En todas partes del mundo existen personas atentas, profesionales y bromistas. En Atlético Venezuela podemos encontrar seres humanos con esas características, que han hecho vivir jornadas agradables de trabajo en todas las categorías del club. Entre todas, resalta el nombre de Jesús Hernández, parte del cuerpo médico de la institución.
Jesús es fisioterapeuta y trabaja con el cuadro nacional desde hace tres años. Día a día llega a los entrenamientos con la ilusión de aportar cosas positivas y ayudar a los jugadores a estar en mejor condición física. Trabaja junto con los pequeños y los grandes, consolidándose como profesional.
Es un fanático más del fútbol y lo vive con mucha intensidad partido a partido: cada fin de semana está muy pendiente de los resultados del primer equipo, de La Cantera y La Academia por igual, ya que siempre quiere lo mejor para Atlético Venezuela.
Feliz con su profesión
Para Hernández, este empleo es más que una simple labor, es algo que realiza con pasión y se siente a gusto con la misma. Quiso estudiar medicina, pero por circunstancias de la vida no lo logró. Gracias a su madre pudo ser fisioterapeuta. “Siempre quise estudiar medicina, porque desde niño me gustaba ayudar a las personas y colaborar con los enfermos”, aseveró, destacando que por obra del destino llegó a esta carrera. “Cuando me gradué de bachiller no tuve oportunidad de ingresar a alguna universidad. Mi mamá me dijo que probara con la fisioterapia y lo logré. Me siento feliz con esta decisión porque es algo que hago con pasión. No es una carrera fácil, pero con el apoyo de mi familia salí hacia adelante”.
Jesús nunca se imaginó que esta profesión lo llevaría a trabajar en una institución deportiva. “Cuando inicié la carrera solo me concentraba en hacer bien las cosas y querer ayudar a las personas, pero con el tiempo vi que esto tenía muchas áreas de trabajo”, señaló, mencionando que en sus pasantías se sintió atraído por la pediatría. “Cuando fui pasante realizamos distintos bloques de trabajo en áreas especificas de hospitales. Me gustaba mucho el lado pediátrico y mis supervisores me decían que tenía carisma para trabajar con los niños y que me desenvolvía bien con ellos”, dijo.
Llegó al equipo gracias a las redes sociales
Jesús se enteró de que se requerían los servicios de un fisioterapeuta de una manera bastante curiosa.“Llegué al Atlético Venezuela gracias a un aviso que vi en el Facebook de una amiga, donde decía ‘Se busca fisioterapeuta para trabajar en el área deportiva’ y le escribí diciéndole que yo era el indicado para ese trabajo”, destacando que después de esto pudo ponerse en contacto con Carlos Gil, jefe del área de fisioterapia de la institución.
Inició su andar por el cuadro nacional cuando el equipo jugaba en Segunda División y se mantiene allí desde entonces, trabajando día a día con las ganas de ayudar a los demás y poder ver al Atlético Venezuela levantar un nuevo título y disputar alguna competencia internacional. “Cuando llegué al equipo estábamos en Segunda, no fue fácil adaptarme al ritmo de trabajo de un equipo profesional, pero con el tiempo lo pude hacer y me gané la confianza de todos. Siempre agradezco a Dios la oportunidad de trabajar en este grupo de trabajo donde tengo amigos y compañeros de los que aprendo cada día un poco más”, comentó.
Amante del fútbol
Jesús es de las personas que siempre están pendientes de lo que acontece en el fútbol venezolano y el resto del planeta. Desde muy joven ha visto y jugado este deporte con mucha alegría. “Cuando tenía 12 años jugaba en Los Teques, en un equipo llamado Mirandinos de una liga local. Para mí era más que todo un pasatiempo, pero igual estuve allí 6 años, donde la pasé muy bien y donde me divertía”. Hoy en día, él y sus amigos se reúnen de vez en cuando para poder patear el balón. “A veces me reúno con mis amigos y jugamos en una cancha de futsal que está cerca de mi casa. Siempre me gusta estar vinculado al fútbol”, reveló.
Hernández ha podido compartir con figuras importantes del balompié criollo en su etapa por Atlético Venezuela, es algo que nunca se imaginó y que ha manejado con mucha serenidad. “Es una alegría verse rodeado de jugadores que estuvieron o están en la Selección Nacional, ya que nunca pensé que los podría conocer o compartir con ellos. Día a día los ayudo a recuperarse y trabajo junto a ellos para que todo salga bien. Es un honor poder estar aquí”, agregó con mucho orgullo.
Esa misma sensación que tiene al trabajar con los jugadores profesionales, también la vive con los más pequeños de la institución. “Me siento dichoso de trabajar con los futuros talentos de nuestro fútbol, estar con ellos es otro mundo, ya que muchos te tratan como a un hermano y te llegan a tener mucha confianza como para buscar algún consejo e incluso de hablar sobre temas personales”.
Jesús vive desde la grada, la banca o la televisión los partidos con mucha intensidad, ya que siempre espera ver a los suyos conseguir victorias. “Cada partido es diferente, en unos existe la necesidad de sumar y en otros hay alegría porque se está ganando, pero siempre veo los juegos con mucha tranquilidad. Cuando me toca estar abajo trato de estar calmado para que no me expulsen y así no dejar al equipo sin un fisioterapeuta”, añadió.
Metas para el futuro
Hernández quiere verse vinculado al deporte durante muchos años más, bien sea en Venezuela o en cualquier parte del planeta. “Me gustaría seguir trabajando con el fútbol, tal vez llegar a la Selección Nacional para poder representar al país en el exterior. Si se me da la oportunidad de trabajar afuera como fisioterapeuta, quisiera seguir vinculado a este hermoso deporte”, finalizó.
Tanto él, como el resto del cuerpo médico de Atlético Venezuela trabajan a diario por conseguir la excelencia y que todos los jugadores se sientan bien físicamente. Jesús, Carlos Nieto y Carlos Gil, son un equipo de fisioterapeutas que cualquier club quisiera tener en sus filas
El Día Internacional del Beso se celebra cada 13 de abril, como un homenaje al beso de más larga duración que se ha registrado en la historia, que tuvo lugar en Tailandia, donde en el año 2011 una pareja tailandesa estableció un récord mundial con el beso más largo, que tuvo una duración de 46 horas, 24 minutos y 9 segundos. En el año 2013, la misma pareja rompió su mismo récord al darse un beso, sin despegarse por un segundo, de 58 horas, 35 minutos y 58 segundos. Conoce algunos datos curiosos e interesantes sobre el beso: Besarse es saludable. Durante el beso se traspasan unas 40.000 bacterias, siendo la mayoría de ellas inofensivas. Al besar aumenta el ritmo cardíaco, de 60 hasta unas 100 pulsaciones por minuto. Un beso apasionado quema entre 6 a 100 calorías por minuto y fortalece el sistema inmunológico. Mejora la circulación sanguínea e incrementa la autoestima. Francia prohibió en el año 1910 los besos en las estaciones de trenes, ya que ocasionaban retrasos. En Asia existen unos peces conocidos como “besucones”, ya que se dan largos besos mientras nadan juntos. Una persona besa, en promedio, unos 20.160 minutos a lo largo de su vida. Al besar utilizamos unos 30 músculos del cuello y rostro. El músculo más utilizado es el orbicular de los labios, ya que permite fruncir los labios al besar. La Filematología es la ciencia que se dedica a estudiar las reacciones que se producen en el organismo al besar y los que estudian esta disciplina se les denomina osculogistas. Existen varias formas y tipos de beso, de acuerdo a cada cultura y tradición. En algunos lugares del mundo como Dubai y Malasia el beso en público es considerado un acto ilegal. Las personas que besan con mucha frecuencia tienden a vivir más años y a sufrir menos de enfermedades. El primer beso suele ser uno de los recuerdos imborrables de las personas. Al besar liberamos hormonas (oxitocina y dopamina) y endorfinas, ayudando a disminuir los niveles de estrés y ansiedad. https://www.tiktok.com/@mscnoticias
El Domingo de Ramos es el día que marca el inicio de la Semana Santa en la tradición cristiana, conmemorando la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén. Este día está lleno de simbolismo y significado religioso para los cristianos, pero en términos de “misterios”, podrían interpretarse algunos aspectos simbólicos o teológicos: La entrada triunfal de Jesús: Este evento, mencionado en los evangelios, es la base del Domingo de Ramos. Jesús entra en Jerusalén montado en un burro, mientras la multitud lo aclama y lo saluda con ramas de palma y ropas extendidas en su camino. El misterio aquí radica en la comprensión del significado de esta entrada en el contexto de la misión de Jesús y su relación con el reino de Dios. El cambio de actitud de la multitud: Es intrigante cómo la multitud que aclama a Jesús en su entrada triunfal el Domingo de Ramos luego se convierte en la misma multitud que lo rechaza y pide su crucifixión pocos días después. Este cambio repentino de actitud puede ser objeto de reflexión sobre la naturaleza humana y la fragilidad de las lealtades populares. El simbolismo de las palmas y las ramas: En muchas tradiciones cristianas, se llevan palmas y ramas durante las celebraciones del Domingo de Ramos como símbolo de victoria y triunfo. Estos elementos pueden representar la victoria espiritual sobre el pecado y la muerte que Jesús trae consigo, pero también pueden ser interpretados como un recordatorio de la naturaleza efímera de los triunfos terrenales. El comienzo de la Semana Santa: El Domingo de Ramos marca el inicio de la Semana Santa, un período de intensa reflexión y conmemoración para los cristianos. Este tiempo está lleno de rituales y tradiciones que recuerdan los eventos finales de la vida de Jesús, desde la Última Cena hasta su crucifixión y resurrección. Los misterios aquí son los propios misterios de la fe cristiana: la pasión, muerte y resurrección de Jesús, y su significado para la salvación de la humanidad. En resumen, el Domingo de Ramos está envuelto en una serie de misterios religiosos y simbolismos que invitan a la reflexión y la contemplación sobre la fe cristiana y el significado de la vida y la obra de Jesucristo. https://www.tiktok.com/@mscnoticias