Salud sexual femenina
Una de cada cinco mujeres pueden tener miomas durante sus años de fertilidad y la mitad mayor de 50 años tienen probabilidad de tenerlos.
Los miomas son tumores no cancerosos que se presentan en el útero y aunque su causa se desconoce, suele asociarse a factores hormonales o genéticos provocando en muchos casos, una variedad de síntomas que ponen en alerta al organismo de la mujer que algo no anda bien.
Una de cada cinco mujeres puede tener miomas durante sus años de fertilidad y la mitad de ellas tienen miomas a los 50 años; es menos frecuente en menores de 20. Por lo general pueden ser tan diminutos que se necesita un microscopio para verlos, pero también pueden alcanzar un gran tamaño y llenar todo el útero y pesar varias libras o kilogramos.
Según el Dr. Jordi Velásquez, radiólogo intervencionista de la Clínica Santa Sofía la sintomatología más común en estos casos son el sangrado entre periodos; sangrado menstrual abundante a veces con coágulos de sangre; periodos menstruales que pueden durar más de lo normal; necesidad de orinar con mayor frecuencia; retorcijones pélvicos o dolor durante los periodos; sensación de llenura o presión en la parte baja del abdomen y dolor durante la relación sexual.
El especialista comentó que el tratamiento más eficaz para este padecimiento es la Embolización de Arterias Uterinas (EAU), pero antes es importante conocer el tamaño y las medidas del mioma, el número y la localización mediante una ecografía y resonancia magnética.
“Posteriormente se procede a la embolización, donde un radiólogo vascular intervencionista utiliza un fino catéter para entregar partículas pequeñas que bloquean el suministro de sangre al cuerpo uterino, el mioma al no recibir sangre por medio de las arterias se va reduciendo hasta que desaparece, devolviendo a la mujer sus ciclos normales y dándole calidad de vida.” señaló el Dr. Velásquez.
Este tratamiento es mínimamente invasivo con anestesia local y los resultados a largo plazo han demostrado una gran efectividad y satisfacción de las pacientes, ya que son similares a la cirugía con un tiempo de duración de aproximadamente una hora.
Procedimiento:
Usted recibirá un sedante. Este es un medicamento que la relajará y le dará sueño.
Se aplica un analgésico local (anestésico) en la piel alrededor de la ingle. Esto insensibilizará la zona de manera que no se sienta dolor.
El radiólogo hará un pequeño corte (incisión) en la piel. Se introducirá una sonda delgada (catéter) en la arteria femoral. Esta arteria está en la parte superior de la pierna.
Luego el radiólogo pasará el catéter hasta la arteria uterina. Esta arteria le suministra la sangre al útero.
Se inyectarán pequeñas partículas de plástico o de gelatina a través del catéter hacia los vasos sanguíneos que le suministran sangre a los miomas.
La Organización de las Naciones Unidas proclama el 18 de septiembre como Día Internacional de la Igualdad Salarial, con la finalidad de resaltar la importancia de equipar la igualdad salarial por un trabajo de igual valor. La igualdad salarial o igualdad de remuneración se refiere al derecho de hombres y mujeres a recibir una remuneración equitativa por trabajos de igual valor. Este concepto considera factores como competencias, condiciones laborales, calificaciones y niveles de responsabilidad en el desempeño del puesto. Además, la igualdad salarial refuerza los derechos humanos y la igualdad de género, y cuenta con el respaldo de actores clave como la comunidad internacional, la sociedad civil, agencias de ONU Mujeres, los Estados Miembros y la Organización Internacional del Trabajo (OIT). Como antecedente histórico, tras la Segunda Guerra Mundial, en 1951 se estableció el Convenio sobre Igualdad de Remuneración, reconocido como el primer instrumento internacional que impulsó la incorporación masiva de las mujeres al mundo laboral, ocupando posiciones en la primera línea de producción en varios países. La creación de este convenio surgió como respuesta a la desigualdad salarial, vista como una clara forma de discriminación laboral. Este hito marcó el comienzo de un avance significativo hacia una mayor igualdad de género en el mercado laboral, estableciendo las bases para eliminar brechas económicas y promover un entorno laboral más justo e inclusivo. https://www.tiktok.com/@mscnoticias
La leyenda de Rómulo y Remo narra la historia de los fundadores míticos de Roma. Según el relato, Ascanio, hijo del héroe troyano Eneas, estableció la ciudad de Alba Longa a orillas del río Tíber. A lo largo de los años, sus descendientes reinaron sobre esta ciudad, hasta llegar a Numitor y su hermano Amulio. Amulio destronó a Numitor y, para evitar que tuviera descendencia que reclamara el trono, obligó a su hija, Rea Silvia, a convertirse en sacerdotisa de la diosa Vesta, asegurando así su virginidad. Sin embargo, Marte, el dios de la guerra, se unió a Rea Silvia, quien dio a luz a los gemelos Rómulo y Remo. Temiendo por su vida, Amulio ordenó que los recién nacidos fueran arrojados al Tíber en una canasta. La corriente los llevó hasta la zona de las siete colinas, cerca de la desembocadura del Tíber. Allí, una loba llamada Luperca los descubrió mientras bebía agua. Ella los llevó a su guarida en el Monte Palatino y los amamantó hasta que un pastor los encontró. El pastor y su esposa criaron a los mellizos, quienes al llegar a la adultez restauraron a Numitor en el trono de Alba Longa. Rómulo y Remo decidieron fundar una nueva ciudad como colonia de Alba Longa en el lugar donde la loba los había protegido. Así nació Roma, con Rómulo y Remo como sus primeros reyes. El mito de la loba que amamantó a los gemelos ha sido objeto de diversas interpretaciones. Algunos creen que la loba fue en realidad una mujer que cuidó de ellos, ya que el término latino “lupa” también se usaba para referirse despectivamente a las prostitutas de la época. Este relato, cargado de simbolismo, es fundamental para entender el origen mítico de una de las civilizaciones más influyentes de la historia. https://www.tiktok.com/@mscnoticias