También necesitan de una buena alimentación y actividad física regular
El médico endocrinólogo, Eduardo Carrillo Monsalve, explicó que las personas deben medir sus valores de azúcar en la sangre por lo menos tres veces al día
Los diabéticos tipo 1 son pacientes cuyo páncreas ha perdido completamente la capacidad para producir insulina, por lo cual son totalmente dependientes de las inyecciones de dicha hormona. Estas personas pueden tener una buena calidad de vida, siempre que cumplan con algunas normas. En primer lugar, deben educarse sobre su condición de diabéticos, a fin de que comprendan la naturaleza de la diabetes tipo 1; su progresión, tratamiento, control y la real posibilidad de mantener a este trastorno metabólico en equilibrio.
Asimismo, les será de gran beneficio ser ejemplo de cómo llevar una vida saludable, con una alimentación apropiada y actividad física regular. También es necesario que cumplan el tratamiento con insulina indicado por el médico y además, que mantengan un buen estado psico afectivo.
Tales aspectos fueron destacados por el médico endocrinólogo Eduardo Carrillo, quien agregó que “la insulina es el eje central de la terapia en los diabéticos tipo 1. Es el único tratamiento, unido a otras importantes medidas, que le garantiza bienestar”.
Explicó el especialista que la forma recomendada de administración del medicamento es “tratando de imitar la forma como la insulina es liberada en el organismo. Esto significa que el paciente requiere inyectarse dos tipos de insulina: una de acción lenta, en una o dos dosis al día (en la mañana y/o en la noche), para reproducir la secreción basal de insulina del organismo, y otra insulina de acción rápida o ultra rápida, que debe administrarse antes de cada comida (tres veces al día), a fin de lograr los pulsos de insulina que se producen normalmente cuando comemos”.
A la par, recalcó que la creación del hábito de sesiones de ejercicio físico (por lo menos cuatro veces por semana) será de gran contribución para el control metabólico del paciente.
Medición: Tres veces al día
Carrillo puntualizó que el diabético tipo 1 debe medir sus valores de azúcar en la sangre por lo menos tres veces al día, antes de cada comida. Adicionalmente, la persona puede hacerse mediciones postprandiales (dos horas después de comer), antes de acostarse, en horas de la madrugada y en aquellos momentos que tenga síntomas no deseables.
“Las múltiples mediciones se requieren, debido a la visión de los cambios de glucemia a través del día en relación a las comidas a las actividades y al tratamiento, para indicar donde hay desequilibrios y necesidad de que hagamos ajustes, garantizando así un mejor control y bienestar”, comentó.
En una fusión de historia, espiritualidad y tradición, el Jueves Santo emerge como un día crucial en el calendario litúrgico cristiano. En los relatos bíblicos de San Lucas, San Juan, San Marcos y San Mateo, se encuentran los pilares que sustentan esta conmemoración. La última cena, un simbolismo tan profundo como la fe misma, donde Jesús compartió un momento trascendental con sus 12 discípulos. Esta cena, conocida también como la Santa Cena, resonó con la tradición judía al incluir el cordero pascual, trazando así un puente entre el Antiguo y el Nuevo Testamento. En un gesto de profunda humildad, el lavatorio de los pies se erige como un acto de amor y servicio. Jesús, en un acto conmovedor, lavó los pies de sus discípulos, desafiando así las barreras sociales y enseñando la esencia del verdadero liderazgo. La narrativa bíblica también nos transporta al huerto de Getsemaní, donde Jesús, en un momento de angustia, buscó fuerza en la oración antes de enfrentar su destino. Este episodio conmueve por su humanidad y su conexión con las luchas espirituales de la humanidad. El arresto de Jesús a manos de Judas Iscariote sella el dramatismo de este día, marcando el inicio de los eventos que llevarían a la crucifixión y resurrección, pilares fundamentales de la fe cristiana. El Jueves Santo, marcado por su movilidad en el calendario, no se limita a una fecha fija, sino que se ajusta al ciclo lunar y estacional, subrayando así su conexión con los ritmos naturales y celestiales. En resumen, el Jueves Santo trasciende las páginas de la historia para impregnar nuestras vidas con su profundo significado espiritual. Desde la última cena hasta el arresto, este día nos invita a reflexionar sobre el amor, la humildad y la fortaleza en medio de la adversidad. ¡Cada momento cuenta en la narrativa del Jueves Santo! https://www.tiktok.com/@mscnoticias
El Domingo de Ramos es el día que marca el inicio de la Semana Santa en la tradición cristiana, conmemorando la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén. Este día está lleno de simbolismo y significado religioso para los cristianos, pero en términos de “misterios”, podrían interpretarse algunos aspectos simbólicos o teológicos: La entrada triunfal de Jesús: Este evento, mencionado en los evangelios, es la base del Domingo de Ramos. Jesús entra en Jerusalén montado en un burro, mientras la multitud lo aclama y lo saluda con ramas de palma y ropas extendidas en su camino. El misterio aquí radica en la comprensión del significado de esta entrada en el contexto de la misión de Jesús y su relación con el reino de Dios. El cambio de actitud de la multitud: Es intrigante cómo la multitud que aclama a Jesús en su entrada triunfal el Domingo de Ramos luego se convierte en la misma multitud que lo rechaza y pide su crucifixión pocos días después. Este cambio repentino de actitud puede ser objeto de reflexión sobre la naturaleza humana y la fragilidad de las lealtades populares. El simbolismo de las palmas y las ramas: En muchas tradiciones cristianas, se llevan palmas y ramas durante las celebraciones del Domingo de Ramos como símbolo de victoria y triunfo. Estos elementos pueden representar la victoria espiritual sobre el pecado y la muerte que Jesús trae consigo, pero también pueden ser interpretados como un recordatorio de la naturaleza efímera de los triunfos terrenales. El comienzo de la Semana Santa: El Domingo de Ramos marca el inicio de la Semana Santa, un período de intensa reflexión y conmemoración para los cristianos. Este tiempo está lleno de rituales y tradiciones que recuerdan los eventos finales de la vida de Jesús, desde la Última Cena hasta su crucifixión y resurrección. Los misterios aquí son los propios misterios de la fe cristiana: la pasión, muerte y resurrección de Jesús, y su significado para la salvación de la humanidad. En resumen, el Domingo de Ramos está envuelto en una serie de misterios religiosos y simbolismos que invitan a la reflexión y la contemplación sobre la fe cristiana y el significado de la vida y la obra de Jesucristo. https://www.tiktok.com/@mscnoticias