Es una enfermedad no hereditaria que se presenta principalmente en adultos en la cuarta a quinta década de la vida. Posee tres fases según la gravedad: crónica, acelerada y blástica
Caracas, 5 de agosto 2013.- Realizarse exámenes de laboratorio de forma preventiva, chequeos pre empleos o análisis antes de ir de vacaciones en el trabajo representa -en algunas oportunidades- el primer paso en el diagnóstico de la leucemia mieloide crónica (LMC). Esta patología es un tipo de cáncer que afecta a la sangre y a la médula ósea -tejido que se encuentra en el interior de los huesos largos, en el que se producen todas las células sanguíneas-.
La doctora Osiris Da Costa, hematóloga del Banco Municipal de Sangre del Distrito Capital, explica que cuando un paciente tiene los glóbulos blancos elevados por encima de 10.000 x mm3, y no presenta signos de infección, se encienden las alarmas de los médicos, en especial de los hematólogos. “Si además la persona no toma esteroides, no tiene otra causa de leucocitosis (glóbulos blancos elevados), y el tipo de células predominante son los mieloides (tipo de glóbulo blanco), entonces debemos sospechar que padece esta enfermedad y hay que empezar a realizar una serie de exámenes”.
En los pacientes con LMC se produce una mutación en las células madre que hace que se transformen en células de la leucemia; éstas crecen sin control y no mueren, como sí lo hacen las células normales. El crecimiento descontrolado de las células de la leucemia genera que no se desarrollen cantidades adecuadas de glóbulos rojos, de plaquetas y de algunos tipos de glóbulos blancos. De hecho, en la mayoría de las personas con LMC se producen muchos glóbulos blancos, lo que predispone a otras complicaciones como trombos.
La doctora explica que en esta enfermedad “los cromosomas 9 y 22 de las células se rompen, generando un intercambio de material genético conocido como oncogén BCR-ABL, también llamado cromosoma Philadelphia. Esta proteína presenta un incremento de la actividad de la enzima tirosina quinasa, esencial para la transformación maligna y la proliferación de estas células”.
Aunque se puede presentar en diferentes grupos de edad, la leucemia mieloide crónica, es más común entre los 40 y 50 años de vida y la frecuencia es igual en hombres y mujeres. Esta enfermedad tiene tres fases: crónica, acelerada y blástica. La doctora Da Costa explica que el paso de una fase a otra no es predecible y en ocasiones el paciente puede pasar de la fase crónica a la blástica en forma rápida.
En el 95% de las personas el diagnostico de LMC se hace en la fase crónica, de los cuales una cuarta parte no tiene ningún síntoma y -como se explicó anteriormente- la enfermedad se detecta en un examen médico de rutina. Esta etapa se caracteriza porque el porcentaje de células inmaduras (denominados blastos), de la leucemia, en la sangre y la médula ósea es menor al 5%.
La acelerada es la fase intermedia, que representa la transición entre la fase crónica y la blástica (es decir, hacia una enfermedad más agresiva). El porcentaje de células inmaduras de la leucemia en la sangre y la médula ósea está entre el 5% y el 20%, por lo que las células presentan más mutaciones y crecen más rápido. Esto a su vez genera el aumento del tamaño del bazo y mayor anemia.
En la fase blástica –la más avanzada- el porcentaje de células inmaduras de la leucemia es mayor al 30%. El paciente presenta síntomas severos de anemia, fiebre, sangrado o infecciones y malestar general. En ocasiones el tamaño del bazo alcanza a ocupar gran parte del abdomen. Por las complicaciones que se presentan, esta fase se asocia con un gran riesgo de muerte.
No se cura, pero se controla
La doctora Da Costa asegura que el tratamiento de la leucemia mieloide crónica consiste en disminuir la cuenta de glóbulos blancos para evitar otras complicaciones. “Posteriormente se debe estabilizar al paciente y luego iniciar tratamiento específico con drogas moderna -conocidas como inhibidores de quinasas de tirosina- que atacan a la proteína BCR-ABL sin afectar a otras células”. La galena aclara que “todos estos tratamientos son altamente efectivos para el control de la enfermedad, aunque no la curen”.
Entre los tratamientos para combatir la LMC se encuentran terapias farmacológicas como el imatinib, disponible desde el 2001, y nilotinib -usada principalmente en recaídas-. La especialista asegura que lo más importante con estas drogas es que los pacientes tienen que estar conscientes que deben recibir el tratamiento a diario por tiempo indefinido, de lo contrario puede recaer y la enfermedad tiende a progresar.
También explica que los medicamentos pueden producir ciertos efectos colaterales y toxicidad hematológica en algunos casos que debe ser manejado estrictamente por el médico tratante. “Durante el tratamiento los pacientes requieren constante chequeo del oncogén BCR-ABL para verificar que la enfermedad esté controlada”.
La alimentación es importante
Las personas que sufren de leucemia mieloide crónica deben consumir una alimentación balanceada que incluya todos los grupos alimenticios, comenta la especialista. Sin embargo, explica que “durante el tratamiento se contraindica el uso de toronja, fruta estrella y naranjas de sevilla, porque pueden tener interacción con los inhibidores de cinasa de tirosina. Igualmente debe evitarse el acetaminofén, debido a su riesgo de toxicidad hepática en estos pacientes”, indica Da Costa.
Desde los cimientos del activismo ambiental hasta la urgente llamada a la acción de hoy, el Día de la Tierra ha evolucionado desde su modesto comienzo en 1968 hasta convertirse en un movimiento global que busca la preservación de nuestro planeta. En aquel entonces, el Servicio de Salud Pública de EE. UU. organizó el Simposio de Ecología Humana, un punto de partida crucial donde los estudiantes escucharon a científicos destacados hablar sobre los efectos del deterioro ambiental en la salud humana. Dos años más tarde, en 1970, el senador y activista ambiental Gaylord Nelson propuso la creación de una agencia ambiental, desencadenando una manifestación masiva que atrajo a miles de estudiantes y comunidades de todo Estados Unidos. Esta presión social culminó en la creación de la Agencia de Protección Ambiental y una serie de leyes destinadas a proteger nuestro medio ambiente, sentando así las bases para el movimiento ambiental moderno. En 1972, la primera Cumbre de la Tierra en Estocolmo reunió a líderes mundiales para abordar los problemas ambientales a escala global, marcando un hito en la conciencia ambiental mundial. El lema del Día Internacional de la Madre Tierra para el año 2024, “Planeta vs plásticos”, subraya la urgencia de abordar la crisis de los plásticos. La necesidad de reducir la producción de plásticos en un 60% para el año 2040 es imperativa, ya que estos contaminantes afectan directamente la salud humana y la salud del planeta. Es fundamental y urgente la necesidad de acabar con los plásticos por el bien de la salud humana y del planeta. Desde sus modestos inicios hasta su papel actual como plataforma para la conciencia ambiental global, el Día de la Tierra continúa inspirando a personas de todo el mundo a unirse en la lucha por un futuro sostenible. ¡Cada gesto cuenta en esta batalla por nuestro hogar compartido! https://www.tiktok.com/@mscnoticias
El Domingo de Ramos es el día que marca el inicio de la Semana Santa en la tradición cristiana, conmemorando la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén. Este día está lleno de simbolismo y significado religioso para los cristianos, pero en términos de “misterios”, podrían interpretarse algunos aspectos simbólicos o teológicos: La entrada triunfal de Jesús: Este evento, mencionado en los evangelios, es la base del Domingo de Ramos. Jesús entra en Jerusalén montado en un burro, mientras la multitud lo aclama y lo saluda con ramas de palma y ropas extendidas en su camino. El misterio aquí radica en la comprensión del significado de esta entrada en el contexto de la misión de Jesús y su relación con el reino de Dios. El cambio de actitud de la multitud: Es intrigante cómo la multitud que aclama a Jesús en su entrada triunfal el Domingo de Ramos luego se convierte en la misma multitud que lo rechaza y pide su crucifixión pocos días después. Este cambio repentino de actitud puede ser objeto de reflexión sobre la naturaleza humana y la fragilidad de las lealtades populares. El simbolismo de las palmas y las ramas: En muchas tradiciones cristianas, se llevan palmas y ramas durante las celebraciones del Domingo de Ramos como símbolo de victoria y triunfo. Estos elementos pueden representar la victoria espiritual sobre el pecado y la muerte que Jesús trae consigo, pero también pueden ser interpretados como un recordatorio de la naturaleza efímera de los triunfos terrenales. El comienzo de la Semana Santa: El Domingo de Ramos marca el inicio de la Semana Santa, un período de intensa reflexión y conmemoración para los cristianos. Este tiempo está lleno de rituales y tradiciones que recuerdan los eventos finales de la vida de Jesús, desde la Última Cena hasta su crucifixión y resurrección. Los misterios aquí son los propios misterios de la fe cristiana: la pasión, muerte y resurrección de Jesús, y su significado para la salvación de la humanidad. En resumen, el Domingo de Ramos está envuelto en una serie de misterios religiosos y simbolismos que invitan a la reflexión y la contemplación sobre la fe cristiana y el significado de la vida y la obra de Jesucristo. https://www.tiktok.com/@mscnoticias