Es un jugador con una técnica envidiable. A eso se le suma la seguridad, la inteligencia y la entrega con la que juega. Todo eso le ha valido el honor de ser considerado uno de los mejores zagueros que actúan en el fútbol criollo en la actualidad y la semana pasada ese mérito fue bien pagado al ser convocado a la Selección Nacional de Venezuela por cuarta oportunidad en su trayectoria, para disputar el partido amistoso frente a Honduras, en San Pedro Sula.
Capitán en la tierra del Tío Sam
Javier Andrés González Tupper nació en Caracas el 26 de febrero de 1988 y es defensor central de Atlético Venezuela. Se vinculó al mundo del balompié desde muy pequeño, porque “siempre me gustaron los deportes al aire libre, practiqué varios de ellos como el tenis, pero en un momento me decidí jugar al fútbol. Luego decidí también seguir con los estudios y jugar al fútbol con una beca completa en los Estados Unidos”.
En la tierra del Tío Sam se graduó como Licenciado en Gerencia de Negocios en la Universidad de Saint Francis. Allí también jugó al balompié durante cuatro temporadas, el mismo período que recibió clases para obtener el título universitario. Tenía una exigente rutina en la semana y los sábados disputaba el torneo nacional universitario con el equipo de su institución, en el cual en alguna oportunidad fue electo como primer capitán.
Acerca de cómo obtuvo la beca en suelo norteamericano, “Javi” comentó que “en ese momento jugaba en la categoría Sub 20 del Deportivo Galicia. Se me presentó una oportunidad de ir a jugar con una beca y decidí tomarla porque para mí siempre fue muy importante seguir estudiando, creciendo como persona y formándome como profesional. Me gradué y gracias a Dios tuve la oportunidad de volver y seguir jugando”, indica el hijo de padre venezolano y madre chilena, lo que lo une en un cercano parentesco al malogrado ex jugador de la Selección austral, Raimundo Tupper.
Maduró en su regreso a casa
En su retorno a la tierra de Simón Bolívar, la arepa y el pabellón, al “Gringo” le costó adaptarse al fútbol profesional venezolano, debido a la diferencia del ritmo al cual venía jugando en su carrera universitaria. “Fue un poco difícil ese primer año acá en Venezuela, porque tenía que adaptarme nuevamente al fútbol profesional ya como carrera y creo que fue un año de muchísimo aprendizaje. Agradezco mucho que me pasara esto, porque crecí mucho como profesional y también como persona”, asevera el zaguero caraqueño.
Su primer equipo como profesional fue el Deportivo Petare. Allí actuó durante tres campañas y recibió tres llamados para vestir la camiseta de la Selección Nacional de Venezuela. Luego, arribó al Atlético Venezuela, donde ha demostrado un gran trabajo y continuidad desde hace nueve meses, a tal punto que de 27 partidos disputados por el conjunto nacional en la campaña 2013 – 2014, Javier González ha participado en 25 de ellos.
“En el Atlético Venezuela me he sentido muy cómodo, es una institución nueva pero muy organizada en todos los sentidos. Yo quiero seguir consolidándome aquí en el equipo y cumplir con el objetivo trazado, que es acceder a una competencia internacional. Agradezco a las personas que han confiado en mi trabajo”, acota “Javi” sobre su estadía en la institución.
Tipo tranquilo
En sus tiempos libres, al jugador de 26 años le gusta estar tranquilo, descansando y disfrutando con su gente. “Me gusta mucho escuchar música, ver películas, compartir con mis amigos y familiares. También me gusta mucho la comida italiana, sobretodo la pizza. Igual me voy a la playa cuando tengo alguna oportunidad”, comentó González, quien también es un fanático del reggae, el género musical preferido por la cultura rastafari.
Sobre las metas que quiere cumplir, el defensor central nacional aspira al mismo que tienen muchos jugadores que actúan en el fútbol local: participar en una liga foránea. “Quiero jugar afuera de mi país como cualquier profesional, me gustaría cruzar las fronteras, experimentar un fútbol internacional, diferente al nuestro. Todo llega en su debido momento y ya me llegará una oportunidad”, confesó.
Otra de las aspiraciones de Javier es recibir nuevamente una convocatoria para vestir la Vinotinto y finalmente poder pisar el terreno de juego. “Si me siguen saliendo bien las cosas bien con Atlético, espero tener un nuevo llamado a la Selección. He sido convocado en varias ocasiones, pero me gustaría ver minutos, es lo que quiero. Sé que todo llega en su momento y cuando me llegue lo quiero aprovechar al máximo”.
Aunque tiene muy poco tiempo en las filas del Atlético Venezuela, González entró en los libros históricos hace par de semanas, cuando se convirtió en el primer jugador en recibir un llamado a la Selección Nacional de Mayores vistiendo la casaca nacional. El zaguero se siente cómodo en el equipo, demuestra con mucha actitud esa confianza que le brindaron al contratarlo. Con su gran trabajo brindado, Javier y Atlético juntos, seguirán yendo por más.
En una fusión de historia, espiritualidad y tradición, el Jueves Santo emerge como un día crucial en el calendario litúrgico cristiano. En los relatos bíblicos de San Lucas, San Juan, San Marcos y San Mateo, se encuentran los pilares que sustentan esta conmemoración. La última cena, un simbolismo tan profundo como la fe misma, donde Jesús compartió un momento trascendental con sus 12 discípulos. Esta cena, conocida también como la Santa Cena, resonó con la tradición judía al incluir el cordero pascual, trazando así un puente entre el Antiguo y el Nuevo Testamento. En un gesto de profunda humildad, el lavatorio de los pies se erige como un acto de amor y servicio. Jesús, en un acto conmovedor, lavó los pies de sus discípulos, desafiando así las barreras sociales y enseñando la esencia del verdadero liderazgo. La narrativa bíblica también nos transporta al huerto de Getsemaní, donde Jesús, en un momento de angustia, buscó fuerza en la oración antes de enfrentar su destino. Este episodio conmueve por su humanidad y su conexión con las luchas espirituales de la humanidad. El arresto de Jesús a manos de Judas Iscariote sella el dramatismo de este día, marcando el inicio de los eventos que llevarían a la crucifixión y resurrección, pilares fundamentales de la fe cristiana. El Jueves Santo, marcado por su movilidad en el calendario, no se limita a una fecha fija, sino que se ajusta al ciclo lunar y estacional, subrayando así su conexión con los ritmos naturales y celestiales. En resumen, el Jueves Santo trasciende las páginas de la historia para impregnar nuestras vidas con su profundo significado espiritual. Desde la última cena hasta el arresto, este día nos invita a reflexionar sobre el amor, la humildad y la fortaleza en medio de la adversidad. ¡Cada momento cuenta en la narrativa del Jueves Santo! https://www.tiktok.com/@mscnoticias
El Domingo de Ramos es el día que marca el inicio de la Semana Santa en la tradición cristiana, conmemorando la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén. Este día está lleno de simbolismo y significado religioso para los cristianos, pero en términos de “misterios”, podrían interpretarse algunos aspectos simbólicos o teológicos: La entrada triunfal de Jesús: Este evento, mencionado en los evangelios, es la base del Domingo de Ramos. Jesús entra en Jerusalén montado en un burro, mientras la multitud lo aclama y lo saluda con ramas de palma y ropas extendidas en su camino. El misterio aquí radica en la comprensión del significado de esta entrada en el contexto de la misión de Jesús y su relación con el reino de Dios. El cambio de actitud de la multitud: Es intrigante cómo la multitud que aclama a Jesús en su entrada triunfal el Domingo de Ramos luego se convierte en la misma multitud que lo rechaza y pide su crucifixión pocos días después. Este cambio repentino de actitud puede ser objeto de reflexión sobre la naturaleza humana y la fragilidad de las lealtades populares. El simbolismo de las palmas y las ramas: En muchas tradiciones cristianas, se llevan palmas y ramas durante las celebraciones del Domingo de Ramos como símbolo de victoria y triunfo. Estos elementos pueden representar la victoria espiritual sobre el pecado y la muerte que Jesús trae consigo, pero también pueden ser interpretados como un recordatorio de la naturaleza efímera de los triunfos terrenales. El comienzo de la Semana Santa: El Domingo de Ramos marca el inicio de la Semana Santa, un período de intensa reflexión y conmemoración para los cristianos. Este tiempo está lleno de rituales y tradiciones que recuerdan los eventos finales de la vida de Jesús, desde la Última Cena hasta su crucifixión y resurrección. Los misterios aquí son los propios misterios de la fe cristiana: la pasión, muerte y resurrección de Jesús, y su significado para la salvación de la humanidad. En resumen, el Domingo de Ramos está envuelto en una serie de misterios religiosos y simbolismos que invitan a la reflexión y la contemplación sobre la fe cristiana y el significado de la vida y la obra de Jesucristo. https://www.tiktok.com/@mscnoticias