El próximo 1º de junio llega El vampiro del lago a la cartelera venezolana, un thriller policial basado en la vida de un verdadero asesino en serie. Los actores Miguelángel Landa, Sócrates Serrano, Abilio Torres y el argentino Eduardo Gulino encabezan un elenco de grandes figuras en este primer largometraje de Carl Zitelmann, producido por Rodolfo Cova
Caracas, mayo de 2018. Zacarías Ortega es un nombre que, de entrada, no resuena en el público. No acumula méritos sino crímenes. De sus costumbres, la más conocida, tras largas investigaciones policiales, es la de dormir a sus víctimas con un poderoso somnífero para luego cortarles la yugular y beber su sangre.
No, no es un nombre de la ficción tomado de alguna serie televisiva. Tampoco es familia del Conde Drácula ni de ninguno de los Cullende la saga Crepúsculo. Se trata de un verdadero asesino en serie venezolano que, cuando fue capturado en 1975, confesó haber cometido todos sus crímenes honrando un pacto con el diablo que le impedía morir…
Fue este personaje el que inspiró el nuevo thriller policial que tiene todo para estremecer la taquilla: El vampiro del lago, ópera prima de Carl Zitelmann, basada en el libroUn vampiro en Maracaibo, novela original del escritor zuliano Norberto José Olivar.
“El género para clasificar esta película ha sido un punto controversial, porque hay quien piensa que es de terror por la inclusión en el título de la palabra ‘vampiro’. Pero se trata de un asesino en serie de la vida real. Nuestra intención era hacer un thriller de suspenso al estilo Seven, El silencio de los inocentes o Zodiac. Aunque también nos parece que la serie True Detective tiene el carácter que requeríamos para nuestra historia”, comenta el director.
La cinta es una coproducción entre las casas Factor RH, de Rodolfo Cova, venezolano de renombre internacional gracias a filmes como Azul y no tan rosa, de Miguel Ferrari(Premio Goya a la Mejor Película Iberoamericana de 2014), y Desde allá, de Lorenzo Vigas (León de Oro en el Festival Internacional de Venecia 2015); Doctor Caligari, de Zitelmann, Pararrayos studios y, contó con el apoyo del Centro Nacional Autónomo de Cinematografía (CNAC).
Zitelmann, formado en la National Film and Television School en Inglaterra y ganador del Grammy Latino 2014 al Mejor Video por Flamingo, de La Vida Bohème, partió de la novela de Olivar para contar una historia cuya trama narra, paralelamente, presente y pasado con el mismo “monstruo” en común.
Así tenemos a Sócrates Serrano, reconocido actor y psicodramatista que con esta llega a su doceava película, en el rol de Ernesto Navarro, un escritor obsesionado con la fama, a quien un extraño crimen lleva a investigar sobre Zacarías Ortega, ayudado por
el comisario que detuvo al asesino en los setenta: Jeremías Morales, interpretado por el señor del cine en Venezuela Miguelángel Landa.
Al respecto, comenta Serrano: “Me gustó mucho interpretar a Navarro porque es un hombre obsesionado con una historia y creo que todos, en algún momento, nos obsesionamos con una historia. Creo que esta película habla sobre el bien y el mal, sobre las decisiones que tomamos día a día; de hecho, lo que pregunta la historia es ¿qué camino decides tomar para hacer llevadero el caos y el desastre?, ¿el correcto o el retorcido?”.
Por su parte, Landa rememora: “Han pasado casi 40 años desde que hice un detective en la saga Cangrejo, de manera que esto es como una vuelta a ese papel de investigador policial que me ha tocado interpretar en el cine venezolano. Jeremías sufre la ausencia de lo que más le gusta hacer en la vida y el personaje de Ernesto Navarro le permite recuperarlo, de alguna forma. Yo estoy encantado de haber participado en este proyecto, en el que todos mostraron un altísimo nivel profesional”.
Es la reconstrucción de los hechos lo que permitirá al espectador conocer a fondo al temible criminal en cuestión, en esta ocasión en la piel del primer actor argentino Eduardo Gulino. Tomaba tres horas diarias a la respetada Stella Jacobs maquillar al artista para darle el temible aspecto deseado. Esto, sumado al trabajo del actor, recuerda un poco al Hannibal Lecter que Anthony Hopkins ideara para El Silencio de los Inocentes.
“Yo no potencié la maldad del personaje, porque no es un rol sobrenatural. Así que solo le quité la bondad. Todos mis parlamentos los estudiaba de noche, entre las 12:00 y la 1:00 de la mañana, en el patio de mi edificio. Me parecían la hora y el lugar adecuados para inspirarme”, señala Gulino, quien fuera seleccionado por la directora de casting, Mireya Guanipa, por una particular foto que viese suya en la cuenta de Facebook del actor.
El perturbado Jeremías Morales joven es interpretado por Abilio Torres, toda una revelación de la gran pantalla y de las tablas, esta vez asumiendo su primer protagónico en el cine. “Fui muy afortunado de estar en esta película de Carl Zitelmann, rodeado de amigos como Sócrates Serrano y Paul Gámez. Sentí que estaba cumpliendo una experiencia extrema como fan de este oficio del actor y observando cómo trabaja una leyenda de nuestro cine como lo es Miguelángel Landa. Fue una locura irrepetible”.
El filme fue rodado en Caracas, Charallave, Ciudad Caribia, el cementerio de Guatire y la laguna de Tacarigua e incluye tomas aéreas de Maracaibo, entre otras locaciones que permitieron ambientar el radio de acción del antagonista.
Matías Tikas, el director de arte, fue minucioso en crear locaciones que, para el espectador, pudiesen estar ubicadas en cualquier parte del mundo, en los dos tiempos en los que transcurre la historia.
Completan el elenco de primeras figuras Julie Restifo, Javier Vidal, Paul Gámez, María Antonieta Hidalgo, Francisco Díaz y Carla Müller.
El filme contó con la dirección musical y de audio de Alain Gómez y Luis Daniel González, integrantes de la exitosa banda venezolana Famasloop.
La cinta llega a la cartelera venezolana a partir del próximo viernes 1º de junio y es distribuida por Cines Unidos.
Redes sociales
@mondomorgo
@mondomorgo
Tráiler: https://youtu.be/OBHHf1CM3PU
Canal de YouTube: https://www.youtube.com/channel/UChItDbegyoeRMSxEz1poUmA
En una fusión de historia, espiritualidad y tradición, el Jueves Santo emerge como un día crucial en el calendario litúrgico cristiano. En los relatos bíblicos de San Lucas, San Juan, San Marcos y San Mateo, se encuentran los pilares que sustentan esta conmemoración. La última cena, un simbolismo tan profundo como la fe misma, donde Jesús compartió un momento trascendental con sus 12 discípulos. Esta cena, conocida también como la Santa Cena, resonó con la tradición judía al incluir el cordero pascual, trazando así un puente entre el Antiguo y el Nuevo Testamento. En un gesto de profunda humildad, el lavatorio de los pies se erige como un acto de amor y servicio. Jesús, en un acto conmovedor, lavó los pies de sus discípulos, desafiando así las barreras sociales y enseñando la esencia del verdadero liderazgo. La narrativa bíblica también nos transporta al huerto de Getsemaní, donde Jesús, en un momento de angustia, buscó fuerza en la oración antes de enfrentar su destino. Este episodio conmueve por su humanidad y su conexión con las luchas espirituales de la humanidad. El arresto de Jesús a manos de Judas Iscariote sella el dramatismo de este día, marcando el inicio de los eventos que llevarían a la crucifixión y resurrección, pilares fundamentales de la fe cristiana. El Jueves Santo, marcado por su movilidad en el calendario, no se limita a una fecha fija, sino que se ajusta al ciclo lunar y estacional, subrayando así su conexión con los ritmos naturales y celestiales. En resumen, el Jueves Santo trasciende las páginas de la historia para impregnar nuestras vidas con su profundo significado espiritual. Desde la última cena hasta el arresto, este día nos invita a reflexionar sobre el amor, la humildad y la fortaleza en medio de la adversidad. ¡Cada momento cuenta en la narrativa del Jueves Santo! https://www.tiktok.com/@mscnoticias
El Domingo de Ramos es el día que marca el inicio de la Semana Santa en la tradición cristiana, conmemorando la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén. Este día está lleno de simbolismo y significado religioso para los cristianos, pero en términos de “misterios”, podrían interpretarse algunos aspectos simbólicos o teológicos: La entrada triunfal de Jesús: Este evento, mencionado en los evangelios, es la base del Domingo de Ramos. Jesús entra en Jerusalén montado en un burro, mientras la multitud lo aclama y lo saluda con ramas de palma y ropas extendidas en su camino. El misterio aquí radica en la comprensión del significado de esta entrada en el contexto de la misión de Jesús y su relación con el reino de Dios. El cambio de actitud de la multitud: Es intrigante cómo la multitud que aclama a Jesús en su entrada triunfal el Domingo de Ramos luego se convierte en la misma multitud que lo rechaza y pide su crucifixión pocos días después. Este cambio repentino de actitud puede ser objeto de reflexión sobre la naturaleza humana y la fragilidad de las lealtades populares. El simbolismo de las palmas y las ramas: En muchas tradiciones cristianas, se llevan palmas y ramas durante las celebraciones del Domingo de Ramos como símbolo de victoria y triunfo. Estos elementos pueden representar la victoria espiritual sobre el pecado y la muerte que Jesús trae consigo, pero también pueden ser interpretados como un recordatorio de la naturaleza efímera de los triunfos terrenales. El comienzo de la Semana Santa: El Domingo de Ramos marca el inicio de la Semana Santa, un período de intensa reflexión y conmemoración para los cristianos. Este tiempo está lleno de rituales y tradiciones que recuerdan los eventos finales de la vida de Jesús, desde la Última Cena hasta su crucifixión y resurrección. Los misterios aquí son los propios misterios de la fe cristiana: la pasión, muerte y resurrección de Jesús, y su significado para la salvación de la humanidad. En resumen, el Domingo de Ramos está envuelto en una serie de misterios religiosos y simbolismos que invitan a la reflexión y la contemplación sobre la fe cristiana y el significado de la vida y la obra de Jesucristo. https://www.tiktok.com/@mscnoticias