Por Sonia Anzola – Comunicaciones Fundadown Venezuela
Las personas que están a cargo del cuidado de personas con síndrome de Down pueden desarrollar estados severos de fatiga y estrés, una sobrecarga física y afectiva que se conoce como el Síndrome del Cuidador. Reconocer y prevenir sus síntomas es clave para evitarlo, por ello Fundadown Venezuela ofrece el viernes 17 de febrero el Taller “El cuidador de la persona con síndrome de Down”, como parte de su programa Escuela para Familias.
La familia es un engranaje de piezas: El trabajo y ritmo de uno de sus miembros afecta el movimiento de los otros. En ocasiones, circunstancias como la enfermedad severa de un integrante o la llegada al mundo de una persona con alguna discapacidad y altos niveles de dependencia afectan la vida familiar.
Accidentes genéticos, como el síndrome de Down, son condiciones que acompañan al individuo –y a sus familiares- a lo largo de toda la vida. Por ello, Las personas que están a cargo de su cuidado pueden desarrollar estados severos de fatiga y estrés, una sobrecarga física y afectiva que se conoce como el Síndrome del Cuidador.
Aprender a reconocer y prevenir sus síntomas es clave para evitar que tales exigencias quebranten el bienestar personal y familiar.
Síntomas de alarma
El síndrome del Cuidador es un trastorno que se produce por un “estado de estrés continuado” que se caracteriza por una serie de síntomas físicos, psicológicos y sociales del cuidador principal de una persona medianamente dependiente o con necesidades especiales. Este síndrome no siempre ocurre, pues depende de distintas variables, como: el grado de dependencia de la persona cuidad, el vínculo entre cuidador y paciente, las características de personalidad del cuidador (temperamento, capacidad de resolver problemas, etc.) y su propia salud. Investigaciones han demostrado que los hábitos saludables de los cuidadores funcionan como un “amortiguador” de los efectos negativos.
Algunos de estos síntomas son: cansancio crónico, dolores articulares y de cabeza, palpitaciones, problemas digestivos, depresión, trastornos del sueño, ansiedad, pérdida de energía y de memoria, irritabilidad, aislamiento, pérdida del tiempo libre y de las funciones laborales, entre otros.
Estos signos no aparecen repentinamente, por lo cual es posible prevenirlos y remediarlos si los conocemos y estamos alertas ante su aparición.
En el caso de las personas con síndrome de Down, cada etapa de su ciclo vital trae nuevos retos por enfrentar, son momentos de transición que pueden volverse particularmente emocionales para los padres y/o cuidadores.
Recomendaciones para prevenirlo y remediarlo
ü Aceptar, ante todo, que se está pasando por un desajuste; comunicar y compartir sentimientos y temores con el resto de la familia.
ü Informarse sobre la condición de la persona cuidada. En el caso de las personas con síndrome de Down es muy útil conocer sus características, para así poder anticipar, reducir la incertidumbre y organizar los cuidados a corto, mediano y largo plazo.
ü Compartir las experiencias con otros cuidadores y familias que pasan por la misma situación.
ü Informarse, con ayuda especializada, sobre las rutinas y técnicas para la mejor atención del familiar (alimentación, higiene, terapias, etc.).
ü Repartir y delegar algunas de las responsabilidades en otros miembros de nuestro entorno: familiares, amigos y profesionales.
ü Procurar tiempos y espacios para hacer ejercicio y realizar actividades de disfrute: leer, coser, caminar, etc.
ü No aislarse, mantener el contacto con amigos y participar en actividades sociales.
ü Fomentar la mayor autonomía posible de la persona cuidada.
ü Mantener una actitud positiva y buscar ayuda profesional si no se logra mitigar los efectos negativos.
Muchas organizaciones No Gubernamentales, como Fundadown Venezuela en el caso de las personas con síndrome de Down, cuentan con publicaciones, charlas, talleres y recursos de apoyo para los familiares. Es importante recordar que los cuidadores tienen derecho a llevar una vida propia y a velar por su propia salud y bienestar. Si el cuidador se enferma, el “engranaje” de la familia puede trabarse y todo lo demás se desajusta.
¿Eres cuidador de una persona con síndrome de Down?
Asiste al Taller gratuito “El cuidador de la persona con síndrome de Down” organizado por Fundadown Venezuela, este VIERNES 17 DE FEBRERO 2017, de 8:30 a 1:00 pm en la Sala Cabrujas, Chacao. Infórmate y reserva tu cupo por el (0212) 514-7075 y/o el email: [email protected]. Incluye certificado de asistencia digital y material de apoyo.
En una fusión de historia, espiritualidad y tradición, el Jueves Santo emerge como un día crucial en el calendario litúrgico cristiano. En los relatos bíblicos de San Lucas, San Juan, San Marcos y San Mateo, se encuentran los pilares que sustentan esta conmemoración. La última cena, un simbolismo tan profundo como la fe misma, donde Jesús compartió un momento trascendental con sus 12 discípulos. Esta cena, conocida también como la Santa Cena, resonó con la tradición judía al incluir el cordero pascual, trazando así un puente entre el Antiguo y el Nuevo Testamento. En un gesto de profunda humildad, el lavatorio de los pies se erige como un acto de amor y servicio. Jesús, en un acto conmovedor, lavó los pies de sus discípulos, desafiando así las barreras sociales y enseñando la esencia del verdadero liderazgo. La narrativa bíblica también nos transporta al huerto de Getsemaní, donde Jesús, en un momento de angustia, buscó fuerza en la oración antes de enfrentar su destino. Este episodio conmueve por su humanidad y su conexión con las luchas espirituales de la humanidad. El arresto de Jesús a manos de Judas Iscariote sella el dramatismo de este día, marcando el inicio de los eventos que llevarían a la crucifixión y resurrección, pilares fundamentales de la fe cristiana. El Jueves Santo, marcado por su movilidad en el calendario, no se limita a una fecha fija, sino que se ajusta al ciclo lunar y estacional, subrayando así su conexión con los ritmos naturales y celestiales. En resumen, el Jueves Santo trasciende las páginas de la historia para impregnar nuestras vidas con su profundo significado espiritual. Desde la última cena hasta el arresto, este día nos invita a reflexionar sobre el amor, la humildad y la fortaleza en medio de la adversidad. ¡Cada momento cuenta en la narrativa del Jueves Santo! https://www.tiktok.com/@mscnoticias
El Domingo de Ramos es el día que marca el inicio de la Semana Santa en la tradición cristiana, conmemorando la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén. Este día está lleno de simbolismo y significado religioso para los cristianos, pero en términos de “misterios”, podrían interpretarse algunos aspectos simbólicos o teológicos: La entrada triunfal de Jesús: Este evento, mencionado en los evangelios, es la base del Domingo de Ramos. Jesús entra en Jerusalén montado en un burro, mientras la multitud lo aclama y lo saluda con ramas de palma y ropas extendidas en su camino. El misterio aquí radica en la comprensión del significado de esta entrada en el contexto de la misión de Jesús y su relación con el reino de Dios. El cambio de actitud de la multitud: Es intrigante cómo la multitud que aclama a Jesús en su entrada triunfal el Domingo de Ramos luego se convierte en la misma multitud que lo rechaza y pide su crucifixión pocos días después. Este cambio repentino de actitud puede ser objeto de reflexión sobre la naturaleza humana y la fragilidad de las lealtades populares. El simbolismo de las palmas y las ramas: En muchas tradiciones cristianas, se llevan palmas y ramas durante las celebraciones del Domingo de Ramos como símbolo de victoria y triunfo. Estos elementos pueden representar la victoria espiritual sobre el pecado y la muerte que Jesús trae consigo, pero también pueden ser interpretados como un recordatorio de la naturaleza efímera de los triunfos terrenales. El comienzo de la Semana Santa: El Domingo de Ramos marca el inicio de la Semana Santa, un período de intensa reflexión y conmemoración para los cristianos. Este tiempo está lleno de rituales y tradiciones que recuerdan los eventos finales de la vida de Jesús, desde la Última Cena hasta su crucifixión y resurrección. Los misterios aquí son los propios misterios de la fe cristiana: la pasión, muerte y resurrección de Jesús, y su significado para la salvación de la humanidad. En resumen, el Domingo de Ramos está envuelto en una serie de misterios religiosos y simbolismos que invitan a la reflexión y la contemplación sobre la fe cristiana y el significado de la vida y la obra de Jesucristo. https://www.tiktok.com/@mscnoticias