Aquiles Salas Jiménez fue elegido Gobernador del Colegio Americano de Médicos, capítulo Venezuela (Venezuelan Chapter of the American College of Physicians) por el período 2013-2017.
Es la mayor organización mundial de médicos internistas en Estados Unidos. Cuenta con 133 mil miembros; entre los que también figuran galenos de las subespecialidades de medicina interna y estudiantes de la especialización.
Salas es Presidente de la Junta Directiva del Centro Médico de Caracas. Desde 2008 es director de la Escuela de Medicina Luis Razetti de la Facultad de Medicina de la Universidad Central de Venezuela, UCV. Ha sido director principal de la Fundación Alzheimer de Venezuela y electo por 6 años miembro del Consejo Directivo de Alzheimer Disease International con sede en Londres. Recibió el Premio de Investigación Aplicada “Luis Razetti” 2010, que otorga la Facultad de Medicina de la Universidad Central de Venezuela.
Egresó de la UCV como Médico Cirujano en 1975 y del master y postgrado de Medicina Interna en el Hospital Universitario de Caracas. En la Universidad de Harvard, en Boston realizó un fellow en Medicina Geriátrica y un master en Salud Pública. Ha ejercido la docencia así como la actividad médica en el Hospital Universitario de Caracas, iniciándose como interno, luego como residente y, desde 1981, como profesor de la Escuela de Medicina Luis Razetti. En el ámbito público ha sido director general del Ministerio de Sanidad y Asistencia Social y director del Consejo Administrativo del Instituto Nacional de Geriatría y Gerontología, Inager.
The American College of Physicians tiene capítulos en cada estado de Estados Unidos y fuera de ese país existen en Canadá, México, Chile, Japón, India y Venezuela. Este último cuenta con 150 miembros, tanto en Caracas como en el interior de la República.
Salas tomó posesión del cargo de Gobernador del capítulo Venezuela en el Congreso Americano de Medicina Interna, realizado en San Francisco, Estados Unidos, durante los primeros días de abril. The American College of Physicians es el equivalente a la Sociedad de Medicina Interna en USA.
El 28 de agosto de 1859, el mundo fue testigo de un fenómeno celestial sin precedentes. Auroras boreales iluminaron cielos inusuales, desde Madrid hasta Santiago de Chile y más allá. Pero este espectáculo no fue solo una maravilla visual; fue el preludio de un evento cósmico que cambiaría la historia tal como la conocemos. Pocos días después, el renombrado astrónomo Richard Carrington presenció una explosión de luz blanca en la superficie del Sol desde su jardín en Londres. Dos enormes llamaradas despidieron una energía equivalente a más de diez mil millones de bombas atómicas. Esta observación, conocida como el “Evento Carrington”, marcó el inicio de la tormenta solar más violenta de los últimos 500 años. La gran eyección de masa coronal del año 1859 desencadenó el caos tecnológico en todo el mundo. Las líneas telegráficas cayeron, se quemaron y operadores resultaron heridos. La red de telégrafos colapsó durante 14 horas en Europa y Estados Unidos. Sin embargo, la sorpresa llegó cuando, debido a la sobrecarga eléctrica atmosférica, los telégrafos continuaron enviando mensajes de larga distancia sin necesidad de baterías. Este evento histórico resalta la vulnerabilidad de nuestra tecnología ante los caprichos del universo. El Evento Carrington nos recuerda la fragilidad de nuestra civilización en un cosmos que siempre está en movimiento. Desde entonces, los científicos han estudiado este suceso para comprender mejor las tormentas solares y desarrollar medidas de protección. En resumen, el Evento Carrington de 1859 no solo fue un espectáculo celestial, sino también un recordatorio de nuestra dependencia de la tecnología y nuestra conexión con el cosmos. Este episodio histórico sigue fascinando y sirve como un llamado de atención sobre los misterios y peligros del espacio exterior.
El Domingo de Ramos es el día que marca el inicio de la Semana Santa en la tradición cristiana, conmemorando la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén. Este día está lleno de simbolismo y significado religioso para los cristianos, pero en términos de “misterios”, podrían interpretarse algunos aspectos simbólicos o teológicos: La entrada triunfal de Jesús: Este evento, mencionado en los evangelios, es la base del Domingo de Ramos. Jesús entra en Jerusalén montado en un burro, mientras la multitud lo aclama y lo saluda con ramas de palma y ropas extendidas en su camino. El misterio aquí radica en la comprensión del significado de esta entrada en el contexto de la misión de Jesús y su relación con el reino de Dios. El cambio de actitud de la multitud: Es intrigante cómo la multitud que aclama a Jesús en su entrada triunfal el Domingo de Ramos luego se convierte en la misma multitud que lo rechaza y pide su crucifixión pocos días después. Este cambio repentino de actitud puede ser objeto de reflexión sobre la naturaleza humana y la fragilidad de las lealtades populares. El simbolismo de las palmas y las ramas: En muchas tradiciones cristianas, se llevan palmas y ramas durante las celebraciones del Domingo de Ramos como símbolo de victoria y triunfo. Estos elementos pueden representar la victoria espiritual sobre el pecado y la muerte que Jesús trae consigo, pero también pueden ser interpretados como un recordatorio de la naturaleza efímera de los triunfos terrenales. El comienzo de la Semana Santa: El Domingo de Ramos marca el inicio de la Semana Santa, un período de intensa reflexión y conmemoración para los cristianos. Este tiempo está lleno de rituales y tradiciones que recuerdan los eventos finales de la vida de Jesús, desde la Última Cena hasta su crucifixión y resurrección. Los misterios aquí son los propios misterios de la fe cristiana: la pasión, muerte y resurrección de Jesús, y su significado para la salvación de la humanidad. En resumen, el Domingo de Ramos está envuelto en una serie de misterios religiosos y simbolismos que invitan a la reflexión y la contemplación sobre la fe cristiana y el significado de la vida y la obra de Jesucristo. https://www.tiktok.com/@mscnoticias