Los grandes jugadores tienen que jugar en grandes clubes, su virtud propia de crack los obliga a ganar títulos y ser participes fundamentales de los éxitos de sus equipos. Yohandry Orozco no puede ser la excepción, pues con sus goles y asistencias, representa uno de los guerreros más importantes de la tropa aurinegra.
En el último duelo ante Mineros de Guayana que terminó igualado a un gol, Orozco volvió a figurar, siendo el encargado de anotar el tanto atigrado a la altura del minuto 11. “Me siento contento con mi rendimiento y también con el equipo porque me pone los pases para hacer los goles, día a día tenemos que trabajar para ganar”, señala, tras conquistar su quinto tanto del Clausura.
Evidentemente, la paridad no dejó del todo satisfecho a la escuadra atigrada, ya que la victoria se buscó con intensidad hasta el final. “Sabíamos que iba a ser un partido bastante difícil con un rival complicado, pero pudimos sacar un punto, creamos bastante ocasiones de gol pero no las supimos anotar”, agrega el “10” aurinegro, en relación al duelo ante los negriazules.
El Carrusel Aurinegro marcha en la octava posición con 16 puntos y aunque los números no son tan positivos, el esfuerzo que realiza el grupo por cumplir pese a las dificultades de movilidad existentes en San Cristóbal, es realmente valorable y destacable.
“Quizás eso nos ha hecho mal a nosotros porque desde que comenzó este problema no pudimos ir a El Vigía, después tuvimos dos fechas sin jugar y a pesar de entrenar, la diferencia se marcan en los partidos y Zamora venía de jugar bien en Copa Libertadores, de participar en el torneo, venían con ese ritmo y eso nos complicó bastante y perdimos el invicto”, asegura el volante zuliano.
“Nunca nos hemos dado por vencidos, siempre estamos entrenando todos los días duro para poder lograr las cosas y sacar en cada partido un resultado positivo”, añade Orozco.
No obstante, el batallón amarillo y negro no depone las armas y sigue luchando por la consecución del Torneo Clausura 2014, donde tiene un encuentro menos y otro a la espera de una decisión federativa. “Dios quiera que se pueda dar ese partido contra El Vigía, que lo podamos jugar y contra Anzoátegui poderlo jugar en casa porque no es lo mismo jugar como local afuera, acá tenemos la afición que nos apoya y eso es importante”, contempla el talentoso mediocampista aurinegro y vinotinto.
De cara a lo inmediato, Yohandry Orozco y todo el Deportivo Táchira F.C. apuntan la mira en el líder del campeonato, Trujillanos F.C., próximo rival aurinegro. “Sabemos que va a ser difícil ese partido como visitante y la cosa está en mentalizarnos en lo que vamos a hacer y poder sacar un resultado positivo para poder estar ahí pisando a los que van adelante”, sentencia.
La visita del Carrusel Aurinegro a tierras trujillanas será este domingo 30 de marzo, a partir de las 4 de la tarde cuando deba presentarse en el Estadio José Alberto Pérez de Valera, para cumplir con la jornada 12, en lo que representa su cuarto duelo consecutivo fuera de su Templo Sagrado.
La Semana Santa, más que un feriado, es un período cargado de tradiciones arraigadas que invitan a la reflexión y la renovación espiritual. Una de estas prácticas significativas es la visita a los siete templos, una experiencia que trasciende la mera observancia para sumergirse en un profundo acto de devoción y conexión con la historia bíblica. La tradición, que se inicia la noche del Jueves Santo y culmina en la mañana del Viernes Santo, tiene sus raíces en Roma gracias a San Felipe Neri, y desde entonces ha reverberado en todo el mundo, convirtiéndose en un símbolo de respeto hacia Jesús y su sacrificio por la humanidad. Según la enseñanza de la Iglesia Católica, el Jueves Santo marca un momento crucial en la historia cristiana: la Última Cena de Jesús con sus apóstoles, donde instituyó los sacramentos de la Eucaristía y el Orden Sacerdotal. Este acto simboliza el inicio de un camino hacia la redención, hacia la reconciliación con el prójimo y la interiorización de los valores de caridad promovidos por Jesús. Al recorrer los siete templos, los fieles no solo están siguiendo los pasos físicos de Jesús desde su captura hasta su crucifixión, sino que están participando en un acto de comunión espiritual, acompañando al Salvador en su trayectoria hacia el sacrificio y la resurrección. Cada uno de los siete templos representa una etapa crucial en este recorrido espiritual: Desde el Cenáculo hasta el huerto de Getsemaní, donde Jesús oró y sudó sangre. Desde el huerto de Getsemaní hasta la casa de Anás, donde fue interrogado y maltratado. Desde la casa de Caifás hasta la primera comparecencia ante Poncio Pilatos, donde fue acusado injustamente. Desde la confrontación con Herodes hasta la segunda comparecencia ante Pilatos, donde fue sentenciado a muerte. Finalmente, desde la casa de Pilatos hasta el Monte Calvario, donde Jesús cargó con la cruz, fue crucificado y sepultado. Cada estación de este camino sagrado invita a los creyentes a reflexionar sobre el significado más profundo de la Pasión de Cristo y a renovar su compromiso con los valores cristianos de amor, perdón y redención. La visita a los siete templos se convierte así en una experiencia transformadora que trasciende las fronteras del tiempo y el espacio, guiando a los fieles hacia una conexión más íntima con su fe y su salvación. https://www.tiktok.com/@mscnoticias
El Domingo de Ramos es el día que marca el inicio de la Semana Santa en la tradición cristiana, conmemorando la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén. Este día está lleno de simbolismo y significado religioso para los cristianos, pero en términos de “misterios”, podrían interpretarse algunos aspectos simbólicos o teológicos: La entrada triunfal de Jesús: Este evento, mencionado en los evangelios, es la base del Domingo de Ramos. Jesús entra en Jerusalén montado en un burro, mientras la multitud lo aclama y lo saluda con ramas de palma y ropas extendidas en su camino. El misterio aquí radica en la comprensión del significado de esta entrada en el contexto de la misión de Jesús y su relación con el reino de Dios. El cambio de actitud de la multitud: Es intrigante cómo la multitud que aclama a Jesús en su entrada triunfal el Domingo de Ramos luego se convierte en la misma multitud que lo rechaza y pide su crucifixión pocos días después. Este cambio repentino de actitud puede ser objeto de reflexión sobre la naturaleza humana y la fragilidad de las lealtades populares. El simbolismo de las palmas y las ramas: En muchas tradiciones cristianas, se llevan palmas y ramas durante las celebraciones del Domingo de Ramos como símbolo de victoria y triunfo. Estos elementos pueden representar la victoria espiritual sobre el pecado y la muerte que Jesús trae consigo, pero también pueden ser interpretados como un recordatorio de la naturaleza efímera de los triunfos terrenales. El comienzo de la Semana Santa: El Domingo de Ramos marca el inicio de la Semana Santa, un período de intensa reflexión y conmemoración para los cristianos. Este tiempo está lleno de rituales y tradiciones que recuerdan los eventos finales de la vida de Jesús, desde la Última Cena hasta su crucifixión y resurrección. Los misterios aquí son los propios misterios de la fe cristiana: la pasión, muerte y resurrección de Jesús, y su significado para la salvación de la humanidad. En resumen, el Domingo de Ramos está envuelto en una serie de misterios religiosos y simbolismos que invitan a la reflexión y la contemplación sobre la fe cristiana y el significado de la vida y la obra de Jesucristo. https://www.tiktok.com/@mscnoticias