Prensa Mindeporte Especial Veracruz (14.11.14) Con un brillante acto, lleno de colorido, en el que se expresó como concepto el espíritu de unidad, armonía y paz, así como la diversidad cultural de nuestros pueblos, quedaron inaugurados este viernes los XXII Juegos Centroamericanos y del Caribe Veracruz 2014, ceremonia donde la delegación venezolana desfiló junto a su abanderada Yulimar Rojas.
En un evento denominado “Un solo corazón” (Xalikxtum), para aludir al trabajo en equipo que profesaban los indígenas Totonacas, representaciones de 31 países se hicieron presentes para demostrar su aliento deportivo durante 17 días que durará la magna justa deportiva centroamericana y Caribeña.
La inauguración se inició con un ritual totonaca de permiso a los Dioses y el Universo por parte de los abuelos, para dar inicio a los juegos en paz y armonía. Seguido de la bienvenida a Veracruz, a México y al viaje de la ceremonia de el abuelo totonaca Guadalupe Simbrón García y la niña totonaca Aranza Méndoza.
Luego de los honores a la bandera mexicana se rindió un tributo a Veracruz y su cultura con una muestra de danzas quetzales y despertar de la naturaleza. Posteriormente se llevó a cabo el desfile de los atletas y el izamiento de las banderas y el juramento de los atletas hecho por el tenista Santiago González y de los jueces por el árbitro de ajedrez Enrique Borrero.
Después que el gobernador del estado de Veracruz Javier Duarte y el presidente de la Organización Deportiva Centroamericana y del Caribe, Héctor Cordoba, dieran as palabras de bienvenidas a las delegaciones participantes, el señor Miguel Ángel Osorio Chong, en nombre del Presidente de México Enrique Peña Nieto, inauguró la XXII edición del certamen deportivo.
Así se llegó la llama centroamericana y caribeña de las manos de los atetas medallistas olímpico veracruzanos Dolores Hernández, Juan Carlos Alanis, César Ramírez y Vanessa Zambotti hicieron el relevo final para entregarla a la doble medallista Mará del Rosario Espinoza, quien finalmente encendió el pebetero.
El broche de oro lo colocó el cantante puertorriqueño, Ricky Martín, quien con su rítmica y euforia puso a bailar a los atletas y más de 20 mil personas que asistieron al acto realizado en el estadio Luis “Pirata” Fuente. FIN/ José Hernández FOTÓGRAFO/ Marcelo Reyes
La Semana Santa, más que un feriado, es un período cargado de tradiciones arraigadas que invitan a la reflexión y la renovación espiritual. Una de estas prácticas significativas es la visita a los siete templos, una experiencia que trasciende la mera observancia para sumergirse en un profundo acto de devoción y conexión con la historia bíblica. La tradición, que se inicia la noche del Jueves Santo y culmina en la mañana del Viernes Santo, tiene sus raíces en Roma gracias a San Felipe Neri, y desde entonces ha reverberado en todo el mundo, convirtiéndose en un símbolo de respeto hacia Jesús y su sacrificio por la humanidad. Según la enseñanza de la Iglesia Católica, el Jueves Santo marca un momento crucial en la historia cristiana: la Última Cena de Jesús con sus apóstoles, donde instituyó los sacramentos de la Eucaristía y el Orden Sacerdotal. Este acto simboliza el inicio de un camino hacia la redención, hacia la reconciliación con el prójimo y la interiorización de los valores de caridad promovidos por Jesús. Al recorrer los siete templos, los fieles no solo están siguiendo los pasos físicos de Jesús desde su captura hasta su crucifixión, sino que están participando en un acto de comunión espiritual, acompañando al Salvador en su trayectoria hacia el sacrificio y la resurrección. Cada uno de los siete templos representa una etapa crucial en este recorrido espiritual: Desde el Cenáculo hasta el huerto de Getsemaní, donde Jesús oró y sudó sangre. Desde el huerto de Getsemaní hasta la casa de Anás, donde fue interrogado y maltratado. Desde la casa de Caifás hasta la primera comparecencia ante Poncio Pilatos, donde fue acusado injustamente. Desde la confrontación con Herodes hasta la segunda comparecencia ante Pilatos, donde fue sentenciado a muerte. Finalmente, desde la casa de Pilatos hasta el Monte Calvario, donde Jesús cargó con la cruz, fue crucificado y sepultado. Cada estación de este camino sagrado invita a los creyentes a reflexionar sobre el significado más profundo de la Pasión de Cristo y a renovar su compromiso con los valores cristianos de amor, perdón y redención. La visita a los siete templos se convierte así en una experiencia transformadora que trasciende las fronteras del tiempo y el espacio, guiando a los fieles hacia una conexión más íntima con su fe y su salvación. https://www.tiktok.com/@mscnoticias
El Domingo de Ramos es el día que marca el inicio de la Semana Santa en la tradición cristiana, conmemorando la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén. Este día está lleno de simbolismo y significado religioso para los cristianos, pero en términos de “misterios”, podrían interpretarse algunos aspectos simbólicos o teológicos: La entrada triunfal de Jesús: Este evento, mencionado en los evangelios, es la base del Domingo de Ramos. Jesús entra en Jerusalén montado en un burro, mientras la multitud lo aclama y lo saluda con ramas de palma y ropas extendidas en su camino. El misterio aquí radica en la comprensión del significado de esta entrada en el contexto de la misión de Jesús y su relación con el reino de Dios. El cambio de actitud de la multitud: Es intrigante cómo la multitud que aclama a Jesús en su entrada triunfal el Domingo de Ramos luego se convierte en la misma multitud que lo rechaza y pide su crucifixión pocos días después. Este cambio repentino de actitud puede ser objeto de reflexión sobre la naturaleza humana y la fragilidad de las lealtades populares. El simbolismo de las palmas y las ramas: En muchas tradiciones cristianas, se llevan palmas y ramas durante las celebraciones del Domingo de Ramos como símbolo de victoria y triunfo. Estos elementos pueden representar la victoria espiritual sobre el pecado y la muerte que Jesús trae consigo, pero también pueden ser interpretados como un recordatorio de la naturaleza efímera de los triunfos terrenales. El comienzo de la Semana Santa: El Domingo de Ramos marca el inicio de la Semana Santa, un período de intensa reflexión y conmemoración para los cristianos. Este tiempo está lleno de rituales y tradiciones que recuerdan los eventos finales de la vida de Jesús, desde la Última Cena hasta su crucifixión y resurrección. Los misterios aquí son los propios misterios de la fe cristiana: la pasión, muerte y resurrección de Jesús, y su significado para la salvación de la humanidad. En resumen, el Domingo de Ramos está envuelto en una serie de misterios religiosos y simbolismos que invitan a la reflexión y la contemplación sobre la fe cristiana y el significado de la vida y la obra de Jesucristo. https://www.tiktok.com/@mscnoticias