
En el marco de este reto físico, Melamed se ha aliado con distintas organizaciones de impacto social, incluyendo Dividendo Voluntario para la Comunidad, con el objetivo de recaudar fondos para alimentar 900 niños durante un año.
“Prepararme para esta aventura ha sido un proceso de muchos aprendizajes, de enfrentarme a profundos miedos y desafíos de un reto físico que puede parecer imposible por mis circunstancias”, afirmó Melamed.
“Cruzar el Orinoco y el Caroní es nuestra manera de honrar a Venezuela y de transmitir un mensaje de posibilidad, de construir certidumbre en la incertidumbre”, concluyó el atleta y conferencista.
La Semana Santa, más que un feriado, es un período cargado de tradiciones arraigadas que invitan a la reflexión y la renovación espiritual. Una de estas prácticas significativas es la visita a los siete templos, una experiencia que trasciende la mera observancia para sumergirse en un profundo acto de devoción y conexión con la historia bíblica. La tradición, que se inicia la noche del Jueves Santo y culmina en la mañana del Viernes Santo, tiene sus raíces en Roma gracias a San Felipe Neri, y desde entonces ha reverberado en todo el mundo, convirtiéndose en un símbolo de respeto hacia Jesús y su sacrificio por la humanidad. Según la enseñanza de la Iglesia Católica, el Jueves Santo marca un momento crucial en la historia cristiana: la Última Cena de Jesús con sus apóstoles, donde instituyó los sacramentos de la Eucaristía y el Orden Sacerdotal. Este acto simboliza el inicio de un camino hacia la redención, hacia la reconciliación con el prójimo y la interiorización de los valores de caridad promovidos por Jesús. Al recorrer los siete templos, los fieles no solo están siguiendo los pasos físicos de Jesús desde su captura hasta su crucifixión, sino que están participando en un acto de comunión espiritual, acompañando al Salvador en su trayectoria hacia el sacrificio y la resurrección. Cada uno de los siete templos representa una etapa crucial en este recorrido espiritual: Desde el Cenáculo hasta el huerto de Getsemaní, donde Jesús oró y sudó sangre. Desde el huerto de Getsemaní hasta la casa de Anás, donde fue interrogado y maltratado. Desde la casa de Caifás hasta la primera comparecencia ante Poncio Pilatos, donde fue acusado injustamente. Desde la confrontación con Herodes hasta la segunda comparecencia ante Pilatos, donde fue sentenciado a muerte. Finalmente, desde la casa de Pilatos hasta el Monte Calvario, donde Jesús cargó con la cruz, fue crucificado y sepultado. Cada estación de este camino sagrado invita a los creyentes a reflexionar sobre el significado más profundo de la Pasión de Cristo y a renovar su compromiso con los valores cristianos de amor, perdón y redención. La visita a los siete templos se convierte así en una experiencia transformadora que trasciende las fronteras del tiempo y el espacio, guiando a los fieles hacia una conexión más íntima con su fe y su salvación. https://www.tiktok.com/@mscnoticias
El Domingo de Ramos es el día que marca el inicio de la Semana Santa en la tradición cristiana, conmemorando la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén. Este día está lleno de simbolismo y significado religioso para los cristianos, pero en términos de “misterios”, podrían interpretarse algunos aspectos simbólicos o teológicos: La entrada triunfal de Jesús: Este evento, mencionado en los evangelios, es la base del Domingo de Ramos. Jesús entra en Jerusalén montado en un burro, mientras la multitud lo aclama y lo saluda con ramas de palma y ropas extendidas en su camino. El misterio aquí radica en la comprensión del significado de esta entrada en el contexto de la misión de Jesús y su relación con el reino de Dios. El cambio de actitud de la multitud: Es intrigante cómo la multitud que aclama a Jesús en su entrada triunfal el Domingo de Ramos luego se convierte en la misma multitud que lo rechaza y pide su crucifixión pocos días después. Este cambio repentino de actitud puede ser objeto de reflexión sobre la naturaleza humana y la fragilidad de las lealtades populares. El simbolismo de las palmas y las ramas: En muchas tradiciones cristianas, se llevan palmas y ramas durante las celebraciones del Domingo de Ramos como símbolo de victoria y triunfo. Estos elementos pueden representar la victoria espiritual sobre el pecado y la muerte que Jesús trae consigo, pero también pueden ser interpretados como un recordatorio de la naturaleza efímera de los triunfos terrenales. El comienzo de la Semana Santa: El Domingo de Ramos marca el inicio de la Semana Santa, un período de intensa reflexión y conmemoración para los cristianos. Este tiempo está lleno de rituales y tradiciones que recuerdan los eventos finales de la vida de Jesús, desde la Última Cena hasta su crucifixión y resurrección. Los misterios aquí son los propios misterios de la fe cristiana: la pasión, muerte y resurrección de Jesús, y su significado para la salvación de la humanidad. En resumen, el Domingo de Ramos está envuelto en una serie de misterios religiosos y simbolismos que invitan a la reflexión y la contemplación sobre la fe cristiana y el significado de la vida y la obra de Jesucristo. https://www.tiktok.com/@mscnoticias