Una alteración de los cromosomas que genera cáncer
Aunque no existe una cura definitiva para esta enfermedad hemato-oncológica, el cumplimiento del tratamiento médico mejora la expectativa y calidad de vida del paciente
La leucemia mieloide crónica (LMC), es un tipo de cáncer que afecta a la médula ósea y la sangre. Esta afección es provocada por una mutación en las células que las hace crecer y multiplicarse de manera exagerada, este proceso impide la producción adecuada de glóbulos rojos, plaquetas y de algunos tipos de glóbulos blancos. En el caso de estos últimos la concentración en las vías sanguíneas es elevada.
El cromosoma Filadelfia, es la alteración que se encuentra en estas células, en el que se observa que el cromosoma 22 es más corto. Esto obedece a que una sección del cromosoma 9 se une al 22. Es por esta razón que el Día Mundial de la Leucemia Mieloide, se conmemora el 22 de septiembre, ya que representa el cambio genético de estos cromosomas, que da origen a la patología hemato-oncológica.
Aunque se trata de una enfermedad incurable, es posible mantenerla en su fase crónica durante muchos años, siempre y cuando se siga el tratamiento médico idóneo. Si bien se desconoce la causa precisa de la patología, se sabe que las personas que han recibido tratamiento con radioterapia tienen más riesgo de desarrollarla. Generalmente los síntomas progresan con lentitud y los más frecuentes son: cansancio, decaimiento, dificultad para respirar, palidez, pérdida de peso sin un régimen alimenticio, sudoración nocturna, dolor y sensación de peso en el lado izquierdo y superior del abdomen.
Testimonio de pacientes con Leucemia Mieloide Crónica
A los 44 años de edad y con un hijo de 10 años, Nelson Brown comenzó a sentir los síntomas de la enfermedad. Comentó que antes de ser diagnosticado con LMC, empezó a comer más de lo normal y no engordaba, sentía mucho cansancio y decidió hacerse hematología simple, la cual arrojó alteraciones en los niveles de plaquetas y los glóbulos blancos. Luego de ser examinado por un hematólogo recibió el diagnóstico.
“Vivo con leucemia desde hace once años, el impacto que generó en mí cuando me dijeron que tenía esta enfermedad fue como un muro negro, un bloqueo. Es una situación muy difícil de entender. En ese momento no hay que nada que pensar, lo primero que se te viene a la mente es, cuánto tiempo te queda de vida”.
A pesar de sus temores, este venezolano trabajador tiene ya once años viviendo con leucemia y diez de ellos recibiendo tratamiento farmacológico para detener el progreso de la patología. “Les digo a los pacientes nuevos, que hoy en día nos vamos a morir de algo, pero no de esta enfermedad. Siempre y cuando recibamos nuestro medicamento todos los días y estemos bajo constante supervisión médica”, destacó.
El caso de Maritza Quijada no fue muy diferente. Su primera reacción al conocer el diagnóstico fue de miedo, tristeza, “el mundo comenzó a girar dentro de mi cabeza, la fluidez de mi vida se interrumpió bruscamente y golpeaban en mi mente preguntas sin respuestas e incertidumbres, como “¿Qué será ahora de mis hijos? ¿Resistiré los tratamientos? ¿Sobreviviré?”.
Sin embargo, a medida que le practicaron los exámenes correspondientes y el médico le explicó las opciones terapéuticas, entendió que aún podía vivir con la patología y seguir luchando por su vida; “Me han ayudado mucho y la familia me ha brindado todo el apoyo, tengo una vida normal, la patología no me ha afectado mucho, no la he evadido y gracias a dios hasta los momentos no me ha avanzado la enfermedad” acotó Quiroz.
A pesar de las circunstancias Martiza entendió que todo proceso es difícil, a veces abruma y sobrepasa e incluso desanima. Pero este es el momento de hacer cambios “en nuestra persona y también en el sistema de nuestras relaciones con nuestro entorno”. Luego de diez años de haber sido diagnosticada con LMC, Maritza sigue siendo una feliz madre y un ejemplo de optimismo para luchar por la vida y agregó que “son nuestras decisiones, y no nuestras circunstancias, las que determinan nuestro propio destino”.
Fuente:
1. American Cancer Society. Leucemia mieloide
2. The leukemia & Lynfoma Society. Chronic Myelogenous
3. Instituto Nacional del Cáncer. Leucemia mielógena: Tratamiento
4. American Society of Clinical Oncology. Leucemia mieloide crónica
5. Cancer research UK. Trating Chronic Myeloid Leukemia
6. Cancer Research UK. Imatinib
La Semana Santa, más que un feriado, es un período cargado de tradiciones arraigadas que invitan a la reflexión y la renovación espiritual. Una de estas prácticas significativas es la visita a los siete templos, una experiencia que trasciende la mera observancia para sumergirse en un profundo acto de devoción y conexión con la historia bíblica. La tradición, que se inicia la noche del Jueves Santo y culmina en la mañana del Viernes Santo, tiene sus raíces en Roma gracias a San Felipe Neri, y desde entonces ha reverberado en todo el mundo, convirtiéndose en un símbolo de respeto hacia Jesús y su sacrificio por la humanidad. Según la enseñanza de la Iglesia Católica, el Jueves Santo marca un momento crucial en la historia cristiana: la Última Cena de Jesús con sus apóstoles, donde instituyó los sacramentos de la Eucaristía y el Orden Sacerdotal. Este acto simboliza el inicio de un camino hacia la redención, hacia la reconciliación con el prójimo y la interiorización de los valores de caridad promovidos por Jesús. Al recorrer los siete templos, los fieles no solo están siguiendo los pasos físicos de Jesús desde su captura hasta su crucifixión, sino que están participando en un acto de comunión espiritual, acompañando al Salvador en su trayectoria hacia el sacrificio y la resurrección. Cada uno de los siete templos representa una etapa crucial en este recorrido espiritual: Desde el Cenáculo hasta el huerto de Getsemaní, donde Jesús oró y sudó sangre. Desde el huerto de Getsemaní hasta la casa de Anás, donde fue interrogado y maltratado. Desde la casa de Caifás hasta la primera comparecencia ante Poncio Pilatos, donde fue acusado injustamente. Desde la confrontación con Herodes hasta la segunda comparecencia ante Pilatos, donde fue sentenciado a muerte. Finalmente, desde la casa de Pilatos hasta el Monte Calvario, donde Jesús cargó con la cruz, fue crucificado y sepultado. Cada estación de este camino sagrado invita a los creyentes a reflexionar sobre el significado más profundo de la Pasión de Cristo y a renovar su compromiso con los valores cristianos de amor, perdón y redención. La visita a los siete templos se convierte así en una experiencia transformadora que trasciende las fronteras del tiempo y el espacio, guiando a los fieles hacia una conexión más íntima con su fe y su salvación. https://www.tiktok.com/@mscnoticias
El Domingo de Ramos es el día que marca el inicio de la Semana Santa en la tradición cristiana, conmemorando la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén. Este día está lleno de simbolismo y significado religioso para los cristianos, pero en términos de “misterios”, podrían interpretarse algunos aspectos simbólicos o teológicos: La entrada triunfal de Jesús: Este evento, mencionado en los evangelios, es la base del Domingo de Ramos. Jesús entra en Jerusalén montado en un burro, mientras la multitud lo aclama y lo saluda con ramas de palma y ropas extendidas en su camino. El misterio aquí radica en la comprensión del significado de esta entrada en el contexto de la misión de Jesús y su relación con el reino de Dios. El cambio de actitud de la multitud: Es intrigante cómo la multitud que aclama a Jesús en su entrada triunfal el Domingo de Ramos luego se convierte en la misma multitud que lo rechaza y pide su crucifixión pocos días después. Este cambio repentino de actitud puede ser objeto de reflexión sobre la naturaleza humana y la fragilidad de las lealtades populares. El simbolismo de las palmas y las ramas: En muchas tradiciones cristianas, se llevan palmas y ramas durante las celebraciones del Domingo de Ramos como símbolo de victoria y triunfo. Estos elementos pueden representar la victoria espiritual sobre el pecado y la muerte que Jesús trae consigo, pero también pueden ser interpretados como un recordatorio de la naturaleza efímera de los triunfos terrenales. El comienzo de la Semana Santa: El Domingo de Ramos marca el inicio de la Semana Santa, un período de intensa reflexión y conmemoración para los cristianos. Este tiempo está lleno de rituales y tradiciones que recuerdan los eventos finales de la vida de Jesús, desde la Última Cena hasta su crucifixión y resurrección. Los misterios aquí son los propios misterios de la fe cristiana: la pasión, muerte y resurrección de Jesús, y su significado para la salvación de la humanidad. En resumen, el Domingo de Ramos está envuelto en una serie de misterios religiosos y simbolismos que invitan a la reflexión y la contemplación sobre la fe cristiana y el significado de la vida y la obra de Jesucristo. https://www.tiktok.com/@mscnoticias