Malware
El cibercrimen cada vez más recurre a la publicidad maliciosa como vía para atacar a usuarios desprevenidos. Al fin y al cabo, el llamado ‘malvertising’ es capaz de colarse en las computadoras de cualquiera, incluso de esas víctimas que, como los trabajadores de una compañía, han recibido formación para evitar las amenazas de la Red.
Cada día son más las tareas que llevamos a cabo en un navegador. A diferencia de lo que sucedía hace unos años, cuando nos veíamos obligados a instalar programas específicos para cada cosa, en la actualidad hay ‘web apps’ (aplicaciones web) capaces de satisfacer la mayoría de nuestras necesidades cotidianas en la Red: editar un documento o preparar una presentación (Google Drive), comunicarnos (Facebook, Twitter, Gmail…), comprar a domicilio (Amazon), entre otras muchas cosas.
De lo que no somos tan conscientes es de que, a medida que nuestra actividad se centra más y más en el navegador, los riesgos y amenazas asociados a este se incrementan. Y quizá el eslabón más débil de toda la cadena sea, precisamente, el que más desapercibido pasa: las aparentemente inofensivas extensiones.
Las extensiones son pequeñas piezas de código que se ejecutan en el navegador. Pueden resultar muy útiles (para bloquear anuncios, para rescatar un email que creías perdido si se cierra la ventana, para suspender las pestañas que no estás usando…), pero también pueden ponernos en aprietos, ya que suelen “otorgar” permisos suficientes para llevar a cabo todo tipo de acciones maliciosas.
Por su propia naturaleza, suelen tener acceso a tu historial de navegación, pueden modificar las páginas que visitas o guardar las contraseñas que introduces. Su utilidad sería muy reducida si no tuvieran estas capacidades, pero lo cierto es que también pueden usarse con perversas intenciones (espiarte y vender tus datos a los anunciantes, llenarlo todo de anuncios, robar tus claves…)
Lo más preocupante es que las extensiones conservan los permisos cuando sus autores modifican su funcionamiento. Y sus autores son, a menudo, desarrolladores independientes que trabajan por ‘hobby’ o pequeñas empresas con escasos recursos. Si un pez más grande aparece con un fajo de billetes, muchos estarán más que dispuestos a vender su extensión, que después podrá ser modificada por el comprador sin perder sus privilegios.
Es lo que ha sucedido con un buen número de extensiones populares para Chrome, aunque los problemas con las extensiones no son exclusivos del navegador de Google, pues recientemente, un grupo de investigadores demostró que algunas de las extensiones más famosas para Firefox podían esconder ‘malware’.
Así las cosas, es importante que a la hora de instalar una extensión actuemos con la misma cautela que lo haríamos si fuera una ‘app’ para Android o iOS o un programa para Windows o Mac. Lo fundamental es comprobar que la fuente de la que procede es confiable.
Las extensiones oficiales asociadas a alguna aplicación conocida (como Pocket o Feedly, por nombrar algunas) suelen ser más seguras que las extensiones que ofrece un desarrollador desconocido aunque sean para el mismo servicio. Por otro lado, echar un vistazo al número de descargas y a los comentarios es una buena forma, aunque no infalible, de saber si la extensión es peligrosa.
Además, recomendamos revisar con cierta periodicidad las extensiones que tienes instaladas (en Chrome, por ejemplo, se hace escribiendo “chrome://extensions/” en la barra de direcciones) y eliminar aquellas que ya no necesites y aquellas de cuya existencia, incluso, te habías olvidado.
Ten presente que la información que almacenan estas extensiones podría acabar en manos alguien que, con pocos escrúpulos, aproveche los permisos que concediste para espiar tu navegador, colarte anuncios o incluso robar tus contraseñas.
Desde los cimientos del activismo ambiental hasta la urgente llamada a la acción de hoy, el Día de la Tierra ha evolucionado desde su modesto comienzo en 1968 hasta convertirse en un movimiento global que busca la preservación de nuestro planeta. En aquel entonces, el Servicio de Salud Pública de EE. UU. organizó el Simposio de Ecología Humana, un punto de partida crucial donde los estudiantes escucharon a científicos destacados hablar sobre los efectos del deterioro ambiental en la salud humana. Dos años más tarde, en 1970, el senador y activista ambiental Gaylord Nelson propuso la creación de una agencia ambiental, desencadenando una manifestación masiva que atrajo a miles de estudiantes y comunidades de todo Estados Unidos. Esta presión social culminó en la creación de la Agencia de Protección Ambiental y una serie de leyes destinadas a proteger nuestro medio ambiente, sentando así las bases para el movimiento ambiental moderno. En 1972, la primera Cumbre de la Tierra en Estocolmo reunió a líderes mundiales para abordar los problemas ambientales a escala global, marcando un hito en la conciencia ambiental mundial. El lema del Día Internacional de la Madre Tierra para el año 2024, “Planeta vs plásticos”, subraya la urgencia de abordar la crisis de los plásticos. La necesidad de reducir la producción de plásticos en un 60% para el año 2040 es imperativa, ya que estos contaminantes afectan directamente la salud humana y la salud del planeta. Es fundamental y urgente la necesidad de acabar con los plásticos por el bien de la salud humana y del planeta. Desde sus modestos inicios hasta su papel actual como plataforma para la conciencia ambiental global, el Día de la Tierra continúa inspirando a personas de todo el mundo a unirse en la lucha por un futuro sostenible. ¡Cada gesto cuenta en esta batalla por nuestro hogar compartido! https://www.tiktok.com/@mscnoticias
El Domingo de Ramos es el día que marca el inicio de la Semana Santa en la tradición cristiana, conmemorando la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén. Este día está lleno de simbolismo y significado religioso para los cristianos, pero en términos de “misterios”, podrían interpretarse algunos aspectos simbólicos o teológicos: La entrada triunfal de Jesús: Este evento, mencionado en los evangelios, es la base del Domingo de Ramos. Jesús entra en Jerusalén montado en un burro, mientras la multitud lo aclama y lo saluda con ramas de palma y ropas extendidas en su camino. El misterio aquí radica en la comprensión del significado de esta entrada en el contexto de la misión de Jesús y su relación con el reino de Dios. El cambio de actitud de la multitud: Es intrigante cómo la multitud que aclama a Jesús en su entrada triunfal el Domingo de Ramos luego se convierte en la misma multitud que lo rechaza y pide su crucifixión pocos días después. Este cambio repentino de actitud puede ser objeto de reflexión sobre la naturaleza humana y la fragilidad de las lealtades populares. El simbolismo de las palmas y las ramas: En muchas tradiciones cristianas, se llevan palmas y ramas durante las celebraciones del Domingo de Ramos como símbolo de victoria y triunfo. Estos elementos pueden representar la victoria espiritual sobre el pecado y la muerte que Jesús trae consigo, pero también pueden ser interpretados como un recordatorio de la naturaleza efímera de los triunfos terrenales. El comienzo de la Semana Santa: El Domingo de Ramos marca el inicio de la Semana Santa, un período de intensa reflexión y conmemoración para los cristianos. Este tiempo está lleno de rituales y tradiciones que recuerdan los eventos finales de la vida de Jesús, desde la Última Cena hasta su crucifixión y resurrección. Los misterios aquí son los propios misterios de la fe cristiana: la pasión, muerte y resurrección de Jesús, y su significado para la salvación de la humanidad. En resumen, el Domingo de Ramos está envuelto en una serie de misterios religiosos y simbolismos que invitan a la reflexión y la contemplación sobre la fe cristiana y el significado de la vida y la obra de Jesucristo. https://www.tiktok.com/@mscnoticias