Se pueden evitar complicaciones
Es importante que las adolescentes entre los 13 y 15 años de edad asistan a su primer control, aunque no hayan tenido relaciones sexuales
Caracas, 8 de marzo de 2016.- La medicina actual fija su mirada especialmente en la prevención, y es por este motivo que se recomienda a las mujeres que además del control clínico anual se hagan un chequeo ginecológico. La mejor edad para empezar es entre los 13 y 15 años, así no hayan tenido relaciones sexuales; si ya las tuvieron con más razón se debe ir al ginecólogo.
La importancia de los chequeos anuales para la mujer, radica en que es la principal herramienta para prevenir y detectar alteraciones del aparato reproductor, aclarar dudas sobre anticoncepción, planificación familiar, cuidados y hábitos higiénicos de los órganos genitales. Así lo explicó la ginecóloga Dhelma Pellin.
“Es conveniente continuar con los chequeos anuales, aunque se le haya realizado una histerectomía total, salvo que su ginecólogo le indique otra cosa, por algún motivo en especial. Un control debe tener: historia clínica, examen físico, citología, colposcopia, ecosonograma ginecológico y mamario. Otros exámenes se deciden según la edad de la paciente”, destacó la especialista.
Causas de consulta
La vaginosis bacteriana y la micosis vaginal son dos de las principales razones por las cuales las mujeres asisten a consulta ginecológica. Ambas afecciones pueden ser controladas y erradicadas eficazmente con tratamiento farmacológico. Existe una amplia gama de fármacos capaces de aliviar ambos tipos de infección, incluso terapias combinadas como la clindamicina con ketoconazol.
La elección del medicamento adecuado debe estar a cargo del ginecólogo, una vez que haya chequeado el estado de salud de la paciente y realice las pruebas pertinentes para diagnosticar la patología. Aún cuando se trate de una afección común o recurrente, la mujer debe evitar automedicarse, debido a que el mal uso de los fármacos puede provocar resistencia por parte de las bacterias y hongos.
La Semana Santa, más que un feriado, es un período cargado de tradiciones arraigadas que invitan a la reflexión y la renovación espiritual. Una de estas prácticas significativas es la visita a los siete templos, una experiencia que trasciende la mera observancia para sumergirse en un profundo acto de devoción y conexión con la historia bíblica. La tradición, que se inicia la noche del Jueves Santo y culmina en la mañana del Viernes Santo, tiene sus raíces en Roma gracias a San Felipe Neri, y desde entonces ha reverberado en todo el mundo, convirtiéndose en un símbolo de respeto hacia Jesús y su sacrificio por la humanidad. Según la enseñanza de la Iglesia Católica, el Jueves Santo marca un momento crucial en la historia cristiana: la Última Cena de Jesús con sus apóstoles, donde instituyó los sacramentos de la Eucaristía y el Orden Sacerdotal. Este acto simboliza el inicio de un camino hacia la redención, hacia la reconciliación con el prójimo y la interiorización de los valores de caridad promovidos por Jesús. Al recorrer los siete templos, los fieles no solo están siguiendo los pasos físicos de Jesús desde su captura hasta su crucifixión, sino que están participando en un acto de comunión espiritual, acompañando al Salvador en su trayectoria hacia el sacrificio y la resurrección. Cada uno de los siete templos representa una etapa crucial en este recorrido espiritual: Desde el Cenáculo hasta el huerto de Getsemaní, donde Jesús oró y sudó sangre. Desde el huerto de Getsemaní hasta la casa de Anás, donde fue interrogado y maltratado. Desde la casa de Caifás hasta la primera comparecencia ante Poncio Pilatos, donde fue acusado injustamente. Desde la confrontación con Herodes hasta la segunda comparecencia ante Pilatos, donde fue sentenciado a muerte. Finalmente, desde la casa de Pilatos hasta el Monte Calvario, donde Jesús cargó con la cruz, fue crucificado y sepultado. Cada estación de este camino sagrado invita a los creyentes a reflexionar sobre el significado más profundo de la Pasión de Cristo y a renovar su compromiso con los valores cristianos de amor, perdón y redención. La visita a los siete templos se convierte así en una experiencia transformadora que trasciende las fronteras del tiempo y el espacio, guiando a los fieles hacia una conexión más íntima con su fe y su salvación. https://www.tiktok.com/@mscnoticias
El Domingo de Ramos es el día que marca el inicio de la Semana Santa en la tradición cristiana, conmemorando la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén. Este día está lleno de simbolismo y significado religioso para los cristianos, pero en términos de “misterios”, podrían interpretarse algunos aspectos simbólicos o teológicos: La entrada triunfal de Jesús: Este evento, mencionado en los evangelios, es la base del Domingo de Ramos. Jesús entra en Jerusalén montado en un burro, mientras la multitud lo aclama y lo saluda con ramas de palma y ropas extendidas en su camino. El misterio aquí radica en la comprensión del significado de esta entrada en el contexto de la misión de Jesús y su relación con el reino de Dios. El cambio de actitud de la multitud: Es intrigante cómo la multitud que aclama a Jesús en su entrada triunfal el Domingo de Ramos luego se convierte en la misma multitud que lo rechaza y pide su crucifixión pocos días después. Este cambio repentino de actitud puede ser objeto de reflexión sobre la naturaleza humana y la fragilidad de las lealtades populares. El simbolismo de las palmas y las ramas: En muchas tradiciones cristianas, se llevan palmas y ramas durante las celebraciones del Domingo de Ramos como símbolo de victoria y triunfo. Estos elementos pueden representar la victoria espiritual sobre el pecado y la muerte que Jesús trae consigo, pero también pueden ser interpretados como un recordatorio de la naturaleza efímera de los triunfos terrenales. El comienzo de la Semana Santa: El Domingo de Ramos marca el inicio de la Semana Santa, un período de intensa reflexión y conmemoración para los cristianos. Este tiempo está lleno de rituales y tradiciones que recuerdan los eventos finales de la vida de Jesús, desde la Última Cena hasta su crucifixión y resurrección. Los misterios aquí son los propios misterios de la fe cristiana: la pasión, muerte y resurrección de Jesús, y su significado para la salvación de la humanidad. En resumen, el Domingo de Ramos está envuelto en una serie de misterios religiosos y simbolismos que invitan a la reflexión y la contemplación sobre la fe cristiana y el significado de la vida y la obra de Jesucristo. https://www.tiktok.com/@mscnoticias