Con Cheo Hurtado y Ángel Martínez
El domingo 3 de abril, a las 11:00 a.m., lo mejor de nuestra tradición instrumental de cuatro cuerdas resonará en el CELARG, Altamira
Dos cuatristas, dos legados, concierto que el próximo domingo 3 de abril hará vibrar los espacios del Centro de Estudios Latinoamericanos Rómulo Gallegos, reúne a dos grandes del cuatro venezolano, Cheo Hurtado y Ángel Martínez, en un homenaje a la herencia estilística de sus maestros, Hernán Gamboa y Fredy Reyna, respectivamente, cultores de las dos formas de afinación del bien llamado instrumento nacional”: tradicional y aguda.
Formado en la escuela cuatristica de la afinación tradicional, o camburpintón como popularmente se reconoce y cultor del rasgapunteo, técnica creada por Hernán Gamboa, quien fuera su padrino, Hurtado ha puesto en alto la música venezolana, llevándola a latitudes quizás nunca antes imaginadas por ningún talento nacional de este género, con presentaciones en más de 80 países durante cuarenta años de exitosa carrera.
A los siete años su conocimiento del cuatro le permitió participar como acompañante en un programa de radio y a los trece ganó el Festival Nacional de Cuatro. Cofundador de proyectos esenciales como Ensamble Gurrufío, Camerata Criolla, la Cuerda de Carmito y la Orquesta Angostura, entre otros; también integró la reconocida agrupación venezolana Un Solo Pueblo.
A el se debe una iniciativa de referencia para la cultura venezolana: La Siembra del Cuatro, terreno fértil para una inmejorable cosecha de instrumentistas que, tras su participación en el evento, cuya primera edición se celebró en 2004, han emprendido una carrera musical, bien sea como solista o como acompañante.
Martínez, por su parte, de profesión biólogo, se ha convertido en un reconocido cuatrista quien afirma que nunca imaginó que el instrumento de cuerdas lo atraparía hasta llegar al punto de dejar a un lado su profesión y dedicarse en cuerpo y alma a su ejecución.
Tuvo la fortuna de estudiar, trabajar y conocer de forma muy cercana al maestro Fredy Reyna, con quien comenzó a recibir clases a los 18 años, manteniéndose en contacto con él hasta el día de su muerte, el 26 de marzo de 2001.
Especialista en Música antigua (renacimiento y barroco), Música tradicional y contemporánea de Venezuela, Cuatro solista y acompañante, considera que “hay un antes y un después de Fredy Reyna en la historia. Él aparece como el gran concertista. Yo creo que tomó el instrumento para él, desarrolló su técnica, su escritura, compuso un repertorio de más de 400 piezas y le cambió la afinación a la tradicional renacentista”.
Como invitado especial de este concierto, participa el reconocido músico David Peña, de Ensamble Gurrufío y Camerata Criolla, quien a lo largo de su intensa carrera como instrumentista, se ha convertido en referencia venezolana de virtuosismo y espontaneidad en la ejecución del contrabajo en los más diversos formatos, destacando también su trabajo como productor.
La entrada para Dos cuatristas, dos legados, el próximo domingo 3 de abril, a las 11:00 a.m., en la Sala 1 del Celarg, en Altamira, tiene un costo de Bs 800. Se pueden reservar y adquirir a través del correo electrónico [email protected]. Más información en las redes sociales del Centro de Estudios Latinoamericanos Rómulo Gallegos: @PROMOCELARG (Twitter) y Promo CELARG (Facebook).
Más sobre el concierto y sus artistas en las redes sociales:
Cheo Hurtado
Twitter, Instagram y Facebook: @CHEOHURTADO
Facebook:
Angel Martínez
Twitter: @angelmartinez4
Instagram y Facebook: angelmartinez4
La Semana Santa, más que un feriado, es un período cargado de tradiciones arraigadas que invitan a la reflexión y la renovación espiritual. Una de estas prácticas significativas es la visita a los siete templos, una experiencia que trasciende la mera observancia para sumergirse en un profundo acto de devoción y conexión con la historia bíblica. La tradición, que se inicia la noche del Jueves Santo y culmina en la mañana del Viernes Santo, tiene sus raíces en Roma gracias a San Felipe Neri, y desde entonces ha reverberado en todo el mundo, convirtiéndose en un símbolo de respeto hacia Jesús y su sacrificio por la humanidad. Según la enseñanza de la Iglesia Católica, el Jueves Santo marca un momento crucial en la historia cristiana: la Última Cena de Jesús con sus apóstoles, donde instituyó los sacramentos de la Eucaristía y el Orden Sacerdotal. Este acto simboliza el inicio de un camino hacia la redención, hacia la reconciliación con el prójimo y la interiorización de los valores de caridad promovidos por Jesús. Al recorrer los siete templos, los fieles no solo están siguiendo los pasos físicos de Jesús desde su captura hasta su crucifixión, sino que están participando en un acto de comunión espiritual, acompañando al Salvador en su trayectoria hacia el sacrificio y la resurrección. Cada uno de los siete templos representa una etapa crucial en este recorrido espiritual: Desde el Cenáculo hasta el huerto de Getsemaní, donde Jesús oró y sudó sangre. Desde el huerto de Getsemaní hasta la casa de Anás, donde fue interrogado y maltratado. Desde la casa de Caifás hasta la primera comparecencia ante Poncio Pilatos, donde fue acusado injustamente. Desde la confrontación con Herodes hasta la segunda comparecencia ante Pilatos, donde fue sentenciado a muerte. Finalmente, desde la casa de Pilatos hasta el Monte Calvario, donde Jesús cargó con la cruz, fue crucificado y sepultado. Cada estación de este camino sagrado invita a los creyentes a reflexionar sobre el significado más profundo de la Pasión de Cristo y a renovar su compromiso con los valores cristianos de amor, perdón y redención. La visita a los siete templos se convierte así en una experiencia transformadora que trasciende las fronteras del tiempo y el espacio, guiando a los fieles hacia una conexión más íntima con su fe y su salvación. https://www.tiktok.com/@mscnoticias
El Domingo de Ramos es el día que marca el inicio de la Semana Santa en la tradición cristiana, conmemorando la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén. Este día está lleno de simbolismo y significado religioso para los cristianos, pero en términos de “misterios”, podrían interpretarse algunos aspectos simbólicos o teológicos: La entrada triunfal de Jesús: Este evento, mencionado en los evangelios, es la base del Domingo de Ramos. Jesús entra en Jerusalén montado en un burro, mientras la multitud lo aclama y lo saluda con ramas de palma y ropas extendidas en su camino. El misterio aquí radica en la comprensión del significado de esta entrada en el contexto de la misión de Jesús y su relación con el reino de Dios. El cambio de actitud de la multitud: Es intrigante cómo la multitud que aclama a Jesús en su entrada triunfal el Domingo de Ramos luego se convierte en la misma multitud que lo rechaza y pide su crucifixión pocos días después. Este cambio repentino de actitud puede ser objeto de reflexión sobre la naturaleza humana y la fragilidad de las lealtades populares. El simbolismo de las palmas y las ramas: En muchas tradiciones cristianas, se llevan palmas y ramas durante las celebraciones del Domingo de Ramos como símbolo de victoria y triunfo. Estos elementos pueden representar la victoria espiritual sobre el pecado y la muerte que Jesús trae consigo, pero también pueden ser interpretados como un recordatorio de la naturaleza efímera de los triunfos terrenales. El comienzo de la Semana Santa: El Domingo de Ramos marca el inicio de la Semana Santa, un período de intensa reflexión y conmemoración para los cristianos. Este tiempo está lleno de rituales y tradiciones que recuerdan los eventos finales de la vida de Jesús, desde la Última Cena hasta su crucifixión y resurrección. Los misterios aquí son los propios misterios de la fe cristiana: la pasión, muerte y resurrección de Jesús, y su significado para la salvación de la humanidad. En resumen, el Domingo de Ramos está envuelto en una serie de misterios religiosos y simbolismos que invitan a la reflexión y la contemplación sobre la fe cristiana y el significado de la vida y la obra de Jesucristo. https://www.tiktok.com/@mscnoticias