Este montaje atrevido y vanguardista cuenta con las actuaciones estelares de Antonio Deli, Prakriti Maduro y Alexander Solórzano, bajo la dirección pdel dramaturgo mexicano Iván Olivares, y la producción del actor Christian McGaffney. La pieza estará presentándose viernes y sábados a las 8:00 pm y domingos a las 6:00 pm en el Teatro Trasnocho
“Traición” es el nombre de la obra del Premio Nóbel de Literatura británico (2005) Harold Pinter que estará estrenando su temporada en el Trasnocho Cultural a partir de este viernes 20 de septiembre. Con un reparto encabezado por Prakriti Maduro como Emma, Antonio Delli como Robert y Alexander Solórzano como Jerry, bajo la dirección del director/dramaturgo mexicano Iván Olivares; “Traición” logrará que el espectador quede maravillado y asombrado tras observar el comportamiento humano y su desarrollo en las relaciones interpersonales. No por nada esta obra se ha presentado ya en los principales escenarios de Europa y será montada a principios de Octubre de este mismo año en Broadway -Barrymore Theater- protagonizada por Daniel Craig y su esposa Rachel Weisz.
El montaje en Caracas viene de la mano del no menos talentoso actor Christian McGaffney quien con esta puesta inteligente, atrevida y vanguardista se estrena como productor.
La Historia
Jerry es el mejor amigo de Robert, el marido de su amante clandestina. Durante siete años los encuentros entre los amantes se realizan sin conocimiento de sus cónyuges, pero en determinado momento Emma, la mujer adúltera, confiesa su relación clandestina a su marido. Este mantiene el silencio y sigue la relación con su amigo como si nada hubiera pasado, pero cuando finalmente el matrimonio se rompe y los ex amantes se encuentran, ella confiesa que durante cuatro años su marido estuvo al tanto de todo.
“Traición” es una historia con tintes de suspenso que juega con el público. Un guión que explora una relación de pareja vista desde una posición fría, lejos de las pasiones momentáneas. Prakriti Maduro, Antonio Delli y Alexander Solórzano, se meten en el papel de una pareja con el siempre tercero en discordia.
Una traición anunciada que servirá para que los tres personajes vuelvan al pasado y se reconozcan, indaguen en sus puntos débiles. Una vuelta a los momentos más oscuros de las relaciones amorosas de un trío en el que no todos eran conscientes de formar parte de él.
En “Traición” el tiempo está dislocado, roto, no se trata de flashbacks ni regresos en la memoria, es por describirlo de alguna forma, como una cinta que corre, retrocede y vuelve a correr, y retrocede más. Esta visión no lineal de la historia, fragmentada, que en los saltos temporales deja espacios en blanco, nos va revelando cómo sucedió lo que desde los primeros instantes de la obra sabemos: estamos frente a un triángulo amoroso formado por dos grandes amigos y la mujer de uno de ellos. Siete años de historia nos son narrados con un recurso totalmente innovador cuando se escribió la obra (1978).
Sólo un genio puede permitirse tantas licencias literarias como las que el autor ha decidido incluir en esta historia. Por ello insistimos: lo primero con lo que se va a encontrar el espectador es un espacio temporal que transcurre desde el presente hacia el pasado, esta inversión le permite recrearse en un juego literario y escénico con un eje temporal inverso. Así la última escena será el comienzo de todo.
Es de importancia el destacar que Pinter ha sido reconocido por la crítica y el público como el más importante dramaturgo inglés del siglo XX por lograr descubrir, en situaciones cotidianas y con personajes atípicos, la realidad detrás de las relaciones humanas, la fuerza que alberga cada personalidad y que no se desenvuelve fácilmente a puerta abierta.
“Traición” estará presentándose en el Teatro Trasnocho de Trasnocho Cultural, a partir del viernes 20 de septiembre, en funciones de viernes y sábados a las 8:00 pm y domingos a las 6:00 pm. Las entradas tendrán un costo de Bs. 180 y estarán a la venta en la taquilla del Trasnocho Cultural.
El 28 de agosto de 1859, el mundo fue testigo de un fenómeno celestial sin precedentes. Auroras boreales iluminaron cielos inusuales, desde Madrid hasta Santiago de Chile y más allá. Pero este espectáculo no fue solo una maravilla visual; fue el preludio de un evento cósmico que cambiaría la historia tal como la conocemos. Pocos días después, el renombrado astrónomo Richard Carrington presenció una explosión de luz blanca en la superficie del Sol desde su jardín en Londres. Dos enormes llamaradas despidieron una energía equivalente a más de diez mil millones de bombas atómicas. Esta observación, conocida como el “Evento Carrington”, marcó el inicio de la tormenta solar más violenta de los últimos 500 años. La gran eyección de masa coronal del año 1859 desencadenó el caos tecnológico en todo el mundo. Las líneas telegráficas cayeron, se quemaron y operadores resultaron heridos. La red de telégrafos colapsó durante 14 horas en Europa y Estados Unidos. Sin embargo, la sorpresa llegó cuando, debido a la sobrecarga eléctrica atmosférica, los telégrafos continuaron enviando mensajes de larga distancia sin necesidad de baterías. Este evento histórico resalta la vulnerabilidad de nuestra tecnología ante los caprichos del universo. El Evento Carrington nos recuerda la fragilidad de nuestra civilización en un cosmos que siempre está en movimiento. Desde entonces, los científicos han estudiado este suceso para comprender mejor las tormentas solares y desarrollar medidas de protección. En resumen, el Evento Carrington de 1859 no solo fue un espectáculo celestial, sino también un recordatorio de nuestra dependencia de la tecnología y nuestra conexión con el cosmos. Este episodio histórico sigue fascinando y sirve como un llamado de atención sobre los misterios y peligros del espacio exterior.
El Domingo de Ramos es el día que marca el inicio de la Semana Santa en la tradición cristiana, conmemorando la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén. Este día está lleno de simbolismo y significado religioso para los cristianos, pero en términos de “misterios”, podrían interpretarse algunos aspectos simbólicos o teológicos: La entrada triunfal de Jesús: Este evento, mencionado en los evangelios, es la base del Domingo de Ramos. Jesús entra en Jerusalén montado en un burro, mientras la multitud lo aclama y lo saluda con ramas de palma y ropas extendidas en su camino. El misterio aquí radica en la comprensión del significado de esta entrada en el contexto de la misión de Jesús y su relación con el reino de Dios. El cambio de actitud de la multitud: Es intrigante cómo la multitud que aclama a Jesús en su entrada triunfal el Domingo de Ramos luego se convierte en la misma multitud que lo rechaza y pide su crucifixión pocos días después. Este cambio repentino de actitud puede ser objeto de reflexión sobre la naturaleza humana y la fragilidad de las lealtades populares. El simbolismo de las palmas y las ramas: En muchas tradiciones cristianas, se llevan palmas y ramas durante las celebraciones del Domingo de Ramos como símbolo de victoria y triunfo. Estos elementos pueden representar la victoria espiritual sobre el pecado y la muerte que Jesús trae consigo, pero también pueden ser interpretados como un recordatorio de la naturaleza efímera de los triunfos terrenales. El comienzo de la Semana Santa: El Domingo de Ramos marca el inicio de la Semana Santa, un período de intensa reflexión y conmemoración para los cristianos. Este tiempo está lleno de rituales y tradiciones que recuerdan los eventos finales de la vida de Jesús, desde la Última Cena hasta su crucifixión y resurrección. Los misterios aquí son los propios misterios de la fe cristiana: la pasión, muerte y resurrección de Jesús, y su significado para la salvación de la humanidad. En resumen, el Domingo de Ramos está envuelto en una serie de misterios religiosos y simbolismos que invitan a la reflexión y la contemplación sobre la fe cristiana y el significado de la vida y la obra de Jesucristo. https://www.tiktok.com/@mscnoticias