El principal encargado de transmitir serenidad y confianza a los jugadores del Deportivo Táchira F.C. es su director técnico, Daniel Farías, cabeza de un proyecto ambicioso que busca devolver los títulos al equipo más popular de Venezuela.
Después de cuatro semanas fuera de lo común en la planificación deportiva del Carrusel Aurinegro, el estratega es quien debe manejarse con mayor tacto frente a sus dirigidos para que los objetivos grupales se mantengan claros y la concentración a tono para superar las adversidades.
Por ello, Farías les habla permanentemente a sus muchachos y, junto a su cuerpo técnico, han desarrollado una semana de preparación intensa con la mira puesta en el clásico andino del fin de semana frente a Estudiantes de Mérida.
“Lamentablemente hay circunstancias que hoy nos están afectando y debemos poder equilibrar, entonces la idea para lo que va a ser este partido, entendiendo las dificultades que vamos a tener para el viaje y todo lo que rodea el encuentro en Mérida, es que nosotros mentalmente no tengamos disparidad, sino que podamos estar fuertes”, comenta Daniel de entrada al finalizar el entrenamiento del día.
En el discurso del estratega no hay cabida a pretextos: “Evidentemente, vivir hoy en San Cristóbal no es sencillo y eso acarrea un problema, pero no lo estamos poniendo como excusa sino que estamos buscando adaptarnos para superar esto”.
Sin importar los obstáculos en el camino del Deportivo Táchira durante este torneo, Farías confía en las condiciones de su plantel:“Yo estoy firme y convencido de las cosas que tenemos, de las virtudes que podemos llevar adelante, pero la realidad es que no se puede tapar el sol con un dedo y por más que quiera empujar un equipo y darle la oportunidad a los jugadores, pues hoy no es sencillo estar acá. Lamentablemente lo futbolístico es una segunda o tercera opción, la primera opción es intentar vivir y estar tranquilo con la familia”.
Daniel Farías dirige sus pensamientos hacia el compromiso frente al cuadro académico: “Este fin de semana nos toca un partido donde podemos nuevamente ganar puntos. La idea es ir a ganar, sabemos que no es un rival sencillo. Vamos a intentar que estén los que mayor estabilidad mental tengan, que mejor rendimiento puedan ofrecer y que mayor voluntad muestren hacia el partido”.
El guía del banquillo aurinegro también celebra que puede contar de nuevo con varias piezas que estuvieron ausentes: “Tener a los jugadores con más regularidad en cada puesto es importante. Regresaron quienes habían sido nuestros laterales de más minutos y eso nos da una posibilidad importante en lo defensivo y para tomar riesgos hacia adelante”.
Asimismo, reconoce que el partido contra Estudiantes de Mérida implica sobrepasar varios aspectos: “El equipo filial viajó anoche desde Mérida y tuvo más de un percance, eso lo sabemos. También está el tema de cómo será la llegada al estadio y el gramado como tal que al parecer no está en buenas condiciones. Estos aspectos hacen que, más allá de lo que estamos intentando en lo futbolístico, va a privar lo mental”.
Por otra parte, Farías remarca el buen arranque de su equipo y las opciones latentes de luchar por el Torneo Clausura 2014:“Más allá de lo que parece por el puesto de la tabla, nosotros aún tenemos un partido menos. Evidentemente nos hizo mucho daño el tema del forfait (ante El Vigía) donde el más perjudicado del campeonato terminamos siendo nosotros, pero en líneas generales tuvimos un arranque que nos da la oportunidad de seguir en carrera y pensar hacia el futuro”.
Finalmente, el entrenador recuerda que el deber tras el escudo del Deportivo Táchira es mayor que en cualquier otro equipo:“Tenemos la obligación y la oportunidad de seguir compitiendo y debemos entender que esta no es cualquier camisa, no es cualquier institución, es Táchira”.
Gustavo Contreras León / Prensa Deportivo Táchira
El 28 de agosto de 1859, el mundo fue testigo de un fenómeno celestial sin precedentes. Auroras boreales iluminaron cielos inusuales, desde Madrid hasta Santiago de Chile y más allá. Pero este espectáculo no fue solo una maravilla visual; fue el preludio de un evento cósmico que cambiaría la historia tal como la conocemos. Pocos días después, el renombrado astrónomo Richard Carrington presenció una explosión de luz blanca en la superficie del Sol desde su jardín en Londres. Dos enormes llamaradas despidieron una energía equivalente a más de diez mil millones de bombas atómicas. Esta observación, conocida como el “Evento Carrington”, marcó el inicio de la tormenta solar más violenta de los últimos 500 años. La gran eyección de masa coronal del año 1859 desencadenó el caos tecnológico en todo el mundo. Las líneas telegráficas cayeron, se quemaron y operadores resultaron heridos. La red de telégrafos colapsó durante 14 horas en Europa y Estados Unidos. Sin embargo, la sorpresa llegó cuando, debido a la sobrecarga eléctrica atmosférica, los telégrafos continuaron enviando mensajes de larga distancia sin necesidad de baterías. Este evento histórico resalta la vulnerabilidad de nuestra tecnología ante los caprichos del universo. El Evento Carrington nos recuerda la fragilidad de nuestra civilización en un cosmos que siempre está en movimiento. Desde entonces, los científicos han estudiado este suceso para comprender mejor las tormentas solares y desarrollar medidas de protección. En resumen, el Evento Carrington de 1859 no solo fue un espectáculo celestial, sino también un recordatorio de nuestra dependencia de la tecnología y nuestra conexión con el cosmos. Este episodio histórico sigue fascinando y sirve como un llamado de atención sobre los misterios y peligros del espacio exterior.
El Domingo de Ramos es el día que marca el inicio de la Semana Santa en la tradición cristiana, conmemorando la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén. Este día está lleno de simbolismo y significado religioso para los cristianos, pero en términos de “misterios”, podrían interpretarse algunos aspectos simbólicos o teológicos: La entrada triunfal de Jesús: Este evento, mencionado en los evangelios, es la base del Domingo de Ramos. Jesús entra en Jerusalén montado en un burro, mientras la multitud lo aclama y lo saluda con ramas de palma y ropas extendidas en su camino. El misterio aquí radica en la comprensión del significado de esta entrada en el contexto de la misión de Jesús y su relación con el reino de Dios. El cambio de actitud de la multitud: Es intrigante cómo la multitud que aclama a Jesús en su entrada triunfal el Domingo de Ramos luego se convierte en la misma multitud que lo rechaza y pide su crucifixión pocos días después. Este cambio repentino de actitud puede ser objeto de reflexión sobre la naturaleza humana y la fragilidad de las lealtades populares. El simbolismo de las palmas y las ramas: En muchas tradiciones cristianas, se llevan palmas y ramas durante las celebraciones del Domingo de Ramos como símbolo de victoria y triunfo. Estos elementos pueden representar la victoria espiritual sobre el pecado y la muerte que Jesús trae consigo, pero también pueden ser interpretados como un recordatorio de la naturaleza efímera de los triunfos terrenales. El comienzo de la Semana Santa: El Domingo de Ramos marca el inicio de la Semana Santa, un período de intensa reflexión y conmemoración para los cristianos. Este tiempo está lleno de rituales y tradiciones que recuerdan los eventos finales de la vida de Jesús, desde la Última Cena hasta su crucifixión y resurrección. Los misterios aquí son los propios misterios de la fe cristiana: la pasión, muerte y resurrección de Jesús, y su significado para la salvación de la humanidad. En resumen, el Domingo de Ramos está envuelto en una serie de misterios religiosos y simbolismos que invitan a la reflexión y la contemplación sobre la fe cristiana y el significado de la vida y la obra de Jesucristo. https://www.tiktok.com/@mscnoticias