Los Juegos CAC Veracruz comienzan entre protestas y espíritu deportivo

Prensa Mindeporte Especial Veracruz (14.11.14) La ciudad de Veracruz recibirá la edición de los vigésimos segundos Juegos Centroamericanos y del Caribe con la certeza que serán los mejores en la historia del evento, tal como lo afirmó el presidente de la Organización Deportiva Centroamericana y del Caribe, Héctor Cardona, en días recientes.

Con una infraestructura de primer nivel que se construyó para recibir a más de cinco mil atletas provenientes de 31 países, la ciudad mexicana es perfecta para organizar el evento deportivo por sus condiciones económicas y turísticas, además de contar con un clima ideal para competir.

Sin embargo, Veracruz no se libra de la tragedia que enluta a todo el territorio azteca desde hace 49 días, como es la desaparición de 43 estudiantes de la escuela rural de Ayotzinapa, estado de Guerrero, una de los peores actos contra los derechos humanos en México en los últimos 30 años.

Las protestas que cada día crecen y se extienden de norte a sur, amenazan con bloquear carreteras, aeropuertos, autopistas, comercios y dependencias estatales y federales en todo el país hasta que se diga la verdad sobre la desaparición de los estudiantes.

El más reciente episodio de protesta ocurrió contra la organización de los Juegos, específicamente en el tradicional recorrido de la antorcha deportiva por la ciudad de Xalapa, donde entre una mezcla de júbilo y descontento entre los cientos de asistentes, se pudo observar el entusiasmo de los participantes pero también la molestia de los manifestantes, quienes incluso arrojaron baldes de agua a los deportistas que portaban el fuego.

La ruta de la antorcha se vio afectada en más de una ocasión cuando varios grupos de estudiantes exhibieron pancartas en solidaridad con las víctimas y familiares de la tragedia mexicana.

“¡No queremos juegos, queremos justicia!”, gritaron estudiantes de la Universidad Veracruzana, quienes señalaron que sus protestas continuarán ante la mirada ignorante del gobierno.

Para Andrés Cárdenas, taxista durante 20 años en Veracruz, ser sede de los Juegos es motivo de orgullo, pero afirma categóricamente que la circunstancia que actualmente viven los mexicanos es la menos oportuna.

“Yo no digo que suspendan los Juegos porque eso perjudicaría a nuestra hermosa ciudad, sólo le pediría al gobierno más respeto para los familiares de la tragedia de Iguala, diciéndoles la verdad del paradero de sus hijos, además de ser un poco más discretos en la celebración de los actos”, manifestó el veracruzano.

Para varios activistas políticos, la tragedia de Guerrero es responsabilidad del gobierno mexicano, que ha abandonado al campo, a los productores, a sus familias, a su educación, desestimando incluso el funcionamiento de las escuelas normales rurales porque preservan el origen de una lucha por la igualdad social; por la democracia plena y, por tanto, por el acceso a la educación sin restricciones.

“Los asesinatos de Iguala muestran una variación de esa relación entre el gobierno y el crimen organizado. Cuando se habla que las organizaciones delictivas se infiltraron en el gobierno se piensa que el Estado se supedita al narco y firma una “clausula de permisibilidad y no persecución.” Es decir, el compromiso del Estado es permitir que las organizaciones realicen sus operaciones delictivas, sin que sean perseguidos sus integrantes”, afirma el catedrático Vicente Pérez Almanza durante una entrevista difundida por la televisión mexicana.

El gobierno mexicano afirma que la seguridad durante la justa centroamericana está garantizada, pero lo más importante para el bienestar del evento deportivo y aun más, del pueblo mexicano e incluso Latinoamericano, es el esclarecimiento de la desaparición de los estudiantes de Iguala. FIN/ Freddy Velasco FOTÓGRAFO/ Marcelo Reyes