Gelmín Rivas es uno de los principales referentes de la delantera aurinegra. El número “9” quiere superar las estadísticas que consiguió en el 2013 con la camiseta atigrada (17 goles) y ser determinante para su equipo en la recta final del Torneo Clausura 2014.
El ariete es un fiel creyente del potencial que tiene la plantilla del Deportivo Táchira F.C. y el alcance que pueden tener en el semestre. Para Gelmín no hay nada perdido, el enfoque debe estar en el trabajo diario y los resultados que pueden derivar de allí. El trofeo es a lo que apunta el grupo.
El siguiente obstáculo para alcanzar el objetivo es Mineros de Guayana, a quién enfrentarán este domingo a las 6 de la tarde, en el Estadio Rafael Calles Pinto de Guanare: “Ya estamos pensando sólo en el partido del domingo, quedan pocos días, nos estamos preparando bien y siempre tratando que la mejor parte sea para nosotros”, suelta Rivas.
Para el delantero, el duelo ante los orientales debe terminar en ganancia: “Mineros es un equipo bastante ordenado, que está haciendo bien las cosas. Nosotros estamos urgidos de puntos, tenemos que sacarlos como sea. Vamos a estar de local y solo nos queda salir a lograr la victoria. Debemos contrarrestar las cosas buenas que tienen ellos y jugar al fútbol que es lo que mejor hacemos”.
Gelmín Rivas está conforme con lo que ha visto en los entrenamientos: “Línea por línea estamos bastante bien, en el transcurso de la semana hemos trabajado adecuadamente. La línea defensiva ha estado muy fuerte, los volantes se ven bien y nuestro punto fuerte, que es el cuarteto de arriba, tiene que seguir haciendo las cosas que corresponden”.
La autocrítica es una cualidad muy valiosa en cualquier ser humano, y los deportistas de alto rendimiento deben aprender a convivir con esa voz interna que les permite superarse a diario: “Tengo mucho tiempo sin marcar gol y Dios quiera que se me dé una oportunidad para abrir una racha y dejarle cosas buenas al equipo y para mí. Me ha faltado confianza porque las oportunidades las hemos tenido”, reconoce el atacante.
El centrodelantero también resalta el buen ambiente dentro del equipo: “Somos un grupo unido, eso es lo importante. Tenemos un gran equipo, mira que no nos han salido las cosas, hubo un partido que no jugamos por las cuestiones del estado, pero siempre hablamos de ir hacia adelante y tenderle la mano a un compañero cuando está abajo, con el fin de que mantenga un buen nivel”.
Por último, Rivas pone el pecho ante la situación que ha experimentado en San Cristóbal y apela al profesionalismo que le caracteriza: “Nosotros tenemos que seguir la rutina, si es de jugar lo hacemos como sea y si no se puede no jugamos. Nos pagan por esto y debemos cumplir. Siempre que hay partido damos lo mejor de cada uno y aportamos nuestro granito de arena”.
La Semana Santa, más que un feriado, es un período cargado de tradiciones arraigadas que invitan a la reflexión y la renovación espiritual. Una de estas prácticas significativas es la visita a los siete templos, una experiencia que trasciende la mera observancia para sumergirse en un profundo acto de devoción y conexión con la historia bíblica. La tradición, que se inicia la noche del Jueves Santo y culmina en la mañana del Viernes Santo, tiene sus raíces en Roma gracias a San Felipe Neri, y desde entonces ha reverberado en todo el mundo, convirtiéndose en un símbolo de respeto hacia Jesús y su sacrificio por la humanidad. Según la enseñanza de la Iglesia Católica, el Jueves Santo marca un momento crucial en la historia cristiana: la Última Cena de Jesús con sus apóstoles, donde instituyó los sacramentos de la Eucaristía y el Orden Sacerdotal. Este acto simboliza el inicio de un camino hacia la redención, hacia la reconciliación con el prójimo y la interiorización de los valores de caridad promovidos por Jesús. Al recorrer los siete templos, los fieles no solo están siguiendo los pasos físicos de Jesús desde su captura hasta su crucifixión, sino que están participando en un acto de comunión espiritual, acompañando al Salvador en su trayectoria hacia el sacrificio y la resurrección. Cada uno de los siete templos representa una etapa crucial en este recorrido espiritual: Desde el Cenáculo hasta el huerto de Getsemaní, donde Jesús oró y sudó sangre. Desde el huerto de Getsemaní hasta la casa de Anás, donde fue interrogado y maltratado. Desde la casa de Caifás hasta la primera comparecencia ante Poncio Pilatos, donde fue acusado injustamente. Desde la confrontación con Herodes hasta la segunda comparecencia ante Pilatos, donde fue sentenciado a muerte. Finalmente, desde la casa de Pilatos hasta el Monte Calvario, donde Jesús cargó con la cruz, fue crucificado y sepultado. Cada estación de este camino sagrado invita a los creyentes a reflexionar sobre el significado más profundo de la Pasión de Cristo y a renovar su compromiso con los valores cristianos de amor, perdón y redención. La visita a los siete templos se convierte así en una experiencia transformadora que trasciende las fronteras del tiempo y el espacio, guiando a los fieles hacia una conexión más íntima con su fe y su salvación. https://www.tiktok.com/@mscnoticias
El Domingo de Ramos es el día que marca el inicio de la Semana Santa en la tradición cristiana, conmemorando la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén. Este día está lleno de simbolismo y significado religioso para los cristianos, pero en términos de “misterios”, podrían interpretarse algunos aspectos simbólicos o teológicos: La entrada triunfal de Jesús: Este evento, mencionado en los evangelios, es la base del Domingo de Ramos. Jesús entra en Jerusalén montado en un burro, mientras la multitud lo aclama y lo saluda con ramas de palma y ropas extendidas en su camino. El misterio aquí radica en la comprensión del significado de esta entrada en el contexto de la misión de Jesús y su relación con el reino de Dios. El cambio de actitud de la multitud: Es intrigante cómo la multitud que aclama a Jesús en su entrada triunfal el Domingo de Ramos luego se convierte en la misma multitud que lo rechaza y pide su crucifixión pocos días después. Este cambio repentino de actitud puede ser objeto de reflexión sobre la naturaleza humana y la fragilidad de las lealtades populares. El simbolismo de las palmas y las ramas: En muchas tradiciones cristianas, se llevan palmas y ramas durante las celebraciones del Domingo de Ramos como símbolo de victoria y triunfo. Estos elementos pueden representar la victoria espiritual sobre el pecado y la muerte que Jesús trae consigo, pero también pueden ser interpretados como un recordatorio de la naturaleza efímera de los triunfos terrenales. El comienzo de la Semana Santa: El Domingo de Ramos marca el inicio de la Semana Santa, un período de intensa reflexión y conmemoración para los cristianos. Este tiempo está lleno de rituales y tradiciones que recuerdan los eventos finales de la vida de Jesús, desde la Última Cena hasta su crucifixión y resurrección. Los misterios aquí son los propios misterios de la fe cristiana: la pasión, muerte y resurrección de Jesús, y su significado para la salvación de la humanidad. En resumen, el Domingo de Ramos está envuelto en una serie de misterios religiosos y simbolismos que invitan a la reflexión y la contemplación sobre la fe cristiana y el significado de la vida y la obra de Jesucristo. https://www.tiktok.com/@mscnoticias