La enfermedad se trata con transfusiones de sangre que generan acumulación de hierro a niveles dañinos, efecto indeseado que se contrarresta con terapia de quelación
El Síndrome Mielodisplásico (SMD) se conoce como una enfermedad caracterizada por la insuficiente producción de células sanguíneas. En un paciente con esta patología, las células inmaduras en o blastocitos, encontrados en la médula ósea, no llegan a transformarse en glóbulos rojos, glóbulos blancos o plaquetas sanas; al contrario, mueren en la médula ósea o antes de entrar en el torrente sanguíneo.
Al mermar la producción de estas células sanas, se pueden presentar algunos síntomas de la enfermedad, tales como sensación de cansancio, anemia, dificultad respiratoria, piel pálida, formación de hematomas o sangrado fácil. Se detecta a través de un examen de sangre y de médula ósea.
“En la mayoría de los pacientes con Síndrome Mielodisplásico se encuentra una cantidad baja de glóbulos rojos”, indicó la hematóloga, Nora Watman. Esta condición se conoce como anemia refractaria, en la cual solamente el número de glóbulos blancos y plaquetas es normal, pero la cantidad de glóbulos rojos es deficiente.Los diferentes tipos de SMD se diagnostican de acuerdo a ciertos cambios en las células sanguíneas y la médula ósea.
De acuerdo con la Guía Práctica para Diagnóstico y Tratamiento de la Sobrecarga de Hierro en Talasemia Mayor, Anemias Relacionadas y Síndromes Mielodisplásico –desarrollada por los doctores Guillermo Drelichman, Oscar Rabinovich, Dardo Riveros y la doctora Nora Watman– la transfusión de glóbulos rojos forma parte de la terapia en el tratamiento de la patología. “Entre 80% y 90% de los pacientes requieren de transfusiones con frecuencia variable en algún momento del curso de la enfermedad”, expone el estudio.
Según la especialista, la terapia transfusional puede llevar a una sobrecarga corporal de hierro, pues el organismo humano no dispone de vía alguna para eliminar su excedente. Esto resulta ser altamente tóxico, puesto que se generan radicales libres intracelulares, responsables del daño oxidativo y de la disfunción hepática, cardíaca y endocrina. Por tal razón, los tratamientos disponibles para el síndrome mielodisplásico requieren del manejo adecuado de las transfusiones y la reducción del excedente de hierro en el cuerpo, con quelantes de hierro.
“Al contrarrestar la sobrecarga de hierro, se puede mejorar la sobrevida de los pacientes con la enfermedad. Hoy en día, hay estudios clínicos a gran escala, que demuestran que la terapia de la quelación del hierro reduce el exceso de este mineral y optimiza las circulaciones hepáticas en un grupo de pacientes”, expuso Watman.
El Estudio Prospectivo Europeo sobre Dieta, Cáncer y Salud –EPIC- demostró en 2008 que el uso de la molécula deferasirox ayuda a reducir la sobrecarga crónica de hierro en pacientes con SMD. En esta investigación se evaluaron 114 pacientes con sobrecarga de hierro en el corazón e incluso con el tratamiento se logró bajar los niveles de ferritina sérica, indicador clave de hierro en el organismo.
“Con deferasirox se puede lograr la independencia transfunsional. Este uno de los puntos de interés con respecto a las quelaciones en las mielodisplasias. De no haber aparecido los quelantes orales, hoy no se podría hablar de la terapia de quelación del hierro”, afirmó la especialista.
Con respecto a visiones futuras, la hematóloga recomendó lo siguiente: “Se debe planificar el efecto de la quelación en la disfunción orgánica. Estamos viendo que en cada organismo es distinto cómo se sobrecarga el hierro en el hígado, cómo se sobrecarga en el corazón y otros órganos. En la mielodisplasia de alto grado, la quelación en estos pacientes disminuye el proceso de infección, la transformación leucémica y el exceso de hierro antes del trasplante”, afirmó.
Este y otros temas hematológicos fueron desarrollados en el Latin American Hematology Tour 2013, auspiciado por laboratorios Novartis, el cual se llevó a cabo en la ciudad de Caracas.
Desde los cimientos del activismo ambiental hasta la urgente llamada a la acción de hoy, el Día de la Tierra ha evolucionado desde su modesto comienzo en 1968 hasta convertirse en un movimiento global que busca la preservación de nuestro planeta. En aquel entonces, el Servicio de Salud Pública de EE. UU. organizó el Simposio de Ecología Humana, un punto de partida crucial donde los estudiantes escucharon a científicos destacados hablar sobre los efectos del deterioro ambiental en la salud humana. Dos años más tarde, en 1970, el senador y activista ambiental Gaylord Nelson propuso la creación de una agencia ambiental, desencadenando una manifestación masiva que atrajo a miles de estudiantes y comunidades de todo Estados Unidos. Esta presión social culminó en la creación de la Agencia de Protección Ambiental y una serie de leyes destinadas a proteger nuestro medio ambiente, sentando así las bases para el movimiento ambiental moderno. En 1972, la primera Cumbre de la Tierra en Estocolmo reunió a líderes mundiales para abordar los problemas ambientales a escala global, marcando un hito en la conciencia ambiental mundial. El lema del Día Internacional de la Madre Tierra para el año 2024, “Planeta vs plásticos”, subraya la urgencia de abordar la crisis de los plásticos. La necesidad de reducir la producción de plásticos en un 60% para el año 2040 es imperativa, ya que estos contaminantes afectan directamente la salud humana y la salud del planeta. Es fundamental y urgente la necesidad de acabar con los plásticos por el bien de la salud humana y del planeta. Desde sus modestos inicios hasta su papel actual como plataforma para la conciencia ambiental global, el Día de la Tierra continúa inspirando a personas de todo el mundo a unirse en la lucha por un futuro sostenible. ¡Cada gesto cuenta en esta batalla por nuestro hogar compartido! https://www.tiktok.com/@mscnoticias
El Domingo de Ramos es el día que marca el inicio de la Semana Santa en la tradición cristiana, conmemorando la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén. Este día está lleno de simbolismo y significado religioso para los cristianos, pero en términos de “misterios”, podrían interpretarse algunos aspectos simbólicos o teológicos: La entrada triunfal de Jesús: Este evento, mencionado en los evangelios, es la base del Domingo de Ramos. Jesús entra en Jerusalén montado en un burro, mientras la multitud lo aclama y lo saluda con ramas de palma y ropas extendidas en su camino. El misterio aquí radica en la comprensión del significado de esta entrada en el contexto de la misión de Jesús y su relación con el reino de Dios. El cambio de actitud de la multitud: Es intrigante cómo la multitud que aclama a Jesús en su entrada triunfal el Domingo de Ramos luego se convierte en la misma multitud que lo rechaza y pide su crucifixión pocos días después. Este cambio repentino de actitud puede ser objeto de reflexión sobre la naturaleza humana y la fragilidad de las lealtades populares. El simbolismo de las palmas y las ramas: En muchas tradiciones cristianas, se llevan palmas y ramas durante las celebraciones del Domingo de Ramos como símbolo de victoria y triunfo. Estos elementos pueden representar la victoria espiritual sobre el pecado y la muerte que Jesús trae consigo, pero también pueden ser interpretados como un recordatorio de la naturaleza efímera de los triunfos terrenales. El comienzo de la Semana Santa: El Domingo de Ramos marca el inicio de la Semana Santa, un período de intensa reflexión y conmemoración para los cristianos. Este tiempo está lleno de rituales y tradiciones que recuerdan los eventos finales de la vida de Jesús, desde la Última Cena hasta su crucifixión y resurrección. Los misterios aquí son los propios misterios de la fe cristiana: la pasión, muerte y resurrección de Jesús, y su significado para la salvación de la humanidad. En resumen, el Domingo de Ramos está envuelto en una serie de misterios religiosos y simbolismos que invitan a la reflexión y la contemplación sobre la fe cristiana y el significado de la vida y la obra de Jesucristo. https://www.tiktok.com/@mscnoticias