Aliviar el dolor, ofrecer apoyo psicológico, orientar a familiares y amigos de quienes sufren esta patología, son apenas algunas de las funciones de esta rama médica, la cual ofrece todo el apoyo a pacientes con enfermedades progresivas o crónicas
“Hoy no pierdo esta batalla porque sé que lo que he luchado no es en vano, sino que ayudará a vencer una batalla mayor, la de la detección temprana y prevención de este terrible mal”. Estas palabras forman parte de una carta de la cantante colombiana Soraya, fallecida por cáncer de mama, a los 37 años de edad, en 2006.
Su lucha fue la misma de la venezolana Eva Ekvall, comunicadora social y ex miss, quien también se convirtió en una activista contra esta patología y dejó testimonio: “Creo que lo más sano es seguir con tu vida como antes y no dejar que esto te tumbe. Te tienes que dedicar a sobrevivir”, comentó en su libro “Fuera de Foco”, publicado meses antes de su deceso, ocurrido el 19 de diciembre de 2011.
El mensaje de fe y esperanza es común en quienes han padecido esta patología y han podido superarla, entre ellas la actriz, Tania Sarabia, que suma más de diez años de haber dejado atrás esta enfermedad. “Para las mujeres diagnosticadas con cáncer de mama lo mejor es tener fe y cumplir con el tratamiento, tienen que tener esperanza y enfocarse en que se van a curar. Hay que asumirlo como un trance que se le presenta a uno en la vida y no como algo definitivo”, dijo la artista a los medios, en 2008.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) sostiene que la piedra angular de la lucha contra este cáncer es la detección precoz. Pero una vez que la paciente se encuentra en el estado avanzado de la enfermedad, la clave para atravesar esta dolencia podría ser la rama de la medicina que se denomina Cuidados Paliativos, la cual atiende a quienes tienen enfermedades progresivas y/o crónicas.
“Lo primero que hacen los Cuidados Paliativos es hacerle entender al paciente que siempre hay esperanzas. Tal vez cambie el sentido de la esperanza, porque no se puede ofrecer curar a una persona que no tenga esa oportunidad; pero sí aliviarle los síntomas. Desde el mismo momento en que se detecta la patología, aparecen señales que deben comenzar a atacarse y de eso justamente se trata este tipo de medicina, de controlar esas manifestaciones tan desagradables para el paciente, como para la familia y prevenir complicaciones”. Así lo señala la doctora Patricia Bonilla, Presidenta de la Sociedad Venezolana de Medicina Paliativa, quien refiere que esta área aborda al paciente desde un enfoque multidisciplinar.
En cáncer de mama, los especialistas involucrados con los Cuidados Paliativos no son pocos, señala la también médico anestesióloga, quien enumera así a quienes conforman el equipo humano para estos casos: oncólogo, mastólogo, radioterapeuta, médico nuclear, psico-oncólogo, fisioterapeuta, terapeuta ocupacional, fisiatra, anestesiólogo, paliativista. “Lo ideal sería tratarlo en forma conjunta y no individual, pues siempre se debe trabajar desde el inicio como un gran equipo, para favorecer al paciente”, destaca Bonilla.
La especialista subraya que en los casos de cáncer de mama, los Cuidados Paliativos abordan al paciente desde el momento de informarle el diagnóstico y cuando atraviesa el duro trance de saber las consecuencias de la enfermedad que padece. “La mama para la mujer es un signo de femineidad. Muchas veces surge depresión desde la perspectiva de pareja. Eso es algo que también hay que tratar, dándole apoyo emocional y psicológico. Esta no es una enfermedad solo del paciente sino una dolencia que involucra también a la familia, a la que se le debe brindar herramientas para manejar las emociones de rabia y tristeza”, indica la doctora.
Si el cáncer de mama es avanzado, el papel de esta especialidad se redimensiona, explica Bonilla, incluso brindando la posibilidad de atención domiciliaria, si por debilidad la persona no puede movilizarse. Al hogar acuden médico, enfermera y/o psicólogo; equipo de profesionales que le aplica un tratamiento a la persona para el control de síntomas como dolor, vómitos, delirio, entre otros. Además, es importante destacar a la paciente y su cuidador mantener la adherencia a los fármacos indicados para prolongar el tiempo sin progresión de la enfermedad, como es el caso del everolimus, medicamento que frena la proliferación de células cancerosas.
“Una vez que la operan, la paciente puede presentar dolor, que es uno de los mayores problemas, o puede comenzar a manifestar un linfedema (acumulación de líquido linfático en los tejidos adiposos debajo de la piel), muy frecuente después de la mastectomía. A medida que la enfermedad va avanzando, aparecen complicaciones, como son las lesiones a nivel de la parte ósea, pulmones, cerebro e hígado, que también hay que tratar”, comenta la especialista.
Los Cuidados Paliativos también ayudan, en caso de que así se precise, a reenfocar las esperanzas. “El poder disfrutar algo de la vida dentro de la situación… entender que se está respirando, que se está vivo y que se tiene a alguien con quien hablar; el poder disfrutar de ese momento, estar en casa y partir al lado de la familia, eso puede ser calidad de vida. El despedirse en un hospital, muchas veces es algo muy impersonal, pues no se permiten las visitas, todo el tiempo entran los médicos y no hay descanso, ni la alternativa de conectar con la propia espiritualidad, un tema muy importante al final de la vida. Los Cuidados Paliativos tratan de abordar todo, controlar los síntomas, y darle al paciente la posibilidad de entender que incluso al momento de partir, una esperanza puede ser permanecer con tranquilidad, aliviando el dolor, el sufrimiento, las náuseas y los vómitos, procurando estar en paz con la familia”, finaliza la doctora.
El Día Mundial de la Leche se celebra para destacar la importancia de la leche y los productos lácteos en la alimentación humana, así como para crear conciencia sobre los beneficios nutricionales y económicos que aportan a las personas y a las comunidades. La fecha exacta del Día Mundial de la Leche puede variar en diferentes países, pero generalmente se celebra el 1 de junio. Fue establecido por la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) con el objetivo de promover la importancia de los productos lácteos en la alimentación y resaltar el papel fundamental de los productores de leche. El Día Mundial de la Leche busca resaltar los siguientes aspectos: Nutrición: La leche es una fuente importante de nutrientes esenciales, como proteínas, vitaminas (especialmente vitamina D y calcio) y minerales. Contribuye al desarrollo y crecimiento adecuado, especialmente en los niños. Seguridad alimentaria: La producción de leche y productos lácteos es una parte vital de la cadena alimentaria global. Destacar su importancia ayuda a garantizar la seguridad y la calidad de los productos lácteos para los consumidores. Sostenibilidad: La producción de leche puede desempeñar un papel significativo en la economía rural y en la sostenibilidad ambiental. Promover la conciencia sobre estos aspectos puede ayudar a mejorar las prácticas agrícolas y la gestión de los recursos naturales. En resumen, el Día Mundial de la Leche se celebra para promover el consumo de leche y productos lácteos, resaltar su valor nutricional y económico, y reconocer la labor de los productores lácteos en todo el mundo.
La Vía Láctea recibe su nombre debido a su apariencia en el cielo nocturno. “Vía Láctea” proviene del latín y significa “camino lácteo” o “sendero de leche”. La denominación se debe a la apariencia de una banda de luz blanquecina que atraviesa el cielo y que se asemeja a un río de leche derramado. Esta banda de luz es la acumulación de innumerables estrellas y otros objetos celestes que forman parte de nuestra galaxia, la cual es conocida como la Vía Láctea. La Vía Láctea es una galaxia espiral en la que se encuentra nuestro sistema solar. Es una de las muchas galaxias que existen en el universo y se estima que contiene entre 200 mil millones y 400 mil millones de estrellas. Además de las estrellas, la Vía Láctea también alberga una gran cantidad de planetas, nebulosas, cúmulos estelares y otros objetos celestes. La apariencia característica de la Vía Láctea en el cielo nocturno se debe a la acumulación de estrellas y otros cuerpos celestes a lo largo del plano galáctico. Esta acumulación forma una banda de luz blanquecina que se extiende por todo el cielo y que ha sido observada por la humanidad durante miles de años. Desde la antigüedad, diferentes culturas han intentado interpretar esta banda de luz. Los antiguos griegos la consideraban como la leche derramada por la diosa Hera, mientras que en la mitología nórdica se creía que era el camino que llevaba al Valhalla. La denominación “Vía Láctea” se originó en la antigua Roma, donde se creía que era un sendero celestial creado por los dioses. Con el desarrollo de la astronomía moderna, se ha descubierto que la Vía Láctea es una galaxia en forma de disco, con un bulbo central y brazos espirales que se extienden desde el centro. Nuestro sistema solar se encuentra en uno de los brazos espirales, aproximadamente a unos 27,000 años luz del centro galáctico. Además de las estrellas visibles a simple vista, la Vía Láctea contiene una gran cantidad de materia oscura, que es una forma de materia invisible que solo se detecta a través de sus efectos gravitacionales. Se cree que la materia oscura desempeña un papel crucial en la formación y evolución de las galaxias. La Vía Láctea también ha sido objeto de estudio por parte de los astrónomos modernos para comprender mejor su estructura y composición. Se han realizado observaciones en diferentes longitudes de onda, desde la luz visible hasta las ondas de radio, para investigar la distribución de las estrellas, el gas interestelar y los campos magnéticos en nuestra galaxia. Además, las observaciones han revelado que la Vía Láctea está en constante interacción con otras galaxias vecinas. En el futuro, se espera que colisione con la galaxia de Andrómeda, otra galaxia espiral cercana, lo que resultará en la formación de una nueva galaxia gigante. En resumen, la Vía Láctea es nuestra galaxia, una inmensa estructura en forma de disco que alberga una gran cantidad de estrellas y otros objetos celestes. Su nombre, “Vía Láctea”, proviene de la apariencia lechosa que tiene en el cielo nocturno y ha sido objeto de fascinación y estudio a lo largo de la historia humana.