Lcdo. Carlos Luis Briceño Abreu
CNP 21.666
Prensa Oficial Trujillanos FC.-
El amarillo y marrón aseguró su presencia en la final de la Copa Bicentenaria 2.016 por segunda ocasión consecutiva tras golear cuatro por uno al cuadro del Zamora FC “B” en el Fuerte Tavacare de Barinas.
Con el pitazo inicial se notó las ganas por parte de los dirigidos por Horacio Matuszyczk para ganar el partido. En los primeros quince minutos Ismael Paéz y Gustavo Britos lo intentaron con jugadas individuales sin fortuna. La apertura del marcador llegaría al 21’ Sergio Álvarez en una pared al borde del área cede la esférica a Robert Mejía quien de zapatazo desde fuera del área logra batir al cancerbero zamorano.
Trujillanos era imparable, Castro y Páez por las bandas eran un serio dolor de cabeza para el cuadro rival. El segundo gol llegaría sobre el final de la primera parte, Carlos Castro toma una pelota en su propio terreno de juego y en jugada individual avanza hasta el lado derecho del área del Zamora, mete centro al punto penal donde Sergio Álvarez sin dejarla caer define con tiro de pierna izquierda para el 2×0.
Ya el segundo tiempo fue una réplica exacta del libreto de la primera parte, a pesar de los cambios que realizó el profesor Horacio Matuszyczk el planteamiento no cambio, al 75’ Ángel Nieves cobra tiro de esquina desde la derecha que logra impactar en muy buena forma Wilker “Mellizo” Terán para aumentar la cuenta.
El cuarto y definitivo sería obra del propio Ángel Nives que recibe pase de James Cabezas, entra al área, encara al portero y define el 4×0. Sobre el final Zamora logra descontar con tiro libre cobrador por Francisco Oviedo para poner cifras definitivas.
Este sábado se jugará la final en el estadio “Agustín Tovar” La Carolina a partir de las 6:30 p.m.
Alineaciones:
Trujillanos FC: Roberto Olivar, Carlos Castro, Luiryi Erazo, Wilker Terán, Ismael Páez, Maurice Cova, Gerardo Mendoza, Robert Mejía, Carlos Sosa, Sergio Álvarez y Gustavo Britos. DT: Horacio Matuszyczk.
También jugaron: Johan Osorio, Sebastián Contreras, Wildyjhon Vivas, Arnaldo Aranda, Ángel Nieves, Rubén Rojas, James Cabezas, Jerson Montilla* y José Rivas*
Zamora FC “B”: Soto, Hoz, Matheus, Silva, Vélez, Benítez, Trujillo, Sira, Blondell, Arias, García.
Amonestados: Ricardo Vélez 31’, Kevin de la Hoz 54’ (ZFC); Carlos Castro 67’ (TFC)
Goles: Robert Mejía 21’, Sergio Álvarez 45+1, Wilker Terán 75’ y Ángel Nieves 80’ (TFC); Francisco Oviedo 90+1 (ZFC)
El 28 de agosto de 1859, el mundo fue testigo de un fenómeno celestial sin precedentes. Auroras boreales iluminaron cielos inusuales, desde Madrid hasta Santiago de Chile y más allá. Pero este espectáculo no fue solo una maravilla visual; fue el preludio de un evento cósmico que cambiaría la historia tal como la conocemos. Pocos días después, el renombrado astrónomo Richard Carrington presenció una explosión de luz blanca en la superficie del Sol desde su jardín en Londres. Dos enormes llamaradas despidieron una energía equivalente a más de diez mil millones de bombas atómicas. Esta observación, conocida como el “Evento Carrington”, marcó el inicio de la tormenta solar más violenta de los últimos 500 años. La gran eyección de masa coronal del año 1859 desencadenó el caos tecnológico en todo el mundo. Las líneas telegráficas cayeron, se quemaron y operadores resultaron heridos. La red de telégrafos colapsó durante 14 horas en Europa y Estados Unidos. Sin embargo, la sorpresa llegó cuando, debido a la sobrecarga eléctrica atmosférica, los telégrafos continuaron enviando mensajes de larga distancia sin necesidad de baterías. Este evento histórico resalta la vulnerabilidad de nuestra tecnología ante los caprichos del universo. El Evento Carrington nos recuerda la fragilidad de nuestra civilización en un cosmos que siempre está en movimiento. Desde entonces, los científicos han estudiado este suceso para comprender mejor las tormentas solares y desarrollar medidas de protección. En resumen, el Evento Carrington de 1859 no solo fue un espectáculo celestial, sino también un recordatorio de nuestra dependencia de la tecnología y nuestra conexión con el cosmos. Este episodio histórico sigue fascinando y sirve como un llamado de atención sobre los misterios y peligros del espacio exterior.
El Domingo de Ramos es el día que marca el inicio de la Semana Santa en la tradición cristiana, conmemorando la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén. Este día está lleno de simbolismo y significado religioso para los cristianos, pero en términos de “misterios”, podrían interpretarse algunos aspectos simbólicos o teológicos: La entrada triunfal de Jesús: Este evento, mencionado en los evangelios, es la base del Domingo de Ramos. Jesús entra en Jerusalén montado en un burro, mientras la multitud lo aclama y lo saluda con ramas de palma y ropas extendidas en su camino. El misterio aquí radica en la comprensión del significado de esta entrada en el contexto de la misión de Jesús y su relación con el reino de Dios. El cambio de actitud de la multitud: Es intrigante cómo la multitud que aclama a Jesús en su entrada triunfal el Domingo de Ramos luego se convierte en la misma multitud que lo rechaza y pide su crucifixión pocos días después. Este cambio repentino de actitud puede ser objeto de reflexión sobre la naturaleza humana y la fragilidad de las lealtades populares. El simbolismo de las palmas y las ramas: En muchas tradiciones cristianas, se llevan palmas y ramas durante las celebraciones del Domingo de Ramos como símbolo de victoria y triunfo. Estos elementos pueden representar la victoria espiritual sobre el pecado y la muerte que Jesús trae consigo, pero también pueden ser interpretados como un recordatorio de la naturaleza efímera de los triunfos terrenales. El comienzo de la Semana Santa: El Domingo de Ramos marca el inicio de la Semana Santa, un período de intensa reflexión y conmemoración para los cristianos. Este tiempo está lleno de rituales y tradiciones que recuerdan los eventos finales de la vida de Jesús, desde la Última Cena hasta su crucifixión y resurrección. Los misterios aquí son los propios misterios de la fe cristiana: la pasión, muerte y resurrección de Jesús, y su significado para la salvación de la humanidad. En resumen, el Domingo de Ramos está envuelto en una serie de misterios religiosos y simbolismos que invitan a la reflexión y la contemplación sobre la fe cristiana y el significado de la vida y la obra de Jesucristo. https://www.tiktok.com/@mscnoticias