Si bien es cierto los guerreros de la montaña viven un gran momento en cuanto a lo futbolístico, un excelente equilibrio defensa – ataque dan pie para fortalecer el auge del conjunto amarillo y marrón.
Dentro de ese equilibrio destaca la labor defensiva de quien debe estar atento a cada uno de los movimientos de sus compañeros en el campo de juego. Luis Carlos Rojas, joven carcebero que posee un ciclo importante dentro del conjunto, se consagra cada día más como uno de los cuida vallas de mejor actuación en el país.
“Felino” Rojas como es conocido por los medios de comunicación y aficionados en general, sumó el pasado fin de semana su cuarto partido consecutivo sin recibir goles, anteriormente ya dentro del mismo torneo clausura había sumado tres partido sin encajar goles. Llegando a la cifra de 16 partidos en toda la temporada (incluyendo Copa Venezuela y Sudamericana) manteniendo su arco en cero.
Además Rojas suma hasta ahora 416 minutos sin recibir goles en la actualidad, manteniendo un buen promedio de goles recibidos.
Para el joven cancerbero oriental y que ya es un hijo adoptado de la tierra de santos y sabios todo radica en el trabajo del día a día “la clave de todo radica en el gran trabajo que hacemos en la semana, cada entrenamiento bajo las órdenes del profesor Valiente y de la mano de mi compañero HéctorPérez siempre mantenemos una gran concentración para superarnos día a día”
“Trabajo para esto y más, cada vez que va a iniciar una temporada solo pienso en salir campeón y mantener el arco de mi equipo en cero la mayor cantidad de veces posibles” dijo Rojas quien ocupa una de las posiciones desde donde se debe generar más confianza para el resto de sus compañeros es precisamente allí desde el arco.
Rojas trabaja día a día junto a Héctor Pérez, segundo cancerbero del plantel “algo que muchos no sabrán es que junto a Héctor vivimos una gran camaradería, una competencia muy sana, siempre cuando finaliza los partidos me habla y me da confianza, eso es importante” comentó Rojas.
“Mantener el cero en el arco no solo es un esfuerzo del portero, el esfuerzo es de todos, cada jugador en este equipo trabaja para ganar y la base es no permitir goles, nuestros defensas son de gran calidad, experiencia y sacrificio, ese por ello que ese logro vale por once, no solo por mi” comentó el “Felino”
“He fortalecido las ganas de superarme, de crecer, de mejorar, son algunas de las cosas que han cambiado en mí, desde el momento en que los profes me dieron la oportunidad de formar parte de este gran equipo” dijo Rojas.
“Algo que es notorio y significativo es que mi familia siempre está pendiente de mí, de mis actuaciones, cuando Mineros marcó en el minuto 15 allá en Puerto Ordaz, la primera llamada que recibí después del partido fue la de mi hermano, dándome ánimos” prosiguió Rojas.
“Mi meta en lo personal es sin duda ser tomado en cuenta para la selección, trabajo siempre con ese proposito” prosiguió Rojas
Cada vez que logra junto al resto de sus compañero mantener el cero, Rojas dedica ese partido “a Dios primero que nada, a mi esposa y mi familia, y por sobre todas las cosas a mi hermano mayor que siempre está pendiente dando ánimos y alentándome con todas sus fuerzas” finalizó.
El “Felino” cumple su quinta temporada de la mano de Pedro Vera y Leonardo González, comenzó siendo el tercer portero del club, y poco a poco se ha convertido en una referencia en los guerreros de la montaña. Ha sido titular en 36 partidos de los cuales en 16 no ha recibido goles.
La Semana Santa, más que un feriado, es un período cargado de tradiciones arraigadas que invitan a la reflexión y la renovación espiritual. Una de estas prácticas significativas es la visita a los siete templos, una experiencia que trasciende la mera observancia para sumergirse en un profundo acto de devoción y conexión con la historia bíblica. La tradición, que se inicia la noche del Jueves Santo y culmina en la mañana del Viernes Santo, tiene sus raíces en Roma gracias a San Felipe Neri, y desde entonces ha reverberado en todo el mundo, convirtiéndose en un símbolo de respeto hacia Jesús y su sacrificio por la humanidad. Según la enseñanza de la Iglesia Católica, el Jueves Santo marca un momento crucial en la historia cristiana: la Última Cena de Jesús con sus apóstoles, donde instituyó los sacramentos de la Eucaristía y el Orden Sacerdotal. Este acto simboliza el inicio de un camino hacia la redención, hacia la reconciliación con el prójimo y la interiorización de los valores de caridad promovidos por Jesús. Al recorrer los siete templos, los fieles no solo están siguiendo los pasos físicos de Jesús desde su captura hasta su crucifixión, sino que están participando en un acto de comunión espiritual, acompañando al Salvador en su trayectoria hacia el sacrificio y la resurrección. Cada uno de los siete templos representa una etapa crucial en este recorrido espiritual: Desde el Cenáculo hasta el huerto de Getsemaní, donde Jesús oró y sudó sangre. Desde el huerto de Getsemaní hasta la casa de Anás, donde fue interrogado y maltratado. Desde la casa de Caifás hasta la primera comparecencia ante Poncio Pilatos, donde fue acusado injustamente. Desde la confrontación con Herodes hasta la segunda comparecencia ante Pilatos, donde fue sentenciado a muerte. Finalmente, desde la casa de Pilatos hasta el Monte Calvario, donde Jesús cargó con la cruz, fue crucificado y sepultado. Cada estación de este camino sagrado invita a los creyentes a reflexionar sobre el significado más profundo de la Pasión de Cristo y a renovar su compromiso con los valores cristianos de amor, perdón y redención. La visita a los siete templos se convierte así en una experiencia transformadora que trasciende las fronteras del tiempo y el espacio, guiando a los fieles hacia una conexión más íntima con su fe y su salvación. https://www.tiktok.com/@mscnoticias
El Domingo de Ramos es el día que marca el inicio de la Semana Santa en la tradición cristiana, conmemorando la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén. Este día está lleno de simbolismo y significado religioso para los cristianos, pero en términos de “misterios”, podrían interpretarse algunos aspectos simbólicos o teológicos: La entrada triunfal de Jesús: Este evento, mencionado en los evangelios, es la base del Domingo de Ramos. Jesús entra en Jerusalén montado en un burro, mientras la multitud lo aclama y lo saluda con ramas de palma y ropas extendidas en su camino. El misterio aquí radica en la comprensión del significado de esta entrada en el contexto de la misión de Jesús y su relación con el reino de Dios. El cambio de actitud de la multitud: Es intrigante cómo la multitud que aclama a Jesús en su entrada triunfal el Domingo de Ramos luego se convierte en la misma multitud que lo rechaza y pide su crucifixión pocos días después. Este cambio repentino de actitud puede ser objeto de reflexión sobre la naturaleza humana y la fragilidad de las lealtades populares. El simbolismo de las palmas y las ramas: En muchas tradiciones cristianas, se llevan palmas y ramas durante las celebraciones del Domingo de Ramos como símbolo de victoria y triunfo. Estos elementos pueden representar la victoria espiritual sobre el pecado y la muerte que Jesús trae consigo, pero también pueden ser interpretados como un recordatorio de la naturaleza efímera de los triunfos terrenales. El comienzo de la Semana Santa: El Domingo de Ramos marca el inicio de la Semana Santa, un período de intensa reflexión y conmemoración para los cristianos. Este tiempo está lleno de rituales y tradiciones que recuerdan los eventos finales de la vida de Jesús, desde la Última Cena hasta su crucifixión y resurrección. Los misterios aquí son los propios misterios de la fe cristiana: la pasión, muerte y resurrección de Jesús, y su significado para la salvación de la humanidad. En resumen, el Domingo de Ramos está envuelto en una serie de misterios religiosos y simbolismos que invitan a la reflexión y la contemplación sobre la fe cristiana y el significado de la vida y la obra de Jesucristo. https://www.tiktok.com/@mscnoticias