El regreso del Carrusel Aurinegro a la competencia después de 20 días y dos jornadas en pausa, deparó una noche de olvido para los dirigidos por Daniel Farías, al ceder 3-0 ante el Zamora F.C. en el Estadio Agustín Tovar “La Carolina” de Barinas. Pizarra dolorosa la que se registró en el llano al sufrir los tantos en apenas cinco minutos de la segunda parte.
Un compromiso de diente apretado y que se antojaba con posibilidades para ambas escuadras tras unos muy disputados primeros 45 minutos, terminó en una abultada victoria de los zamoranos, gracias a mostrarse efectivos en un periodo de desacierto por parte de la tropa tachirense.
Dos caras las que se observaron al Deportivo Táchira F.C. en su presentación en la ciudad marquesa: la dominante, capaz y quizás pecadora ante la falta de concreción en la primera parte; en contraparte del desconcertado grupo que no supo asimilar el inesperado primer tanto de la noche y buscó sin ideas claras el arco contrario después de encajar los goles.
Tras el descanso, los dueños de casa saltaron con las firmes intenciones de marcar diferencia y el choque comenzaba a ofrecer posibilidades, como la de Gelmín Rivas al 51′, quién se mostró como referente del ataque durante todo el careo, consiguiendo en Alexis Angulo su verdugo.
El tramo oscuro de la noche comenzaría al 57′ con el gol de Juan Falcón en desborde y remate efectivo por derecha. Cuatro minutos después, Luis Vargas lanzó un tiro libre sobre la barrera que tampoco pudo detener José Contreras. Y como si fuera poco, inmediatamente al 62′ aparecería Pedro Ramírez por delante de la defensa para decretar el 3-0.
Pesado se mostraba el repunte aurinegro tras esos minutos plagados de infortunio, sin embargo la apuesta colectiva con la fórmula de dominio del balón se mantenía sobre el terreno de juego. Las variantes, todas ofensivas, entraban al campo en procura de la respuesta.
Los pupilos de Noel Sanvicente apelaron la garra para asegurar la victoria, teniendo por delante 30 minutos de duro trabajo impuestos por la incesante delantera amarilla y negra, que a pesar de intentar de múltiples formas no pudo encontrarse con el gol que rompiera el celofán del Zamora F.C.
Los Aurinegros regresan de inmediato a suelo cordial para trabajar arduo durante la semana y preparar la visita a su rival histórico Estudiantes de Mérida, el venidero domingo 16 de marzo desde la ciudad de los caballeros.
Ficha Técnica:
Zamora FC (3): Alexis Angulo, Layneker Zafra, Javier López, Jhonnathan España, Luis Ovalle, Luis Vargas (C), Arles Flores, Pedro Ramírez (Pedro Ramírez, 76′), Jhon Murillo*, Ricardo Clarke (Jhoan Arenas, 85′), Juan Falcón (Pierre Pluchino, 87′). DT: Noel Sanvicente.
Suplentes sin jugar: Álvaro Forero, Víctor Pérez, Edson Mendoza, Erickson Gallardo*.
Deportivo Táchira F.C. (0): José Contreras, Agnel Flores, Wilker Ángel, Yuber Mosquera, Carlos Cermeño, Francisco Flores (C) (Marcos Sánchez, 65′), Giacomo Di Giorgi, José Luis Tancredi, Yohandry Orozco (José Miguel Reyes 77′), Giancarlo Maldonado (José Alí Meza, 64′), Gelmín Rivas. D.T.: Daniel Farías.
Suplentes sin jugar: Yerikson Murillo, Diego Ostos, Romeri Villamizar, Juan Carlos Azócar.
Goles: Juan Falcón 57′, Luis Vargas 61′, Pedro Ramírez 62′ (Zamora).
Amonestados: Luis Vargas, 21′, (Zamora); Wilker Ángel 25′, Agnel Flores 32′, Francisco Flores 52′ (Táchira).
Árbitros: Jesús Valenzuela, Dixon Alvarado, Alberto Ponte, Luis Parra (Portuguesa)
Estadio: Agustín Tovar “La Carolina”.
Hora: 7:00pm.
Incidencias: Jornada 9 del Torneo Clausura 2014.
Javier Joves / Prensa Deportivo Táchira
El 17 de noviembre conmemora el Día Internacional del Síndrome de Smith Magenis, un hito que destaca la relevancia de esta condición genética descubierta en los años 80 por Ana Smith y Ellen Magenis, una pionera en genética molecular. Este síndrome, vinculado a una deficiencia en el cromosoma 17, afecta aproximadamente a 1 persona de cada 15.000/25.000 nacimientos, manifestándose con una variedad de síntomas físicos y conductuales, acompañados de un retraso mental de gravedad variable y anomalías congénitas. Las asociaciones dedicadas al Síndrome de Smith Magenis organizan eventos con el objetivo claro de sensibilizar tanto a la población en general como a los profesionales de la salud. Entre las metas fundamentales de estas iniciativas se encuentran: Impulsar la Detección Precoz: Fomentar la identificación temprana de la enfermedad, garantizando un abordaje más efectivo desde sus primeras etapas. Atender las Necesidades de los Afectados: Buscar soluciones integrales que aborden las necesidades terapéuticas, educativas y asistenciales de quienes conviven con este síndrome, así como proporcionar un sólido apoyo a sus familias. Promover la Investigación: Lanzar un llamamiento apasionado a la investigación, destacando la importancia de explorar y comprender más a fondo esta patología para mejorar la calidad de vida de quienes la padecen. Generar Conciencia Pública: Ampliar el conocimiento general sobre el Síndrome de Smith Magenis es esencial. Con campañas educativas, se busca sensibilizar a la población acerca de la existencia de esta condición y fomentar la empatía y la comprensión.
El Día de los Muertos es una festividad tradicional mexicana que tiene raíces profundas en la cultura indígena precolombina de México, especialmente entre los pueblos aztecas, mayas, purepechas y totonacas. Esta celebración se lleva a cabo el 1 y 2 de noviembre, coincidiendo con el Día de Todos los Santos y el Día de los Muertos en el calendario católico, lo que es una muestra de la fusión de las tradiciones indígenas y europeas después de la conquista española en el siglo XVI. Las razones por las cuales se celebra el Día de los Muertos en México son variadas: Conexión con las creencias indígenas: Los pueblos indígenas de México tenían una profunda conexión con la muerte y creían que la vida después de la muerte era una parte natural del ciclo de la vida. Celebraban a sus muertos a través de rituales y ofrendas mucho antes de la llegada de los españoles. Sincretismo religioso: Después de la conquista española, la religión católica se combinó con las creencias indígenas para dar lugar a esta festividad. Los colonizadores españoles intentaron reemplazar las creencias indígenas con las suyas, pero en lugar de erradicar las tradiciones preexistentes, se incorporaron elementos católicos en la celebración de los muertos. Homenaje a los seres queridos fallecidos: El Día de los Muertos es una forma de honrar y recordar a los seres queridos que han fallecido. Las familias crean altares o ofrendas que incluyen fotos, velas, flores, alimentos y objetos personales de los difuntos para recibir sus espíritus y celebrar su memoria. Celebración de la vida: Aunque pueda parecer paradójico, el Día de los Muertos no es una festividad triste, sino más bien una celebración de la vida. Se cree que durante estos días, los difuntos regresan a visitar a sus seres queridos, y se les recibe con música, baile y comida. Conservación de la identidad cultural: El Día de los Muertos es una de las festividades más importantes en la cultura mexicana, y su celebración contribuye a la preservación de las tradiciones y la identidad cultural del país. En resumen, el Día de los Muertos en México es una festividad arraigada en las creencias indígenas, el sincretismo religioso y la conexión con los seres queridos fallecidos. Es una celebración única que combina elementos de alegría, respeto y espiritualidad, y juega un papel importante en la cultura mexicana.