Colombia querrá vengarse de Brasil en el Mundial, mientras que Venezuela pretenderá darse un gusto ante Perú, que le sacó el 3º puesto de la Copa América en el 2011.
“La experiencia en el Mundial nos servirá de mucho”. Fue lo primero que dijo José Pekerman cuando decenas de periodistas que esperaban en Viña del Mar, luego del sorteo de la Copa América 2015, en noviembre, le preguntaron su opinión sobre el grupo que le había tocado a su equipo. El entrenador argentino no dudó en traer una referencia que aunque no representa una gran herida simboliza una lección, cuando su Selección perdió en los cuartos de final de la Copa del Mundo ante Brasil por 2 a 1. Colombia quiere revancha.
Como nunca le había pasado en la historia, Venezuela vio pasar la gloria muy de cerca. La rasguñó, llegó a acariciarla, estuvo ahí. Pero no le alcanzó. La Vinotinto, que había perdido en las semifinales ante Paraguay, pretendía conseguir el tercer puesto y decorar el mejor torneo de su historia. No le alcanzó. En el medio se cruzó Perú, un equipo por ese entonces mucho más maduro que ganó 4 a 1.
El Grupo C de la Copa América tendrá un sabor especial. Colombia buscará vengarse ante Brasil, que lo dejó en el camino en el Mundial. Venezuela, de Perú, que le arrebató la gloria. Los antecedentes jugarán casi como si fueran un equipo más. Las selecciones saldrán a la cancha con las imágenes previas de sus enfrentamientos muy frescas, latentes. La obsesión de la revancha empezó un minuto después de que se cruzaron. La llama de sanar las heridas se apagará recién cuando la pelota empiece a rodar.
Los equipos
Brasil jugará al borde de la desesperación. Tras el brutal golpe en el Mundial, cuando fue vapuleado por 7 a 1 ante Alemania, en las semifinales, le queda poco aire. Necesita recuperar prestigio . En un principio, la llegada de Dunga al banco de suplentes generó algunos cambios positivos. Ganó todos los amistosos, se mostró como un equipo sólido e hizo brillar como nunca antes a Neymar.
Colombia tiene todo el talento encima para dar el gran sacudón. Y el concepto de Pekerman luego del sorteo en Viña del Mar parece coherente y sabio: “Aprendimos de la lección”. Al conjunto cafetero sólo parece faltarle el paso final, autoritario y fuerte que diga que es un equipo capaz de quedarse con un torneo de la jerarquía de la Copa América. Es su gran oportunidad.
Perú atraviesa un momento de transición. De la mano del argentino Ricardo Gareca, tiene una tendencia al recambio pero sin dejar de lado a sus históricas figuras como Claudio Pizarro, Paolo Guerrero o Jefferson Farfán.
Con Noel Sanvicente, Venezuela necesita dar un paso más. Tendrá la responsabilidad de igualar o superar lo hecho en Argentina 2011. La Copa América 2015 podría ser el gran trampolín de un grupo de jugadores que cada vez tiene más roce y aumentó la jerarquía de planteles anteriores.
Los cracks
Neymar (Brasil), Falcao (Colombia), James Rodríguez (Colombia) , Paolo Guerrero (Perú), Salomón Rondón (Venezuela).
Fuente: http://www.ca2015.com/
En una fusión de historia, espiritualidad y tradición, el Jueves Santo emerge como un día crucial en el calendario litúrgico cristiano. En los relatos bíblicos de San Lucas, San Juan, San Marcos y San Mateo, se encuentran los pilares que sustentan esta conmemoración. La última cena, un simbolismo tan profundo como la fe misma, donde Jesús compartió un momento trascendental con sus 12 discípulos. Esta cena, conocida también como la Santa Cena, resonó con la tradición judía al incluir el cordero pascual, trazando así un puente entre el Antiguo y el Nuevo Testamento. En un gesto de profunda humildad, el lavatorio de los pies se erige como un acto de amor y servicio. Jesús, en un acto conmovedor, lavó los pies de sus discípulos, desafiando así las barreras sociales y enseñando la esencia del verdadero liderazgo. La narrativa bíblica también nos transporta al huerto de Getsemaní, donde Jesús, en un momento de angustia, buscó fuerza en la oración antes de enfrentar su destino. Este episodio conmueve por su humanidad y su conexión con las luchas espirituales de la humanidad. El arresto de Jesús a manos de Judas Iscariote sella el dramatismo de este día, marcando el inicio de los eventos que llevarían a la crucifixión y resurrección, pilares fundamentales de la fe cristiana. El Jueves Santo, marcado por su movilidad en el calendario, no se limita a una fecha fija, sino que se ajusta al ciclo lunar y estacional, subrayando así su conexión con los ritmos naturales y celestiales. En resumen, el Jueves Santo trasciende las páginas de la historia para impregnar nuestras vidas con su profundo significado espiritual. Desde la última cena hasta el arresto, este día nos invita a reflexionar sobre el amor, la humildad y la fortaleza en medio de la adversidad. ¡Cada momento cuenta en la narrativa del Jueves Santo! https://www.tiktok.com/@mscnoticias
El Domingo de Ramos es el día que marca el inicio de la Semana Santa en la tradición cristiana, conmemorando la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén. Este día está lleno de simbolismo y significado religioso para los cristianos, pero en términos de “misterios”, podrían interpretarse algunos aspectos simbólicos o teológicos: La entrada triunfal de Jesús: Este evento, mencionado en los evangelios, es la base del Domingo de Ramos. Jesús entra en Jerusalén montado en un burro, mientras la multitud lo aclama y lo saluda con ramas de palma y ropas extendidas en su camino. El misterio aquí radica en la comprensión del significado de esta entrada en el contexto de la misión de Jesús y su relación con el reino de Dios. El cambio de actitud de la multitud: Es intrigante cómo la multitud que aclama a Jesús en su entrada triunfal el Domingo de Ramos luego se convierte en la misma multitud que lo rechaza y pide su crucifixión pocos días después. Este cambio repentino de actitud puede ser objeto de reflexión sobre la naturaleza humana y la fragilidad de las lealtades populares. El simbolismo de las palmas y las ramas: En muchas tradiciones cristianas, se llevan palmas y ramas durante las celebraciones del Domingo de Ramos como símbolo de victoria y triunfo. Estos elementos pueden representar la victoria espiritual sobre el pecado y la muerte que Jesús trae consigo, pero también pueden ser interpretados como un recordatorio de la naturaleza efímera de los triunfos terrenales. El comienzo de la Semana Santa: El Domingo de Ramos marca el inicio de la Semana Santa, un período de intensa reflexión y conmemoración para los cristianos. Este tiempo está lleno de rituales y tradiciones que recuerdan los eventos finales de la vida de Jesús, desde la Última Cena hasta su crucifixión y resurrección. Los misterios aquí son los propios misterios de la fe cristiana: la pasión, muerte y resurrección de Jesús, y su significado para la salvación de la humanidad. En resumen, el Domingo de Ramos está envuelto en una serie de misterios religiosos y simbolismos que invitan a la reflexión y la contemplación sobre la fe cristiana y el significado de la vida y la obra de Jesucristo. https://www.tiktok.com/@mscnoticias