En el camino que tiene por delante el Deportivo Táchira F.C. antes de llegar al final del Torneo Clausura 2014, quedan varios rivales directos. Las victorias son esenciales frente esos equipos que también pujan por llevarse el título del semestre, ya que de esa manera el club tachirense puede mantener vivas las posibilidades del éxito.
El próximo contendiente es Mineros de Guayana, uno de esos que apunta al trofeo, conjunto que aporta ingredientes para que el compromiso del domingo 23 de marzo sea, desde el análisis previo, el más atractivo de la fecha. Daniel Farías asume el reto con firmeza y está convencido de que el desafío de los orientales es la oportunidad perfecta para que el Carrusel Aurinegro se meta en los papeles nuevamente.
Antes de adentrarse en ese partido entre el cuadro atigrado y los negriazules, el estratega compartió sus impresiones de la experiencia vivida ante Estudiantes de Mérida: “La única conclusión que me queda es el compromiso que los jugadores demuestran, porque más allá de todos los inconvenientes terminaron peleando, con la posibilidad de poder ganar el partido. La pelota pegó en el palo y se fue cerca. Ellos demostraron que querían ganarlo. Se pudieron adaptar a las circunstancias y llevar adelante todo lo que sucedía”.
El técnico también agregó: “Para nosotros no es fácil el día a día y nos lo pusieron mucho más difícil aún el fin de semana. El tema de la cancha es una vergüenza, es inaceptable que si en una ciudad existen inconvenientes de seguridad te hagan jugar dentro de la misma ciudad y, de hecho, terminamos pagando esos inconvenientes después del partido”
“Prometieron seguridad antes y después del juego, sin embargo, salimos del estadio solos. Son una serie de situaciones que van surgiendo y nos estamos intentando adaptar, aunque no es sencillo porque el ser humano no está acostumbrado a vivir así”, reconoce en el repaso el DT del atigrado.
Farías destaca ante todo el compromiso de toda la plantilla: “Aunque el intento fue jugar a favor, la cancha del Soto Rosa es la peor que he visto en mucho tiempo en Venezuela, inclusive que las de Caracas. Hay inconvenientes que te generan perturbaciones anormales para el equipo. Sin embargo, lejos de ponerlo como excusa nos intentamos adaptar. Yo conozco muchas personas dentro del fútbol nacional que estando con las contrariedades que tenemos en San Cristóbal ya se hubiesen ido y este grupo ha decidido batallar”.
“Cada quien busca la comodidad, la estabilidad y la seguridad, cosas que hoy no tenemos. No es sencillo porque sufren los jugadores y sus familiares. Pese a todo eso, los muchachos han hecho un gran esfuerzo, han trabajado, dentro de lo que pueden, de la mejor manera y en cada partido intentan dejarlo todo dentro de la cancha”, añade el entrenador.
Daniel Farías considera que el calendario todavía le brinda oportunidades al Deportivo Táchira para ganar la competición: “El forfait no es porque los jugadores entraron a la cancha y perdieron, además de eso tenemos un juego menos. La realidad marca que todavía estamos bastante bien. No estamos en un grado superlativo como estuvimos en el primer tercio del torneo, pero ahora nos vienen partidos directos. Si tenemos la capacidad de ganarle a Mineros, estaremos asegurando que con el compromiso pendiente lo podemos pasar y sucede lo mismo con Trujillanos y Caracas”, evalúa.
El batallón aurinegro sigue a la espera de la definición del lugar para recibir al cuadro de Puerto Ordaz: “Estamos trabajando para que se juegue el día domingo en Pueblo Nuevo. Lo que suceda después tendremos que asumirlo y adaptarnos, como hemos aprendido en este mes que ha pasado. Si nos toca jugar en Pueblo Nuevo lo jugaremos y si no lo haremos donde nos toque”, declara el mandamás del banquillo.
Valorando el esfuerzo de los dirigentes, Farías aclara que cualquier cosa es posible: “A partir de que se jugó a puerta cerrada contra Atlético Venezuela y luego la suspensión del encuentro ante Anzoátegui, la directiva tiene que manejar varios escenarios: uno es jugar normal, otro a puerta cerrada y otro afuera de la ciudad. Lo que no va a suceder es que la federación acepte que se suspendan más partidos. Ellos no están acá, no ven lo que ocurre día a día y lo hacen como una obligación, además nos hacen ver como si fuéramos irresponsables si no participamos”.
Para el director técnico nunca son suficientes los elogios hacia sus dirigidos: “Entendiendo las circunstancias de la ciudad, esta semana hemos podido trabajar bastante bien, evidentemente por el esfuerzo de estos muchachos. Yo sé que hoy se manejan diferentes cosas dentro del país y hay distintas maneras de ver las actitudes de cada una de las personas. Dentro de mi trabajo, siento que estos muchachos son héroes, porque realmente no han tenido la intención de irse de la ciudad ni de faltar a ningún entrenamiento. Voy a ser un agradecido eterno de esas cosas”.
Para finalizar, Daniel Farías hace referencia al choque ante Mineros de Guayana: “El partido del fin de semana va a ser durísimo. Es el último campeón y será un partido directo que nos da una posibilidad grande de seguir creyendo. Un triunfo sería importante para lo que es la emoción dentro del equipo”.
La Semana Santa, más que un feriado, es un período cargado de tradiciones arraigadas que invitan a la reflexión y la renovación espiritual. Una de estas prácticas significativas es la visita a los siete templos, una experiencia que trasciende la mera observancia para sumergirse en un profundo acto de devoción y conexión con la historia bíblica. La tradición, que se inicia la noche del Jueves Santo y culmina en la mañana del Viernes Santo, tiene sus raíces en Roma gracias a San Felipe Neri, y desde entonces ha reverberado en todo el mundo, convirtiéndose en un símbolo de respeto hacia Jesús y su sacrificio por la humanidad. Según la enseñanza de la Iglesia Católica, el Jueves Santo marca un momento crucial en la historia cristiana: la Última Cena de Jesús con sus apóstoles, donde instituyó los sacramentos de la Eucaristía y el Orden Sacerdotal. Este acto simboliza el inicio de un camino hacia la redención, hacia la reconciliación con el prójimo y la interiorización de los valores de caridad promovidos por Jesús. Al recorrer los siete templos, los fieles no solo están siguiendo los pasos físicos de Jesús desde su captura hasta su crucifixión, sino que están participando en un acto de comunión espiritual, acompañando al Salvador en su trayectoria hacia el sacrificio y la resurrección. Cada uno de los siete templos representa una etapa crucial en este recorrido espiritual: Desde el Cenáculo hasta el huerto de Getsemaní, donde Jesús oró y sudó sangre. Desde el huerto de Getsemaní hasta la casa de Anás, donde fue interrogado y maltratado. Desde la casa de Caifás hasta la primera comparecencia ante Poncio Pilatos, donde fue acusado injustamente. Desde la confrontación con Herodes hasta la segunda comparecencia ante Pilatos, donde fue sentenciado a muerte. Finalmente, desde la casa de Pilatos hasta el Monte Calvario, donde Jesús cargó con la cruz, fue crucificado y sepultado. Cada estación de este camino sagrado invita a los creyentes a reflexionar sobre el significado más profundo de la Pasión de Cristo y a renovar su compromiso con los valores cristianos de amor, perdón y redención. La visita a los siete templos se convierte así en una experiencia transformadora que trasciende las fronteras del tiempo y el espacio, guiando a los fieles hacia una conexión más íntima con su fe y su salvación. https://www.tiktok.com/@mscnoticias
El Domingo de Ramos es el día que marca el inicio de la Semana Santa en la tradición cristiana, conmemorando la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén. Este día está lleno de simbolismo y significado religioso para los cristianos, pero en términos de “misterios”, podrían interpretarse algunos aspectos simbólicos o teológicos: La entrada triunfal de Jesús: Este evento, mencionado en los evangelios, es la base del Domingo de Ramos. Jesús entra en Jerusalén montado en un burro, mientras la multitud lo aclama y lo saluda con ramas de palma y ropas extendidas en su camino. El misterio aquí radica en la comprensión del significado de esta entrada en el contexto de la misión de Jesús y su relación con el reino de Dios. El cambio de actitud de la multitud: Es intrigante cómo la multitud que aclama a Jesús en su entrada triunfal el Domingo de Ramos luego se convierte en la misma multitud que lo rechaza y pide su crucifixión pocos días después. Este cambio repentino de actitud puede ser objeto de reflexión sobre la naturaleza humana y la fragilidad de las lealtades populares. El simbolismo de las palmas y las ramas: En muchas tradiciones cristianas, se llevan palmas y ramas durante las celebraciones del Domingo de Ramos como símbolo de victoria y triunfo. Estos elementos pueden representar la victoria espiritual sobre el pecado y la muerte que Jesús trae consigo, pero también pueden ser interpretados como un recordatorio de la naturaleza efímera de los triunfos terrenales. El comienzo de la Semana Santa: El Domingo de Ramos marca el inicio de la Semana Santa, un período de intensa reflexión y conmemoración para los cristianos. Este tiempo está lleno de rituales y tradiciones que recuerdan los eventos finales de la vida de Jesús, desde la Última Cena hasta su crucifixión y resurrección. Los misterios aquí son los propios misterios de la fe cristiana: la pasión, muerte y resurrección de Jesús, y su significado para la salvación de la humanidad. En resumen, el Domingo de Ramos está envuelto en una serie de misterios religiosos y simbolismos que invitan a la reflexión y la contemplación sobre la fe cristiana y el significado de la vida y la obra de Jesucristo. https://www.tiktok.com/@mscnoticias