KINGSTON, JAMAICA – 21 de diciembre de 2013 – La jamaiquina Tessanne Chin es La Voz. La cantante, de 28 años, procedente de la capital de Jamaica, Kingston, alcanzó el primer lugar en la quinta temporada del programa de concurso de canto de la cadena televisiva NBC, tras ganar la votación de los espectadores sobre los otros dos finalistas.
Una eufórica Tessanne Chin agradeció a los jamaiquinos en su tierra natal, así como a los jamaiquinos y caribeños en la diáspora y los miles de fans y seguidores que la apoyaron durante la competencia. La victoria de Chin, tercera mujer en ganar The Voice, representa el segundo triunfo para un miembro del equipo tutorado por Adam Levine.
“Expresamos nuestras más sinceras felicitaciones a Tessanne Chin, quien ha sido una excelente embajadora de Jamaica y la marca Jamaica”, dijo el Director de Turismo de Jamaica, John Lynch. “Ella le ha dado un empuje positivo a la imagen de la isla y desde el comienzo de la competencia ha exhibido a Jamaica de manera consistente ante una audiencia internacional. Estamos en verdadera deuda con ella por esta notable proeza”. Jamaica está bendecida con abundante talento y Tessanne es otro brillante ejemplo”.
Ya desde su audición a ciegas, Chin se mostró como alguien a quien tener en la mira, cuando ofreció una memorable interpretación de “Try” de Pink, que dio como resultado que los cuatro jueces se voltearan hacia ella y disputaran por tenerla en sus respectivos equipos.
El artista internacional Shaggy, quien introdujo a Tessanne a The Voice, ha sido su mentor y uno de sus más grandes partidarios a lo largo de la competencia. Confiado en que su participación le otorgaría una importante oportunidad para mostrar su increíble talento, Shaggy la animó a entrar. “Desde el día en que le pregunté a Tess si estaría interesada en concursar en The Voice, supe que ella tenía lo necesario para competir a ese nivel. Ahora, el resto del mundo ha confirmado que ella es una verdadera superestrella”, dijo Shaggy.
En una fusión de historia, espiritualidad y tradición, el Jueves Santo emerge como un día crucial en el calendario litúrgico cristiano. En los relatos bíblicos de San Lucas, San Juan, San Marcos y San Mateo, se encuentran los pilares que sustentan esta conmemoración. La última cena, un simbolismo tan profundo como la fe misma, donde Jesús compartió un momento trascendental con sus 12 discípulos. Esta cena, conocida también como la Santa Cena, resonó con la tradición judía al incluir el cordero pascual, trazando así un puente entre el Antiguo y el Nuevo Testamento. En un gesto de profunda humildad, el lavatorio de los pies se erige como un acto de amor y servicio. Jesús, en un acto conmovedor, lavó los pies de sus discípulos, desafiando así las barreras sociales y enseñando la esencia del verdadero liderazgo. La narrativa bíblica también nos transporta al huerto de Getsemaní, donde Jesús, en un momento de angustia, buscó fuerza en la oración antes de enfrentar su destino. Este episodio conmueve por su humanidad y su conexión con las luchas espirituales de la humanidad. El arresto de Jesús a manos de Judas Iscariote sella el dramatismo de este día, marcando el inicio de los eventos que llevarían a la crucifixión y resurrección, pilares fundamentales de la fe cristiana. El Jueves Santo, marcado por su movilidad en el calendario, no se limita a una fecha fija, sino que se ajusta al ciclo lunar y estacional, subrayando así su conexión con los ritmos naturales y celestiales. En resumen, el Jueves Santo trasciende las páginas de la historia para impregnar nuestras vidas con su profundo significado espiritual. Desde la última cena hasta el arresto, este día nos invita a reflexionar sobre el amor, la humildad y la fortaleza en medio de la adversidad. ¡Cada momento cuenta en la narrativa del Jueves Santo! https://www.tiktok.com/@mscnoticias
El Domingo de Ramos es el día que marca el inicio de la Semana Santa en la tradición cristiana, conmemorando la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén. Este día está lleno de simbolismo y significado religioso para los cristianos, pero en términos de “misterios”, podrían interpretarse algunos aspectos simbólicos o teológicos: La entrada triunfal de Jesús: Este evento, mencionado en los evangelios, es la base del Domingo de Ramos. Jesús entra en Jerusalén montado en un burro, mientras la multitud lo aclama y lo saluda con ramas de palma y ropas extendidas en su camino. El misterio aquí radica en la comprensión del significado de esta entrada en el contexto de la misión de Jesús y su relación con el reino de Dios. El cambio de actitud de la multitud: Es intrigante cómo la multitud que aclama a Jesús en su entrada triunfal el Domingo de Ramos luego se convierte en la misma multitud que lo rechaza y pide su crucifixión pocos días después. Este cambio repentino de actitud puede ser objeto de reflexión sobre la naturaleza humana y la fragilidad de las lealtades populares. El simbolismo de las palmas y las ramas: En muchas tradiciones cristianas, se llevan palmas y ramas durante las celebraciones del Domingo de Ramos como símbolo de victoria y triunfo. Estos elementos pueden representar la victoria espiritual sobre el pecado y la muerte que Jesús trae consigo, pero también pueden ser interpretados como un recordatorio de la naturaleza efímera de los triunfos terrenales. El comienzo de la Semana Santa: El Domingo de Ramos marca el inicio de la Semana Santa, un período de intensa reflexión y conmemoración para los cristianos. Este tiempo está lleno de rituales y tradiciones que recuerdan los eventos finales de la vida de Jesús, desde la Última Cena hasta su crucifixión y resurrección. Los misterios aquí son los propios misterios de la fe cristiana: la pasión, muerte y resurrección de Jesús, y su significado para la salvación de la humanidad. En resumen, el Domingo de Ramos está envuelto en una serie de misterios religiosos y simbolismos que invitan a la reflexión y la contemplación sobre la fe cristiana y el significado de la vida y la obra de Jesucristo. https://www.tiktok.com/@mscnoticias