El resultado adverso apenas fue una anécdota de lo ocurrido anoche en la ciudad de San Pedro Sula, en la que Venezuela, representada en la Selección Nacional de Fútbol de mayores, cayó 2-1 ante su similar de Honduras, equipo que acudirá al próximo Mundial a celebrarse en Brasil. Anécdota para quienes tuvieron el orgullo de ser los primeros miembros del cuerpo técnico y plantel de Atlético Venezuela en vestirse con la casaca nacional: el preparador físico Jhon Dennis y el defensor central Javier González.
“Un honor haber vestido la Vinotinto”
Jhon Dennis lleva en sus venas el fútbol. Ha quemado diversas etapas en su corta carrera de preparador físico y, a pesar de su juventud, ya experimenta el rodaje del trabajo bien hecho que lo hizo merecedor de ser llamado por Manuel Plasencia para formar parte del cuerpo técnico de la Vinotinto en el duelo amistoso ante Honduras.
“Todas las experiencias que vivimos como humanos son siempre enriquecedoras y ésta de vestir la camisa de la Selección Nacional fue un auténtico honor”, señala Dennis, quien contó que estaba listo para que esta oportunidad llegara: “El que vive en el fútbol debe prepararse siempre para este tipo de retos y para mí fue una bella experiencia”.
Compartir con jugadores de la categoría y peso internacional como Oswaldo Vizcarrondo, Grenddy Perozo o Luis Manuel Seijas, lejos de amilanarlo lo motivó más a desempeñar su función de la mejor forma posible. “El trato fue excelente, sentí que tenía tiempo trabajando junto con ellos”, asegura, destacando el profesionalismo que existe en el ambiente Vinotinto: “Como excelentes profesionales que son todos, siempre hubo gran respeto hacia mí y el trabajo que les encomendaba”, cuenta con evidente emoción Jhon Dennis.
Sólo faltó el debut
Javier González acudió a su cuarto llamado a la Selección Nacional, el primero vistiendo la camiseta de Atlético Venezuela. Fue uno de los jugadores que se quedó sin saltar al campo de juego, ya que no fue parte del once titular ante Honduras, lo que aún le mantiene sin hacer su debut como internacional absoluto portando la Vinotinto. Sin embargo, no se desespera: “Vestir la camiseta de la Selección siempre se vive con mucha intensidad y alegría. A pesar de no haber visto minutos en este partido, estoy muy contento de ser tomado en cuenta nuevamente para representar a mi país”, señala el zaguero central.
Javier González trabajó en el pasado a las órdenes de quien fuera el seleccionador interino para dirigir ante Honduras. Eso fue fundamental para sentirse cómodo en este llamado. “Durante la convocatoria tuvimos un excelente trabajo planificado por el cuerpo técnico; el conocer a gran parte de ellos ayudó a adaptarme más rápido. Pudimos entrenar muy poco, pero se aprovecharon las sesiones al máximo”, indica el defensor central de Atlético Venezuela.
González está contento con ser tomado en cuenta y está seguro que la oportunidad para hacer su estreno en la cancha como seleccionado, no tardará en llegar. “Le agradezco al profe Manuel (Plasencia) por este llamado. Seguiré enfocado en hacer una buena actuación con Atlético, porque con el trabajo seguirán llegando las oportunidades”, finalizó “Javi”, quien junto con Jhon Dennis, regresarán al país este jueves e incorporarse de inmediato al trabajo de Atlético Venezuela. La familia del cuadro nacional se siente orgullosa de contar con dos jóvenes valores en la Selección Nacional de Fútbol.
La Semana Santa, más que un feriado, es un período cargado de tradiciones arraigadas que invitan a la reflexión y la renovación espiritual. Una de estas prácticas significativas es la visita a los siete templos, una experiencia que trasciende la mera observancia para sumergirse en un profundo acto de devoción y conexión con la historia bíblica. La tradición, que se inicia la noche del Jueves Santo y culmina en la mañana del Viernes Santo, tiene sus raíces en Roma gracias a San Felipe Neri, y desde entonces ha reverberado en todo el mundo, convirtiéndose en un símbolo de respeto hacia Jesús y su sacrificio por la humanidad. Según la enseñanza de la Iglesia Católica, el Jueves Santo marca un momento crucial en la historia cristiana: la Última Cena de Jesús con sus apóstoles, donde instituyó los sacramentos de la Eucaristía y el Orden Sacerdotal. Este acto simboliza el inicio de un camino hacia la redención, hacia la reconciliación con el prójimo y la interiorización de los valores de caridad promovidos por Jesús. Al recorrer los siete templos, los fieles no solo están siguiendo los pasos físicos de Jesús desde su captura hasta su crucifixión, sino que están participando en un acto de comunión espiritual, acompañando al Salvador en su trayectoria hacia el sacrificio y la resurrección. Cada uno de los siete templos representa una etapa crucial en este recorrido espiritual: Desde el Cenáculo hasta el huerto de Getsemaní, donde Jesús oró y sudó sangre. Desde el huerto de Getsemaní hasta la casa de Anás, donde fue interrogado y maltratado. Desde la casa de Caifás hasta la primera comparecencia ante Poncio Pilatos, donde fue acusado injustamente. Desde la confrontación con Herodes hasta la segunda comparecencia ante Pilatos, donde fue sentenciado a muerte. Finalmente, desde la casa de Pilatos hasta el Monte Calvario, donde Jesús cargó con la cruz, fue crucificado y sepultado. Cada estación de este camino sagrado invita a los creyentes a reflexionar sobre el significado más profundo de la Pasión de Cristo y a renovar su compromiso con los valores cristianos de amor, perdón y redención. La visita a los siete templos se convierte así en una experiencia transformadora que trasciende las fronteras del tiempo y el espacio, guiando a los fieles hacia una conexión más íntima con su fe y su salvación. https://www.tiktok.com/@mscnoticias
El Domingo de Ramos es el día que marca el inicio de la Semana Santa en la tradición cristiana, conmemorando la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén. Este día está lleno de simbolismo y significado religioso para los cristianos, pero en términos de “misterios”, podrían interpretarse algunos aspectos simbólicos o teológicos: La entrada triunfal de Jesús: Este evento, mencionado en los evangelios, es la base del Domingo de Ramos. Jesús entra en Jerusalén montado en un burro, mientras la multitud lo aclama y lo saluda con ramas de palma y ropas extendidas en su camino. El misterio aquí radica en la comprensión del significado de esta entrada en el contexto de la misión de Jesús y su relación con el reino de Dios. El cambio de actitud de la multitud: Es intrigante cómo la multitud que aclama a Jesús en su entrada triunfal el Domingo de Ramos luego se convierte en la misma multitud que lo rechaza y pide su crucifixión pocos días después. Este cambio repentino de actitud puede ser objeto de reflexión sobre la naturaleza humana y la fragilidad de las lealtades populares. El simbolismo de las palmas y las ramas: En muchas tradiciones cristianas, se llevan palmas y ramas durante las celebraciones del Domingo de Ramos como símbolo de victoria y triunfo. Estos elementos pueden representar la victoria espiritual sobre el pecado y la muerte que Jesús trae consigo, pero también pueden ser interpretados como un recordatorio de la naturaleza efímera de los triunfos terrenales. El comienzo de la Semana Santa: El Domingo de Ramos marca el inicio de la Semana Santa, un período de intensa reflexión y conmemoración para los cristianos. Este tiempo está lleno de rituales y tradiciones que recuerdan los eventos finales de la vida de Jesús, desde la Última Cena hasta su crucifixión y resurrección. Los misterios aquí son los propios misterios de la fe cristiana: la pasión, muerte y resurrección de Jesús, y su significado para la salvación de la humanidad. En resumen, el Domingo de Ramos está envuelto en una serie de misterios religiosos y simbolismos que invitan a la reflexión y la contemplación sobre la fe cristiana y el significado de la vida y la obra de Jesucristo. https://www.tiktok.com/@mscnoticias