El cuerpo humano normalmente cuenta con 23 pares de cromosomas, de los cuales la mitad proviene de la madre y la otra mitad del padre. Estos se encuentran en el núcleo de las células que transportan fragmentos largos de ADN, que contienen información genética. El síndrome de Prader – Willi es una enfermedad congénita que ocasiona un desorden cromosómico al momento de la fecundación.
En un 60% y 70% de los casos, los individuos presentan pérdida de una parte del cromosoma 15, lo que hace que la información genética sea incompleta; existe aproximadamente un 25% que recibe ambos cromosomas de parte de la madre. Sin embargo, no todos los casos corresponden a defectos hereditarios, por lo que existen algunos infantes que no pertenecen a ninguna de estas clasificaciones y no se han podido determinar sus causas.
La Dra. María Esperanza Velásquez, Endocrinólogo Pediatra, explicó que uno de los síntomas principales es la disminución del tono muscular, que ocasiona problemas para la succión de líquidos, deglución de los alimentos y retardo psicomotor. Por otra parte, genera un apetito voraz luego de los dos años de vida, causando un aumento de peso progresivo, baja estatura, poco desarrollo de los genitales, discapacidades intelectuales y problemas de conducta.
De igual manera comentó que “estos pacientes tienen una deficiencia en la producción de la hormona de crecimiento debido al mal funcionamiento del hipotálamo, ocasionando una regulación inadecuada de la producción de esta sustancia, que trae como consecuencia no solo la baja talla del individuo sino también problemas en su composición corporal, como el exceso de grasa abdominal, disminución de la masa muscular y ósea.
Por esta razón, desde el año 2000 la Administración de Drogas y Alimentos de los Estados Unidos (FDA) aprobó el uso de la hormona de crecimiento para tratar a las personas que padecen el Síndrome de Prader – Willi. El fármaco también fue aceptado por la Agencia Europea de Medicamentos (EMA), para atender los problemas de estatura y composición corporal, con el fin de disminuir los depósitos de grasa incrementando la masa muscular y contribuyendo con el estado metabólico del paciente.
La especialista señaló: “la hormona estimula el crecimiento y la reproducción celular, por lo que está indicada para todos los trastornos de desarrollo corporal, causados por un déficit en la producción de esta sustancia”.
En cuanto a la aplicación de este medicamento, se realiza por vía subcutánea todas las noches antes de dormir. Este debe ser iniciado antes de la pubertad, pues muchos estudios sugieren que los tratamientos comenzados en edad temprana ofrecen mejores beneficios a este tipo de pacientes. Una vez iniciado el tratamiento, la Dra. Velásquez recomienda evaluar al individuo cada 4 a 6 meses, dependiendo del médico tratante, para observar los resultados y ajustar la dosis, de ser necesario.
Para finalizar, resaltó que las personas con este padecimiento pueden acudir a los servicios de Endocrinología Pediátrica de los Hospitales J.M. De Los Ríos, Pérez Carreño, Domingo Luciani y Elías Toro, donde serán bien atendidos.
Creciendo juntos
Es un programa de valor agregado de Pfizer dirigido a pacientes con déficit de hormona de crecimiento; su objetivo primordial es proporcionarles una sólida educación sobre el conocimiento de su afección, y complementar la terapia con actividades que mejoren su calidad de vida.
El programa está conformado por un equipo enfocado a trabajar en conjunto con los médicos, para que todos los pacientes y su entorno familiar reciban una atención personalizada orientada al cumplimiento terapéutico.
Para formar parte de esta iniciativa, posterior a la indicación del medicamento especializado de Pfizer, el médico tratante debe ponerlo en contacto con el número 0800-CRECIEN, en donde personal capacitado se comunicará para acordar el entrenamiento respectivo y recibir el resto de los beneficios que brinda el programa “Creciendo Juntos”.
La reciente actualización del Ordo Exsequiarum Romani Pontificis refuerza la fe en Cristo resucitado y optimiza los rituales tras el fallecimiento de un Pontífice. El Vaticano presentó en noviembre de 2024 una edición revisada del Ordo Exsequiarum Romani Pontificis, el documento que regula el rito fúnebre de un Papa. Con esta modificación, se busca simplificar ciertos pasajes de la ceremonia y expresar con mayor claridad la esperanza cristiana en la resurrección. Entre los cambios más destacados, desaparece el tradicional golpe de martillo de plata por parte del camarlengo, quien dejará de llamar al Pontífice por su nombre de bautismo. En su lugar, la confirmación del fallecimiento se hará en la capilla privada del Palacio Apostólico. Asimismo, el cuerpo del Papa ya no se encierra en tres ataúdes (ciprés, plomo y roble), sino en un único ataúd de madera con interior de zinc. Se elimina también el velatorio privado en el palacio, de modo que el féretro será trasladado directamente a la Basílica de San Pedro, donde permanecerá en un catafalco abierto, sin mostrar el báculo papal. La misa exequial, presidida por el Decano del Colegio Cardenalicio, tendrá lugar en la Plaza de San Pedro, usando expresiones sencillas como “Obispo de Roma” o “Pastor” en lugar de títulos ligados al poder temporal. Al concluir, el féretro se depositará en su lugar de sepultura; aunque la tradición marca las grutas vaticanas, Francisco expresó su deseo de descansar en la Basílica de Santa María la Mayor. Durante la Sede Vacante, el camarlengo asume la administración temporal de la Iglesia hasta el cónclave en la Capilla Sixtina, donde los cardenales votan en secreto. El humo gris anuncia el empate, mientras que la fumata blanca señala la elección de un nuevo Papa, anunciado luego con el “Habemus Papam” desde el balcón central de San Pedro. Finalmente, el nuevo Pontífice se distingue por tres símbolos: la sotana blanca, la férula papal y el anillo del pescador, emblemas que reflejan su autoridad y misión pastoral. Fuentes: Vatican News. https://www.tiktok.com/@mscnoticias?lang=es
Con más de 13.000 años extinto, el lobo gigante renace en laboratorio como el primer caso exitoso de desextinción, gracias a la edición genética avanzada de Colossal Biosciences. Colossal Biosciences ha alcanzado un hito sin precedentes al presentar tres cachorros que combinan el ADN del lobo gris moderno con variantes genéticas del lobo gigante, especie desaparecida hace más de 13 000 años. Tras recuperar ADN fósil en 2021, el equipo identificó 20 genes clave asociados a mayor tamaño, densidad de pelaje y robustez ósea. Utilizando CRISPR, editaron células de lobo gris para crear embriones implantados en madres sustitutas caninas, dando lugar a Rómulo, Remo y Khaleesi, dos machos de seis meses y una hembra de dos meses, respectivamente. La directora científica de Colossal, Beth Shapiro, calificó a estas crías como “el primer caso de éxito de desextinción. Estamos creando copias funcionales de algo que solía estar vivo”, declaró en una reciente entrevista. Aunque los ejemplares permanecerán en cautiverio, este avance tecnológico podría aplicarse para proteger especies aún vivas, como el lobo rojo, en peligro crítico y limitado a Carolina del Norte. Este proyecto no solo desafía los límites de la biología sintética, sino que también plantea preguntas éticas sobre el bienestar animal y la conservación. Mientras algunos expertos abogan por protocolos rigurosos y marcos regulatorios que garanticen la responsabilidad ecológica, otros ven en la desextinción una herramienta para restaurar dinámicas de ecosistemas perdidos. De prosperar, la reintroducción de estos lobos podría revitalizar hábitats y equilibrar poblaciones de presas. Sin embargo, su éxito dependerá de evaluaciones de comportamiento en semilibertad y de la capacidad de estos animales para adaptarse a entornos naturales. Fuentes consultadas: Colossal Biosciences (2025). Press Release: First Giant Wolf Cubs. https://www.tiktok.com/@mscnoticias?lang=es