La Gerente General de la empresa líder en el sector plástico en Venezuela considera que la alineación de todo el recurso humano es clave para el éxito
La mujer venezolana ha ido ganando cada vez más relevancia en las empresas del país, rompiendo viejos paradigmas que colocaban el prototipo gerencial en el público masculino. Hoy en día, el empoderamiento femenino en los negocios es público y notorio, dando a conocer el gran potencial de la mujer en entornos corporativos. Ejemplo de ello es Carmen de Padilla, Gerente General de Uniplast desde 1993.
Padilla se unió al equipo en 1989, para desempeñarse como Gerente de Administración y Finanzas. Es promovida cuatro años después para que liderara la planta, algo que ha sabido hacer con mucha dedicación y superando retos de importancia.
“El primer reto fue conformar un equipo identificado con la organización; el segundo fue ampliar la capacidad de producción de la planta. La meta propuesta hoy en día consiste en aumentar la presencia de Uniplast en el mercado de exportación”, señaló la ejecutiva.
Atribuye su éxito empresarial a haber sabido identificar a su equipo de trabajo con los propósitos de Uniplast: “Concertar objetivos con todo el personal es la única forma en la cual se puede integrar efectivamente un equipo de trabajo. Se trata de fijar metas de una manera global y que todo el recurso humano apunte al logro de esos objetivos. De hecho, en Uniplast el compromiso no es con C, es con K de kilos. Ese es nuestro lema, y de esa manera hemos alcanzado resultados bastantes satisfactorios”, señaló.
Carmen Padilla describe que ha sabido combinar los roles de líder organizacional y madre de familia con mucha perseverancia y madurez. Para ella, no fue fácil compartir su vida de mujer y ama de casa con el trabajo arduo que realiza. Por ello, desde el principio, se dedicó con gran abnegación a compaginar los diferentes papeles que tenía que desempeñar en el hogar y en el trabajo.
Aunque lleva más de 20 años brillando como Gerente General de Uniplast, hoy en día Padilla sigue reinventándose para lograr que la empresa siempre esté actualizada, a fin de garantizar una mejor calidad. Para ello, no detiene su creatividad y firmeza, con la vista puesta en los valores que ha venido manejando desde su inicio en la organización. De hecho, bajo su batuta, la empresa fue certificada con la NORMA ISO 9001:2000 “después de años de trabajo muy duros y sin ningún tipo de asesoría externa”, destacó la profesional.
“Realizo un seguimiento diario de la producción. Uniplast es una empresa que se dedica a la fabricación de productos plásticos para el sector industrial, agroindustrial y construcción, y es la única con la tecnología espuma estructural aquí en Venezuela. Cada día, desde adentro, monitoreamos que se cumplan los estándares propios de la certificación de la ISO 9001:2000”, subrayó.
Firme y humilde en su concepción de sí misma, Carmen Padilla no se autodenomina un ejemplo del empoderamiento de la mujer venezolana en el mundo empresarial. Sin embargo, son sus compañeros los que le otorgan este título. “Solo dedico tiempo y esfuerzo a realizar un arduo y gran trabajo en la empresa para potenciar las capacidades de todo el equipo UNIPLAST. Este es nuestro secreto para mantenernos líderes en el mercado del plástico”, finaliza.
La Semana Santa, más que un feriado, es un período cargado de tradiciones arraigadas que invitan a la reflexión y la renovación espiritual. Una de estas prácticas significativas es la visita a los siete templos, una experiencia que trasciende la mera observancia para sumergirse en un profundo acto de devoción y conexión con la historia bíblica. La tradición, que se inicia la noche del Jueves Santo y culmina en la mañana del Viernes Santo, tiene sus raíces en Roma gracias a San Felipe Neri, y desde entonces ha reverberado en todo el mundo, convirtiéndose en un símbolo de respeto hacia Jesús y su sacrificio por la humanidad. Según la enseñanza de la Iglesia Católica, el Jueves Santo marca un momento crucial en la historia cristiana: la Última Cena de Jesús con sus apóstoles, donde instituyó los sacramentos de la Eucaristía y el Orden Sacerdotal. Este acto simboliza el inicio de un camino hacia la redención, hacia la reconciliación con el prójimo y la interiorización de los valores de caridad promovidos por Jesús. Al recorrer los siete templos, los fieles no solo están siguiendo los pasos físicos de Jesús desde su captura hasta su crucifixión, sino que están participando en un acto de comunión espiritual, acompañando al Salvador en su trayectoria hacia el sacrificio y la resurrección. Cada uno de los siete templos representa una etapa crucial en este recorrido espiritual: Desde el Cenáculo hasta el huerto de Getsemaní, donde Jesús oró y sudó sangre. Desde el huerto de Getsemaní hasta la casa de Anás, donde fue interrogado y maltratado. Desde la casa de Caifás hasta la primera comparecencia ante Poncio Pilatos, donde fue acusado injustamente. Desde la confrontación con Herodes hasta la segunda comparecencia ante Pilatos, donde fue sentenciado a muerte. Finalmente, desde la casa de Pilatos hasta el Monte Calvario, donde Jesús cargó con la cruz, fue crucificado y sepultado. Cada estación de este camino sagrado invita a los creyentes a reflexionar sobre el significado más profundo de la Pasión de Cristo y a renovar su compromiso con los valores cristianos de amor, perdón y redención. La visita a los siete templos se convierte así en una experiencia transformadora que trasciende las fronteras del tiempo y el espacio, guiando a los fieles hacia una conexión más íntima con su fe y su salvación. https://www.tiktok.com/@mscnoticias
El Domingo de Ramos es el día que marca el inicio de la Semana Santa en la tradición cristiana, conmemorando la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén. Este día está lleno de simbolismo y significado religioso para los cristianos, pero en términos de “misterios”, podrían interpretarse algunos aspectos simbólicos o teológicos: La entrada triunfal de Jesús: Este evento, mencionado en los evangelios, es la base del Domingo de Ramos. Jesús entra en Jerusalén montado en un burro, mientras la multitud lo aclama y lo saluda con ramas de palma y ropas extendidas en su camino. El misterio aquí radica en la comprensión del significado de esta entrada en el contexto de la misión de Jesús y su relación con el reino de Dios. El cambio de actitud de la multitud: Es intrigante cómo la multitud que aclama a Jesús en su entrada triunfal el Domingo de Ramos luego se convierte en la misma multitud que lo rechaza y pide su crucifixión pocos días después. Este cambio repentino de actitud puede ser objeto de reflexión sobre la naturaleza humana y la fragilidad de las lealtades populares. El simbolismo de las palmas y las ramas: En muchas tradiciones cristianas, se llevan palmas y ramas durante las celebraciones del Domingo de Ramos como símbolo de victoria y triunfo. Estos elementos pueden representar la victoria espiritual sobre el pecado y la muerte que Jesús trae consigo, pero también pueden ser interpretados como un recordatorio de la naturaleza efímera de los triunfos terrenales. El comienzo de la Semana Santa: El Domingo de Ramos marca el inicio de la Semana Santa, un período de intensa reflexión y conmemoración para los cristianos. Este tiempo está lleno de rituales y tradiciones que recuerdan los eventos finales de la vida de Jesús, desde la Última Cena hasta su crucifixión y resurrección. Los misterios aquí son los propios misterios de la fe cristiana: la pasión, muerte y resurrección de Jesús, y su significado para la salvación de la humanidad. En resumen, el Domingo de Ramos está envuelto en una serie de misterios religiosos y simbolismos que invitan a la reflexión y la contemplación sobre la fe cristiana y el significado de la vida y la obra de Jesucristo. https://www.tiktok.com/@mscnoticias