¿Sabía que no se debe abordar un avión con la nariz congestionada?
La otitis del nadador es una enfermedad del oído externo, muy común en temporadas vacacionales. Después de disfrutar un baño en la playa, el río o la piscina, el paciente puede manifestar dolor, secreción, oído tapado y pérdida de la audición. Para prevenirla, aconsejan usar tapones al bañarse y evitar la sumersión. Conozca cómo evitar otras afecciones frecuentes durante estos días
Programa Widex Responsable “Escucha la vida”, 01/08/13 – Llegaron las vacaciones y son muchas las familias que abordan aviones, pasean en lanchas, se bañan en piscinas o asisten a fiestas y conciertos. Si bien todas son situaciones que prometen entretenimiento, no hay que perder de vista que en cada una de ellas los oídos están expuestos a factores que pueden dañarlos, como cambios de presión y sonidos altos. Es importante cuidar el órgano de la audición, para que ninguna molestia interrumpa la diversión.
La otorrinolaringóloga Johanna Sembergman (@otorrinodoc), del Instituto de Otorrinolaringología y Oftalmología y Torre Médica del C.C. Terras Plaza, informa que durante las temporadas vacacionales la mayoría de las consultas que recibe por infección son de otitis externa o, como también se le conoce, otitis del nadador. Este tipo de otitis es la que afecta el oído externo, el cual va desde el pabellón auricular de la oreja, es seguido por el conducto auditivo y termina en la membrana timpánica, que es como una calle ciega. Cuando nos bañamos y sumergimos, restos de agua pueden quedarse atrapados allí y favorecer la aparición de hongos y bacterias.
La persona con otitis externa puede manifestar dolor en la oreja al tocarla, secreción, oído tapado y pérdida temporal de la audición (se recupera sin dejar secuelas). El médico suele indicar antibióticos y analgésicos y, si el caso no es muy grave, los síntomas desaparecen en una semana. Quienes sufren de los oídos son quienes tienen que cuidarse más; deben bañarse con tapones auditivos especiales y evitar a toda costa sumergirse en el agua. Si los síntomas aparecen, debe acudir al otorrinolaringólogo a la brevedad posible.
Otra recomendación que hay que tener en cuenta durante las vacaciones es que no se debe abordar un avión o ascender una montaña cuando hay congestión nasal (moco), bien sea por resfriado o por alergia, porque esto puede desencadenar una otitis media. La persona con esta condición debe acudir antes a una consulta con el médico.
“¿Qué sucede? El oído medio y la nariz se comunican a través de la trompa de Eustaquio, la cual se encarga de mantener estable la presión de aire dentro de los oídos. Cuando alguien tiene gripe o alergia, con mucho moco en la nariz, ese moco se puede ir para el oído, y como el oído no está en capacidad de igualar la presión debido a un cambio de altura, puede generar un dolor tremendo”, explica la otorrinolaringóloga.
También se debe evitar la exposición a sonidos fuertes durante tiempo prolongado. Al escuchar sonidos por encima de 80 decibeles (dB) durante más de una hora, se corre el riesgo de tener hipoacusia (pérdida auditiva) inducida por el ruido y trauma acústico. “Así que si una persona va a estar expuesta a más de 80 dB, tiene que protegerse los oídos y, si no tiene protección, debe evitar permanecer en ese lugar más de 60 minutos”, recalca la otorrinolaringóloga. Tome como medida que una conversación en una habitación tranquila puede estar entre los 40 y 80 dB.
Los niños y adolescentes tienen mayor riesgo de padecer hipoacusia inducida por el ruido y esas pérdidas auditivas son irreversibles, no se recuperan. En paseos a la playa es posible que se expongan a sonidos de motores de lanchas y motos acuáticas. También pueden asistir más a fiestas y conciertos, y usar sus audífonos con mayor frecuencia para escuchar su música favorita. Considere que el sonido del motor de una lancha, por ejemplo, puede estar entre los 100 y 130 dB, y el de un concierto puede superar los 100 dB.
Sembergman recomienda que “quienes tienen reproductores portátiles deben tratar de no sobrepasar 60% del volumen de descarga del aparato. Independientemente del modelo que utilicen y de la música que escuchen, el sonido es el mismo; pueden estar oyendo reggaeton, rock o música clásica y el ruido será el mismo y producirá el mismo tipo de daño”. Asimismo, sugiere no utilizar los audífonos intracanales y escoger en cambio los que ocupan el pabellón auricular de la oreja completo. “Como esos audífonos logran anular el ruido ambiental, no hay que subir tanto volumen para escuchar la música”, añade.
El 28 de agosto de 1859, el mundo fue testigo de un fenómeno celestial sin precedentes. Auroras boreales iluminaron cielos inusuales, desde Madrid hasta Santiago de Chile y más allá. Pero este espectáculo no fue solo una maravilla visual; fue el preludio de un evento cósmico que cambiaría la historia tal como la conocemos. Pocos días después, el renombrado astrónomo Richard Carrington presenció una explosión de luz blanca en la superficie del Sol desde su jardín en Londres. Dos enormes llamaradas despidieron una energía equivalente a más de diez mil millones de bombas atómicas. Esta observación, conocida como el “Evento Carrington”, marcó el inicio de la tormenta solar más violenta de los últimos 500 años. La gran eyección de masa coronal del año 1859 desencadenó el caos tecnológico en todo el mundo. Las líneas telegráficas cayeron, se quemaron y operadores resultaron heridos. La red de telégrafos colapsó durante 14 horas en Europa y Estados Unidos. Sin embargo, la sorpresa llegó cuando, debido a la sobrecarga eléctrica atmosférica, los telégrafos continuaron enviando mensajes de larga distancia sin necesidad de baterías. Este evento histórico resalta la vulnerabilidad de nuestra tecnología ante los caprichos del universo. El Evento Carrington nos recuerda la fragilidad de nuestra civilización en un cosmos que siempre está en movimiento. Desde entonces, los científicos han estudiado este suceso para comprender mejor las tormentas solares y desarrollar medidas de protección. En resumen, el Evento Carrington de 1859 no solo fue un espectáculo celestial, sino también un recordatorio de nuestra dependencia de la tecnología y nuestra conexión con el cosmos. Este episodio histórico sigue fascinando y sirve como un llamado de atención sobre los misterios y peligros del espacio exterior.
El Domingo de Ramos es el día que marca el inicio de la Semana Santa en la tradición cristiana, conmemorando la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén. Este día está lleno de simbolismo y significado religioso para los cristianos, pero en términos de “misterios”, podrían interpretarse algunos aspectos simbólicos o teológicos: La entrada triunfal de Jesús: Este evento, mencionado en los evangelios, es la base del Domingo de Ramos. Jesús entra en Jerusalén montado en un burro, mientras la multitud lo aclama y lo saluda con ramas de palma y ropas extendidas en su camino. El misterio aquí radica en la comprensión del significado de esta entrada en el contexto de la misión de Jesús y su relación con el reino de Dios. El cambio de actitud de la multitud: Es intrigante cómo la multitud que aclama a Jesús en su entrada triunfal el Domingo de Ramos luego se convierte en la misma multitud que lo rechaza y pide su crucifixión pocos días después. Este cambio repentino de actitud puede ser objeto de reflexión sobre la naturaleza humana y la fragilidad de las lealtades populares. El simbolismo de las palmas y las ramas: En muchas tradiciones cristianas, se llevan palmas y ramas durante las celebraciones del Domingo de Ramos como símbolo de victoria y triunfo. Estos elementos pueden representar la victoria espiritual sobre el pecado y la muerte que Jesús trae consigo, pero también pueden ser interpretados como un recordatorio de la naturaleza efímera de los triunfos terrenales. El comienzo de la Semana Santa: El Domingo de Ramos marca el inicio de la Semana Santa, un período de intensa reflexión y conmemoración para los cristianos. Este tiempo está lleno de rituales y tradiciones que recuerdan los eventos finales de la vida de Jesús, desde la Última Cena hasta su crucifixión y resurrección. Los misterios aquí son los propios misterios de la fe cristiana: la pasión, muerte y resurrección de Jesús, y su significado para la salvación de la humanidad. En resumen, el Domingo de Ramos está envuelto en una serie de misterios religiosos y simbolismos que invitan a la reflexión y la contemplación sobre la fe cristiana y el significado de la vida y la obra de Jesucristo. https://www.tiktok.com/@mscnoticias