Roma, la ciudad eterna siempre ha sido uno de los escenarios más importantes del mundo para la celebración de la Semana Santa, pero este 2013, al ser también sede del Vaticano, su gran atractivo es aún mayor con la instalación del Cónclave de Cardenales que elegirán al nuevo Papa. El visitante a esta urbe va a disfrutar de la histórica oportunidad de ver, desde la Plaza San Pedro, al nuevo Jefe de la Iglesia Católica, en su primera aparición ante la feligresía mundial.
La Semana Mayor en Roma es posible con los vuelos Caracas-Madrid-Roma que ofrece Air Europa a quienes deseen pasar una de las fechas más importantes del catolicismo y presenciar uno de los eventos más significativos de este siglo.
Entre una multitud de peregrinos la celebración se extiende desde el Domingo de Ramos hasta el Domingo de Resurrección. Destaca “El Angelus”, misa que oficia el Papa y corresponde al primer domingo y en la que se envía un mensaje a los jóvenes. También la “Misa del Crisma” (jueves santo) donde se bendice el Olio Santo que significa la unificación de la Iglesia Católica y su sentir alrededor del mundo. La otra ocasión especial es la Misa de la Cena del Señor, realizada también el mismo Jueves Santo, en la cual se rememora la última cena de Jesús y se efectúa el “Lavado de los pies”, acto en el que el Papa lava los pies de doce personas escogidas entre los presentes.
En el Viernes Santo ocurre una de las manifestaciones más emotivas con la procesión que escenifica el Vía Crucis de Jesús hasta su crucifixión, la cual parte desde el interior del Coliseo y culmina en las Colinas del Palatino. Miles de feligreses acompañan con antorchas la peregrinación que acostumbra ser guiada por el propio Papa.
Los visitantes pueden pasearse el Sábado Santo por las distintas y hermosas iglesias romanas y presenciar la particularidad de que los templos estarán a oscuras (sin luces ni velas) y no habrá coros, ni cantos pues se estará a la espera del anuncio de la resurrección. En la noche, podrán disfrutar la Misa de la Vigilia celebrada en la Plaza San Pedro.
El domingo de Resurrección tiene lugar la misa más concurrida del mundo desde la Plaza San Pedro, en la que el Papa transmite su mensaje “Urbi et Orbi” en el cual ofrece redención y bendiciones a todos los presentes.
Algo más que religión
Roma sin duda es mucho más que sede de la fe cristiana. Allí se concentra el mayor número de bienes históricos y arquitectónicos del mundo, gracias a haber sido la cuna del poderoso Imperio Romano y del Poder Pontificio que influyeron en todos los aspectos de la vida de la sociedad occidental.
Durante los días festivos de la Semana Santa, los viajeros pueden conocer también el famoso Coliseo, el Foro Romano, los museos Vaticanos, la Fontana de Trevi y la plaza Navona, entre otros muchos lugares que exhiben la magnificencia del arte antiguo y del renacimiento.
Entre sus construcciones majestuosas, la Ciudad Eterna brinda a sus visitantes mercadillos de antigüedades, tiendas de diseñadores, estupendos restaurantes, lugares para disfrutar la noche, teatro y un sinfín de atractivos para todos los gustos.
La Semana Santa, más que un feriado, es un período cargado de tradiciones arraigadas que invitan a la reflexión y la renovación espiritual. Una de estas prácticas significativas es la visita a los siete templos, una experiencia que trasciende la mera observancia para sumergirse en un profundo acto de devoción y conexión con la historia bíblica. La tradición, que se inicia la noche del Jueves Santo y culmina en la mañana del Viernes Santo, tiene sus raíces en Roma gracias a San Felipe Neri, y desde entonces ha reverberado en todo el mundo, convirtiéndose en un símbolo de respeto hacia Jesús y su sacrificio por la humanidad. Según la enseñanza de la Iglesia Católica, el Jueves Santo marca un momento crucial en la historia cristiana: la Última Cena de Jesús con sus apóstoles, donde instituyó los sacramentos de la Eucaristía y el Orden Sacerdotal. Este acto simboliza el inicio de un camino hacia la redención, hacia la reconciliación con el prójimo y la interiorización de los valores de caridad promovidos por Jesús. Al recorrer los siete templos, los fieles no solo están siguiendo los pasos físicos de Jesús desde su captura hasta su crucifixión, sino que están participando en un acto de comunión espiritual, acompañando al Salvador en su trayectoria hacia el sacrificio y la resurrección. Cada uno de los siete templos representa una etapa crucial en este recorrido espiritual: Desde el Cenáculo hasta el huerto de Getsemaní, donde Jesús oró y sudó sangre. Desde el huerto de Getsemaní hasta la casa de Anás, donde fue interrogado y maltratado. Desde la casa de Caifás hasta la primera comparecencia ante Poncio Pilatos, donde fue acusado injustamente. Desde la confrontación con Herodes hasta la segunda comparecencia ante Pilatos, donde fue sentenciado a muerte. Finalmente, desde la casa de Pilatos hasta el Monte Calvario, donde Jesús cargó con la cruz, fue crucificado y sepultado. Cada estación de este camino sagrado invita a los creyentes a reflexionar sobre el significado más profundo de la Pasión de Cristo y a renovar su compromiso con los valores cristianos de amor, perdón y redención. La visita a los siete templos se convierte así en una experiencia transformadora que trasciende las fronteras del tiempo y el espacio, guiando a los fieles hacia una conexión más íntima con su fe y su salvación. https://www.tiktok.com/@mscnoticias
El Domingo de Ramos es el día que marca el inicio de la Semana Santa en la tradición cristiana, conmemorando la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén. Este día está lleno de simbolismo y significado religioso para los cristianos, pero en términos de “misterios”, podrían interpretarse algunos aspectos simbólicos o teológicos: La entrada triunfal de Jesús: Este evento, mencionado en los evangelios, es la base del Domingo de Ramos. Jesús entra en Jerusalén montado en un burro, mientras la multitud lo aclama y lo saluda con ramas de palma y ropas extendidas en su camino. El misterio aquí radica en la comprensión del significado de esta entrada en el contexto de la misión de Jesús y su relación con el reino de Dios. El cambio de actitud de la multitud: Es intrigante cómo la multitud que aclama a Jesús en su entrada triunfal el Domingo de Ramos luego se convierte en la misma multitud que lo rechaza y pide su crucifixión pocos días después. Este cambio repentino de actitud puede ser objeto de reflexión sobre la naturaleza humana y la fragilidad de las lealtades populares. El simbolismo de las palmas y las ramas: En muchas tradiciones cristianas, se llevan palmas y ramas durante las celebraciones del Domingo de Ramos como símbolo de victoria y triunfo. Estos elementos pueden representar la victoria espiritual sobre el pecado y la muerte que Jesús trae consigo, pero también pueden ser interpretados como un recordatorio de la naturaleza efímera de los triunfos terrenales. El comienzo de la Semana Santa: El Domingo de Ramos marca el inicio de la Semana Santa, un período de intensa reflexión y conmemoración para los cristianos. Este tiempo está lleno de rituales y tradiciones que recuerdan los eventos finales de la vida de Jesús, desde la Última Cena hasta su crucifixión y resurrección. Los misterios aquí son los propios misterios de la fe cristiana: la pasión, muerte y resurrección de Jesús, y su significado para la salvación de la humanidad. En resumen, el Domingo de Ramos está envuelto en una serie de misterios religiosos y simbolismos que invitan a la reflexión y la contemplación sobre la fe cristiana y el significado de la vida y la obra de Jesucristo. https://www.tiktok.com/@mscnoticias